El doctor Felipe Adrián Vázquez Gálvez, catedrático de la UACJ, explica a nuestros lectores el tema alusivo a la Comunidad Internacional, con el que continuamos la serie sobre la Doctrina Social de la Iglesia.
Diana Adriano
La enseñanza de la Iglesia, en el ámbito de los principios de la Comunidad Internacional, exhorta a las relaciones entre pueblos y comunidades políticas.
“Vamos a decir que en los documentos de la Iglesia muchos Papas han estado insistiendo en la necesidad de restaurar un régimen solidario con los países que están en más desventaja. Esto desde luego va enfocado no solamente en el tema ambiental, es obvio, sino más bien a que no podemos ser indiferentes hacia las comunidades más rezagadas, que se encuentran en condiciones de extrema pobreza o de injusticia y marginación”, explicó el doctor Adrián Vázquez al mencionar los motivos por los que la Doctrina Social de la Iglesia aborda el tema de la ‘Comunidad internacional’.
El catedrático de la UACJ explicó que para la Iglesia, se requiere un esquema que permita, de manera organizada, respetar la soberanía, la dignidad de las personas, que se preocupe y se ocupe de los problemas a nivel global.
“En lo que la Iglesia insiste, es que no debemos quedarnos en nuestro mundo y solamente ver la prosperidad humana, como la prosperidad de mi pueblo o nación. Tenemos que verlo en el contexto del mundo entero, que somos todos los hijos de Dios”, recalcó.
Qué es globalización
El concepto de globalización tiene varias connotaciones, explicó el entrevistado.
“En términos muy genéricos, consiste en conectar e interconectar a todos los países del mundo, es decir, que todos participemos en la prosperidad de todos; en lo económico, social, cultural, etcétera”, dijo.
Sin embargo, explicó que en la connotación que ha imperado actualmente, se considera que hay naciones que son relevantes y otras no lo son, ya que sus economías y sus capacidades como país son muy pequeñas.
“El mundo globalizado se ha manifestado y establecido a través de un conjunto de naciones que tienen una economía suficientemente relevante como para poder aportar a la riqueza.
En esta visión, lo único que se genera es una mayor brecha entre los países muy ricos y los países muy pobres”, aseguró.
Los problemas que acarrea
Para el experto, la globalización trae distintos problemas, entre ellos justamente que las naciones ‘no muy relevantes’ no sean del interés de la comunidad mundial.
“Sobre todo en el tema de economía, por ejemplo, se invierte en aquellos países en los que las condiciones económicas son propicias para hacer negocios, y se descartan aquellas en las que no existen esas condiciones, sin embargo hay más necesidad. Desde luego lo que conlleva es que genera grandes flujos migratorios entre los países más pobres, hacia los más ricos”, dijo.
Agregó que esto comienza a ser un problema en otros aspectos como los Derechos Humanos.
“El mayor ejemplo lo hemos visto y experimentado aquí en la frontera, con todos estos grupos de personas que desean llegar a los Estados Unidos. Básicamente, es un problema que se manifiesta en todas las latitudes, y donde hay una asimetría entre países muy ricos y países muy pobres”, expuso el catedrático.
Solidaridad global
Al hablar sobre cómo puede hacerse realidad una solidaridad global, para evitar los problemas antes citados, el doctor Vázquez dijo que lo primero que se requiere es un gran liderazgo de parte de los políticos y líderes de las naciones, pero también de las organizaciones como la ONU, que si bien tiene esta misión de trabajar con todos los países, ha dejado de lado esta agenda de solidaridad.
“Una de las grandes estrategias que se plantean es organizar a las naciones, sobre todo a las menos desarrolladas, en grupos, es decir, no dejarlos solos y que se formen mercados comunes o de ligas de naciones que les permitan ver por sus intereses de una manera más global y con ello tener un poco más de relevancia”, afirmó.
Mucho del problema, agregó el entrevistado, estriba en que muchas de estas naciones no cuentan con regímenes de libertad que permitan un desarrollo sano.
“Muchos viven en dictaduras muy terribles, y esto es un problema no fácil de resolver, porque la Iglesia no está a favor de las intervenciones militares para derrocar regímenes. Es necesario llevar a estos países a una medida de organización o una autogestión de sus propias necesidades, y de manera solidaria, que el resto del mundo apoye con tecnología, conocimiento e inclusive financieramente”, añadió el docente.
¿Y la migración?
A la pregunta de cómo entra en este asunto el tema de la migración y la labor que realiza la Iglesia, el entrevistado respondió:
“La migración se produce por estas asimetrías que comentábamos anteriormente, es quizá uno de los temas que más nos revienta en la cara a los católicos, por el hecho de que en ella se ve pisoteada la dignidad humana en todos los aspectos”, dijo.
Añadió que en este proceso la Iglesia ha sido uno de los factores más importantes para mantener, rescatar y ayudar a que esta dignidad de las personas se mantenga: desde instalando refugios, haciendo acompañamiento y enseñanza, hasta donde ha sido posible para la Iglesia acompañar a estos hermanos que van camino hacia otro destino.
“La Iglesia tiene un rol muy importante en acoger a estas personas en un país que no conocen”, observó.
Los católicos en la
transformación del mundo
Al responder por qué a la Iglesia le importa el tema de la comunidad internacional, el doctor Vázquez explicó que se debe simplemente a que “le importa el ser humano”.
“Ante todo, la Iglesia está en el negocio de la salvación del alma de todos los seres humanos, no solamente de las economías relevantes. Y desde luego la Iglesia entiende que existe esta solidaridad entre todas las naciones y todos nosotros, y nos pone como ejemplo al prójimo, y la enseñanza de Nuestro Señor sobre el prójimo.
También nosotros tenemos que ver por los demás países, independientemente que sus economías sean relevantes o no”, acotó el entrevistado.
Dijo que igualmente a la Iglesia le interesa el tema de la cooperación internacional, porque esta es la plataforma mediante la cual los países pueden avanzar en la erradicación de la pobreza.
“A la Iglesia le interesa mucho este tema porque la pobreza es uno de los temas que mantiene en peores condiciones a las personas, relacionado esto con la pérdida de su dignidad”, respondió.
Pero agregó que en esto hace falta más trabajo, sobre todo por una cooperación integral que ponga en el centro al ser humano.
El experto hablo de cómo la Iglesia, mediante la actividad diplomática, ha tenido una intervención importante en la comunidad internacional por varias razones.
“La primera es que permite tener una representación de la Doctrina Social en las discusiones que se dan en el ámbito internacional.
Y recordó que una de las primeras grandes participaciones del Vaticano como Estado, en las Naciones Unidas, fue en el tema del control natal.
“Ahí la visión de la Iglesia ayudó a las naciones a plantear esquemas mucho más centrados hacia el respeto de la dignidad humana”, explicó.
Recordó que hoy en día se ve la participación de la Iglesia alimentando con ‘doctrina sana’ las decisiones que se toman en el contexto multilateral.
“Yo diría que en términos generales su participación ha sido muy eficiente”, confirmó.
Católicos en el mundo
Para finalizar, el doctor Vázquez explicó que la participación de los católicos en la transformación del mundo es de vital importancia no sólo para el mundo en sí mismo, sino para la propia persona de fe.
“Al final, la historia está enfocada a que logremos la salvación de nuestras almas, y los acontecimientos que nos tocan vivir son ese marco en el cual la providencia nos permite desarrollar nuestros talentos y capacidades, encontrar nuestra vocación y llamado para ayudar a los demás”, dijo.
Concluyó recordando que en el contexto actual, hay muchas oportunidades para que el cristiano, ayudando a los demás, pueda encontrar su camino de Salvación.