Ana María Ibarra
Con alegría y en un ambiente fraternal y familiar, la comunidad Santo Niño de Atocha celebró su fiesta patronal la tarde del pasado domingo 2 de julio.
El clima favoreció el festejo haciendo que niños, jóvenes y adultos disfrutaran del programa que se preparó.
Mientras el calor aminoraba, los fieles se comenzaron a alistar para el festejo. Arcos de globos adornaron la entrada del templo y la imagen de Jesús Niño sentado en su silla.
El padre Roberto Ramos, párroco de dicha comunidad, celebró la última eucaristía dominical en punto de las seis de la tarde predicando y reflexionando sobre “cargar nuestra cruz”.
“Podemos predicar fácilmente, pero nos cuesta seguirlo. Cuando hablamos de cargar con la cruz pensamos en las personas con las que batallamos, pero cargar la cruz va junto al seguimiento de Jesús. Vivimos la cruz ante la burla por querer hacer la voluntad de Dios. Muchas veces al seguir a Cristo somos juzgados y criticados”, resaltó el sacerdote.
Así pues, añadió, cargar la cruz significa entronizar al Señor en la vida, en el servicio.
“Cada uno de nosotros pensemos cuál es la cruz que nos toca cargar, y pidámosle su fortaleza para saber cargar la cruz y abrazarla con alegría”, finalizó.
Música y antojitos
Después del alimento espiritual, los fieles se dirigieron al alimento corporal y a la diversión sana que esa tarde se ofreció en el atrio de la parroquia.
Para los pequeños se contó con un toro mecánico que niños y niñas disfrutaron.
Las familias disfrutaron de la comida: enchiladas, gorditas y flautas; además se contó aguas frescas, paletas de hielo, papas locas y todas esas botanas que disfrutaron especialmente los jóvenes.
No podía faltar la música en vivo que hizo bailar y cantar a chicos y grandes. La primera participación estuvo a cargo de Euphoria Acoustic, con melodías románticas. Fue Javier Mendiola quien con sus interpretaciones puso a la comunidad a bailar.
También se contó con la participación de una pareja de jóvenes quienes le dieron el toque folklórico a la noche con su baile.
Contentos de haber disfrutado de una tarde amena y festejo, los fieles se retiraron ya entrada la noche, mientras que los servidores quedaron con el corazón agradecido.