Card. Felipe Arizmendi Esquivel/ Obispo emérito de San Cristóbal
Mirar
A raíz de que el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos dio el reconocimiento oficial a algunas adaptaciones litúrgicas en pueblos originarios de Chiapas, se han suscitado reacciones como estas:
En el sitio LifeSiteNews dicen: El Vaticano aprobó el rito maya de la Misa. Dios les perdone por eliminar la Misa Tridentina, la Misa de los apóstoles y de todos los santos para introducir sus ritos paganos y satánicos. La Agencia Informativa Católica de Argentina (AICA) titula su nota: Vaticano: luz verde al ‘rito maya’ de la misa para comunidades indígenas de Chiapas. Incluso ZENIT, la muy prestigiada y muy confiable agencia noticiosa desde Roma, dice: Vaticano aprueba “misa maya”.
Alguien me escribió: La Misa es el sacrificio del Señor Jesús ofrecido al Padre. Si se introducen invocaciones de otras entidades, como son espíritus diabólicos (los dioses paganos son eso), ya no se está celebrando solo para el Señor, por tanto cambia el contenido. No es secundario que se introduzca un culto pagano en una Misa… ¿Las danzas rituales mayas no son invocaciones de espíritus paganos?… Ya en los jardines vaticanos celebraron un rito pagano…
Estas reacciones reflejan desconocimiento de la liturgia y de la cultura milenaria de estas etnias indígenas. En las adaptaciones aprobadas nada es pagano ni contrario a la fe católica. Los tradicionalistas querrían que nada se cambiara en la Misa y que se conservara el rito romano como se acostumbraba antes del Concilio Vaticano II; pero ni Jesús ni los apóstoles celebraron con ese Misal tridentino; éste es apenas del Siglo XVI. En la última Cena, Jesús celebró la primera Misa, llamada fracción del pan, con varios ritos al estilo judío; él les dio plenitud. Es el mejor ejemplo de inculturación, con signos rituales judíos. El pan que usó no era como nuestras hostias, que parecen obleas y que son verdadero pan; cambia la forma, no la sustancia.
Discernir
Ante estas confusiones, la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió esta nota: “Tales adaptaciones han sido aprobadas exclusivamente para las comunidades tseltal, tsotsil, ch’ol, tojolabal y zoque y no para otras comunidades de fieles no pertenecientes a dichos pueblos originarios. No constituyen un nuevo rito ni una modificación sustancial de la estructura de la Misa del Misal Romano. No existe un «rito maya» o una «misa maya». Es necesario precisar que no se ha aprobado ningún «rito maya», danzas rituales durante la celebración, altar maya, oraciones a los puntos cardinales, cesión de la presidencia litúrgica a personas laicas.
Una precisión de mi parte. Se insiste en que no se han aprobado danzas rituales; sin embargo, no son bailes populares folclóricos. El mismo Dicasterio, en su Instrucción La liturgia Romana y la Inculturación del año 1994, dice: “En algunos pueblos, el canto se acompaña de palmas instintivamente, balanceo rítmico y danza por parte de los participantes. Tales formas de expresión externa pueden tener un lugar en las acciones litúrgicas de estos pueblos, a condición de que son siempre expresión de la verdadera oración comunitaria de adoración, alabanza, ofrenda y ruego, y no sólo una actuación” (42).
Actuar
Sigamos adelante en el proceso de inculturación de la liturgia, siempre fieles a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia, para que nuestros pueblos vivan su fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo también en sus formas culturales, siendo fieles hijos de la Iglesia Católica.