Comunidad fortalece su identidad en un ambiente de alegría, convivencia y fe
Diana Adriano
La comunidad de la parroquia Inmaculado Corazón de María celebró con entusiasmo su tradicional kermés, enmarcada en los festejos por el 11º aniversario de la parroquia, que oficialmente se cumple el 18 de marzo, en vísperas de la solemnidad de San José.
El evento, celebrado el sábado 15 y domingo 16 de marzo pasados, reunió a familias y fieles en un ambiente de alegría, convivencia y fe. Durante ambos días, los asistentes disfrutaron de música en vivo y baile, creando un espacio de diversión para todas las edades.
Los más pequeños gozaron de juegos y actividades, mientras que los adultos aprovecharon la ocasión para compartir momentos en comunidad.
La gastronomía fue uno de los mayores atractivos, con una variedad de antojitos mexicanos como enchiladas, discada, chilindrinas, tostadas, hamburguesas, gorditas y pastel, entre otros platillos que deleitaron a los presentes.
María los eligió
El padre Jorge Ramos, párroco de la comunidad, compartió la importancia de esta celebración, recordando que en 2014 se erigió la parroquia con la guía del entonces obispo don Renato Ascencio León.
“Nos organizamos para celebrar con una kermés e invitar a toda la comunidad. El sábado estuvo intenso el viento y el frío, pero igual tuvimos nuestra celebración y continuamos hasta la tarde. En estos 11 años hemos ido fortaleciendo nuestra identidad y la comunidad ha reforzado su esperanza”, expresó.
Explicó que la elección del nombre de la parroquia fue un proceso en el que participaron los fieles, y que con el tiempo ha quedado claro que fue la misma Virgen María quien eligió ser la patrona de esta comunidad.
“Nos sentimos sorprendidos y admirados. Ahora nuestro compromiso es seguir consolidándonos como una comunidad que refleje a Cristo”, señaló.
Los festejos continuaron el 19 de marzo con una misa solemne a las 6:30 de la tarde, seguida de una convivencia más íntima, donde los fieles pudieron dar gracias a Dios y seguir discerniendo su voluntad.
“Esta parroquia es una casa entre las casas, un lugar donde se recibe, se atiende y se participa de la vida comunitaria. Que el Señor nos siga bendiciendo en este camino”, concluyó el padre Jorge Ramos.