Al celebrarse este domingo el Día del Niño, sacerdote explica la importancia del servicio de los niños en la pastoral y liturgia de la Iglesia…Y presentamos conmovedores testimonios de niños que han ‘hallado el Cielo’, en el servicio a la Iglesia.
Diana Adriano
En la celebración del Día del Niño en México, es importante destacar el papel que juegan los niños en la actividad de la Iglesia y por qué su participación es esencial para el crecimiento espiritual y comunitario.
La presencia de niños en la Liturgia es fundamental, ya que representa la continuidad de la fe de las nuevas generaciones y es una oportunidad para que ellos se sientan parte de la comunidad religiosa y conozcan más de cerca las tradiciones y enseñanzas cristianas.
Así lo explicó el padre Salvador Magallanes, encargado de la Comisión Diocesana de familia, juventud, adolescentes, laicos y vida, quien compartió además que la participación de los niños como monaguillos, acólitos y en otras áreas pastorales de la Iglesia, les permite desarrollar habilidades y valores importantes, como la responsabilidad, el compromiso, el servicio y el respeto, que les ayudarán en su crecimiento personal y en su relación con Dios y los demás.
Acercar a la familia
El sacerdote señaló que trabajar con niños en las parroquias puede tener un impacto positivo no sólo en ellos, sino también en sus padres y en toda la familia, ya que, cuando los niños participan en la actividad de la Iglesia y se sienten acogidos y valorados como miembros importantes de la comunidad religiosa, es más probable que sus padres también se involucren y se sientan motivados a participar en las diferentes actividades y programas que ofrece la comunidad.
“El trabajar con niños es una estrategia incluso para arrimar a los papás a la Iglesia. Trabajar con los niños es trabajar con los papás. Es relevante que haya ministerios de niños en las comunidades, y eso es implicar a toda la familia, como el ‘Escuadrón de Cristo’ en San Judas Tadeo, en el que también se incluye a los papás a participar en la parroquia”, explicó el sacerdote, quien es párroco de esa comunidad.
Promover su participación
Aunque la participación de los niños en la actividad de la Iglesia varía según las diócesis y parroquias, es cierto que son más los niños que participan en la Liturgia que en otras dimensiones pastorales.
Por ello, el padre Salvador consideró necesario fomentar y promover la participación de los niños en otras áreas de la Iglesia, como la catequesis, el voluntariado y el apostolado, para que puedan vivir su fe de manera más activa y comprometida.
“Es muy valioso que los niños participen en la Iglesia, no solo que vayan. Los monaguillos, son muy servidores, y todos los niños en general son muy acomedidos, por lo que siempre están dispuestos a apoyar y servir, por lo que hay que aprovechar esa intención de servicio”, agregó.
En este sentido, afirmó que es crucial que las diócesis y parroquias trabajen en la formación y capacitación de más niños servidores, que puedan asumir con responsabilidad y entusiasmo su papel en la comunidad religiosa.
Asimismo, el padre Chava destacó que es fundamental que se fomente una cultura de participación activa de los niños en la vida de la Iglesia, para que puedan sentirse acogidos y valorados como miembros importantes de la comunidad cristiana.
“Por todo esto, también es encomiable el trabajo de la Pastoral Familiar, ya que siempre convocar a niños es fundamental para que también participe toda la familia”, dijo.
Es importante destacar que la participación de los niños en la actividad de la Iglesia no se trata solo de una obligación o un deber, sino de una experiencia enriquecedora y transformadora para ellos y para la comunidad en general. Al involucrarse activamente en la vida de la Iglesia, los niños pueden encontrar un sentido de pertenencia, así como apoyo, amor y cuidado de la comunidad.
RECUADRO
Revitalizan niños y niñas
comunidad parroquial
Son muchos los ejemplos de trabajo extraordinario que se hace en las comunidades parroquiales con los niños. Y aunque como lo mencionó el padre Salvador la mayoría de los niños se introducen en el servicio del acolitado, hay muchos otros ejemplos de servicio infantil en la Iglesia, desde los niños proclamadores de la Palabra, hasta misioneros y también de oración y adoración.
En la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, la comunidad ha experimentado un cambio significativo en los últimos meses, gracias a la presencia más activa de niños en sus actividades y celebraciones litúrgicas.
Gustavo Méndez, coordinador de monaguillos y proclamadores, compartió que antes era poco común ver a niños participando en la misa, pero ahora han tomado un papel más activo, lo que ha permitido que la misa de las 11 de la mañana vuelva a ser de niños.
En esta nueva dinámica, los proclamadores de la Palabra, los monaguillos y los miembros del coro son todos niños, lo que ha generado una energía y una alegría renovadas en la celebración.
“Los niños han demostrado un gran compromiso y entusiasmo por su participación en la vida de la comunidad religiosa, y han sido un ejemplo para otros niños y jóvenes que antes no se animaban a participar”, dijo Gustavo.
Esfuerzo conjunto
La presencia más activa de los niños en la comunidad, añadió el entrevistado, ha sido fruto de un esfuerzo conjunto de la comunidad en general, que ha trabajado para crear espacios que permitan a los niños sentirse acogidos y valorados como miembros importantes de la parroquia y de la diócesis.
“La presencia de los niños ha traído una nueva vitalidad y una renovada esperanza a la parroquia, y ha sido una muestra del poder transformador de la fe y del amor de Dios. La comunidad invita a todos los niños y jóvenes a sumarse a esta experiencia de fe y a participar activamente en la vida de la Iglesia, y a los padres y familias a apoyar y acompañar a sus hijos en este camino de crecimiento y formación espiritual”, remarcó el coordinador.
En definitiva, la participación de los niños en la actividad de la Iglesia es esencial no sólo para su formación religiosa y su crecimiento personal, sino también para el fortalecimiento de la comunidad en general.
Al fomentar y promover la participación de los niños en todas las dimensiones pastorales, se está construyendo un futuro más sólido y esperanzador para la infancia, para la Iglesia y para la sociedad en su conjunto, consideró el servidor parroquial.
Para saber…
Si quieres formar parte de la comunidad de niños servidores en Nuestra Señora del Sagrado Corazón, puedes comunicarte al teléfono 656 626 0121
En frases
«Me siento muy feliz de ser monaguillo porque puedo ayudar al sacerdote a celebrar la misa y sentirme parte de la comunidad religiosa.»
- Margarita Rodríguez/ Monaguilla
«Ser proclamador de la Palabra me ayuda a conocer más la Biblia y a compartir la Palabra de Dios con los demás.»
Mía A. Limas/ Proclamadora – Niña de suéter blanco
«Ser servidor en la iglesia me ayuda a crecer en mi fe y a sentirme parte de una gran familia espiritual.»
Emiliano Sánchez/ Proclamador – Niño camisa blanca
«Me gusta servir en la Iglesia porque me hace sentir que estoy haciendo algo valioso para Dios y para los demás.»
Lolita D. Saldívar/ monaguilla – niña de suéter rosa
«Cantar en el coro de la iglesia es una forma de alabar a Dios con mi voz y hacer sentir su presencia en la comunidad »
Gerardo Akell/Coro – Niño camisa de cuadritos