Presencia
Este mes de septiembre inician trabajos las nuevas administraciones públicas en nuestro Estado. Tomarán posesión tanto la nueva gobernadora de Chihuahua, como los alcaldes de los 67 municipios, incluído Ciudad Juárez.
Los trabajos de la transición se iniciaron desde hace semanas y hay una gran expectativa respecto a lo que será el trabajo en el Gobierno Estatal y en el Ayuntamiento. La gobernadora Maru Campos tomará posesión en Ciudad Juárez el 8 de septiembre, mientras que el alcalde Cruz Pérez Cuéllar hará lo propio el 10 de septiembre, junto con el Ayuntamiento. El nuevo Congreso Estatal ya fue instalado inició funciones el pasado 2 de septiembre. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Cómo cree que los católicos pueden aportar a los nuevos gobiernos que este mes inician, para un mejor desempeño con miras al bien común?
Veamos… ¿entre los lectores hay algún ingeniero? ¡Sí! ¿Sabe que puede ser parte de los consejos consultivos de planeación de la ciudad, o que puede certificarse como testigo social para ser vigilante de las obras públicas?
O bien, ¿cercano a su casa se está pavimentando alguna calle? ¿o necesitan que se pavimente alguna vialidad principal? ¡Sí! ¿Sabe que puede participar conjuntamente con sus vecinos en un comité de obra y con ello gestionar espacios para mejorar su entorno, además de observar que los contratos se ejecuten con transparencia y en apego a lo que se está pagando?
El Papa Francisco en su documento Fratelli Tutti, nos habla del amor imperado. Refiere que este tipo de amor, son actos de caridad que nos impulsan a crear instituciones más sanas, regulaciones más justas, estructuras más solidarias. Es decir, los católicos habremos de movernos por el “amor político”, por la caridad cristiana, para colaborar en la construcción de una sociedad más justa, donde se reduzcan las desigualdades y la pobreza.
En 2018 se publicó la Ley de Participación Ciudadana, dicha ley establece como espacios de participación la planeación y el presupuesto de los municipios. Formar parte de las consultas, de los foros para decidir el plan municipal y posteriormente involucrarnos para asegurar su implementación son espacios que nos corresponden.
Por lo que respecta a los presupuestos participativos, la ley señala que el 5% de los presupuestos corresponde a nosotros definir en qué se gastarán.
Para el caso de Juárez, estamos un paso atrás para poder tomar parte de estos asuntos, puesto el municipio no ha integrado el reglamento en el cual se estipula el proceso de participación y los compromisos de las autoridades para que estas decisiones sean vinculantes. Entonces, debemos empezar por involucrarnos en los comités vecinales, por participar de las organizaciones de sociedad civil, que tienen en su agenda la exigencia de los derechos humanos, para que, a través de ellos, exijamos y presionemos a las autoridades, con el objeto de que determinen plataformas reales en los espacios de decisión.
Solo tomando parte activa en los asuntos de la ciudad, podemos hacer vida el llamado del Papa en la Fratelli Tutti.
Mtra. Yadira Lozano/ Politóloga
Me vienen inmediatamente a la memoria los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, de los cuales el bien común forma parte; considero que el ponerlos en práctica son la mejor forma en que los católicos podemos aportar, tanto si somos parte de los gobernados como de los gobernantes; y no porque sea enseñanza de la Iglesia, lo cual en definitiva es un plus, sino porque surgen de la interpretación de la realidad.
Poner en práctica el respeto y reconocimiento de la dignidad humana, la solidaridad, la subsidiaridad, la participación y el destino universal desde la vivencia de nuestros derechos y obligaciones como ciudadanos sin duda nos ayudará a aportar desde el ámbito profesional, personal o comunitario; es decir, desde cualquier ámbito en el que nos desarrollemos.
Decirlo suena fácil; sin embargo, practicarlos, aunque varios de estos estos principios los ponemos en práctica sin conocer toda su implicación, resulta complejo. El desconocimiento de estos principios en ocasiones nos puede llevar a confundir el paternalismo con subsidiaridad; el bienestar con el bien común, por poner algunos ejemplos, lo cual puede provocar que el bien que intento realizar no sea bien hecho, y pueda generar consecuencias negativas.
La exhortación es que nuestras acciones se guíen por estos seis principios, para aportar desde el lugar en el que desarrollamos nuestras actividades cotidianas e involucrarnos en las distintas realidades sociales que se presentan en nuestros entornos con miras al beneficio de las personas que integran las comunidades.
Mtro. Ramón Enrique Rodríguez/ Caridad y Verdad
Como católicos tenemos el deber de preocuparnos por el bien común, resulta fundamental acompañar a nuestros gobernantes en este nuevo período que inicia. La mayoría de los gobernantes son personas de bien que anhelan lograr un buen desepeño de su gestión, para lograr esto será fundamental el acompañamiento de su comunidad.
Lo primero que podemos hacer como católicos, es informarnos de las responsabilidades que corresponden a cada uno de nuestros gobernantes, saber diferenciar entre las funciones del municipio, los legisladores, gobierno estatal y federal. Una forma sencilla de hacerlo es empezar a tener un seguimiento de ellos en las redes sociales que utilizamos. Las redes sociales son un medio para informarnos de la labor de nuestros gobernantes, así como de sus funciones; si es que no usamos redes sociales, otra forma es hacer lectura de los periódicos locales para tratar de entender la realidad en la que vivimos, así como las funciones y principlaes programas que nuestros gobernantes estén trabajando.
Una vez que conocemos las responsabilidades y proyectos de nuestros gobernantes, tenemos que abrir canales de comunicación con ellos. Nunca había sido tan fácil como hasta ahora hacerlo, exponiendo la problemática que vivamos, ya sea en el entorno de nuestra casa, empresa, escuelas, y lugares que recorremos en la ciudad, hacer llegar esta información e inquietudes a donde corresponda, según las áreas que atienden y poder preguntar cuáles son las acciones que se tienen pensadas para resolver esta problemática.
El hecho de agruparnos con nuestra parroquia, empresa, asociaciones en las que participemos, e ir en conjunto a hablar y acompañar a nuestros gobernantes, es una de las formas por las que podemos aspirar a tener cada vez un mejor gobierno. Si los dejamos solos, los planes de acción pueden estar desconectados de la problemática de los habitantes y tambien ellos se podrán sentir acompañados en su gestión y saber que van por el camino correcto.
Cumplamos con la labor que tenemos como católicos de trabajar por el bien común de nuestra ciudad, estando informados de las acciones de nuestros gobernantes, comunicándoles la problemática que vemos en nuestro entonrno y atendiendo a las convocatorias cuando las haya, para participar en foros de opinión pública, así como en posibles planes comunitarios donde ser requiera nuestra participación. Un buen gobierno será posible en el trabajo constante de esos gobernantes, acompañados de la ciudadanía.
Gerardo Sánchez Soledad/ Pastoral Social de la Diócesis de Ciudad Juárez
La responsabilidad del bien común está en todos los ciudadanos ¿En qué medida?, pues como dice el dicho: ‘zapatero a tus zapatos’. El obrero tiene que construir la casa, el arquitecto diseñarla, el electricista ponerle cables, el carpintero ponerle las puertas; todos tenemos una función en la construcción de este orden social. ¿Cómo se realiza?, en primer lugar cumpliendo con sus propias responsabilidades, es decir, la célula de la sociedad está en la familia, entonces la responsabilidad del orden y el cumplimiento, sobre todo está en los padres de familia, que formen buenas familias; si tenemos buenas familias, tenemos buena sociedad; otro campo significativo son las escuelas. Cada uno de nosotros tenemos que cumplir nuestra responsabilidades dentro de la sociedad. La Política, con mayúscula, esta en manos de la misma sociedad, cada uno cumpliendo sus responsabilidades.
Lo otro es el hecho de que todo el ejercicio de las funciones propias del gobierno en nuestro sistema político está en el ejecutivo, legislativo y judicial… ahí tenemos que tener claridad en cuáles son las responsabilidades de cada uno …el gobernante tiene que sujetarse al ejercicio de la ley y ahora si que cualquier ciudadano puede reclamar al gobernante que se cumplan las leyes.
¿Qué tenemos que hacer? Ser muy conscientes de nuestros derechos, obligaciones y ante el ejercicio del gobierno hacer valer nuestros propios derechos.
Los católicos en primer lugar somos ciudadanos, en ese sentido no tenemos ni mayor ni menor rango, sino que somos parte de una sociedad, pero como católicos tenemos un plus, que es precisamente en el orden sobrenatural… en este caso nosotros tenemos una claridad de distinguir qué está bien y qué está mal… se nos da la capacidad y fuerza para poder elegir el bien a pesar de las tentaciones (y por medio de la gracia).
Pbro. Antonio Cerda, CCR/ Parroquia El Espíritu Santo