Lectio Divina correspondiente al domingo 16 de junio de 2024 XI Domingo Ordinario…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico San Jerónimo…
Samuel Pérez/IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Marcos 4, 26-34.
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha”.
Les dijo también: “¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra”.
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado. (El texto ha sido tomado de los Leccionarios I, II y III, de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica)
Después de haber leído el Evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
¿A qué se parece el Reino de Dios?
¿Qué sucede con el grano sembrado? ¿Se entera de esto el campesino?
¿Qué sucede cuando ya están maduros los granos?
¿Con qué parábola busca representar Jesús el Reino de Dios?
¿Cómo es el grano de mostaza antes de ser sembrado? ¿En qué se convierte una vez que ha sido sembrado?
¿Qué anunciaba Jesús con parábolas? ¿A quiénes les explicaba en privado?
Breve Estudio Bíblico
Si bien Jesús habló de muchas cosas y tocó varios temas en su predicación, el contenido principal fue el Reino de Dios y, generalmente, lo describía por medio de parábolas tal como sucede esta vez en el Evangelio. Para favorecer la comprensión de las dos parábolas presentadas en el relato, es necesario acudir a los textos anteriores donde aparece claramente que la semilla es la palabra y la tierra son las personas (cfr. Marcos 4, 13-20. 33). En la primera parábola, la frase “sin que él sepa cómo” se refiere al proceso de la semilla que crece y se logra por sí misma sin que el sembrador este atento a sus cuidados completamente. Su significado recae en el énfasis de la oculta y progresiva acción de Dios que es quien guía el crecimiento del Reino hacia su plenitud futura. En la segunda parábola, recordemos que el grano de mostaza es exageradamente pequeño. Por eso se acentúa que el grano es pequeño solo cuando se siembra y, al sembrarse, logrará ser el mayor de los arbustos. La mención de las aves del cielo que anidan a la sombra del arbusto por sus ramas grandes se enriquece con algunas referencias del Antiguo Testamento. En el Salmo 104, una de las bellezas de la creación de Dios es el árbol verde donde “habitan las aves del cielo”. En otros textos es una alegoría (representación) de los reinos e imperios (cfr. Jueces 9, 7-15) y la anidación de pájaros se relaciona a los temas del gobierno imperial. En este sentido, Marcos al afirmar que la semilla llega a convertirse en “el más grande de los arbustos” insinúa que el Reino de Dios no es como los árboles grandes (como los imperios y sus criterios), pues acoge y protege a los más sencillos. Así, nos presenta que el sembrador es importante, sin embargo, la semilla (la Palabra) tiene fuerza y dinámica propia que rebasa todas las virtudes y cuidados o descuidos del sembrador. Los comienzos pueden ser modestos, pero una vez que la Palabra ha caído en las personas, suscita un desarrollo sorprendente al convertirse en un principio y sentido de vida para quien verdaderamente la acoge.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Reflexionemos sobre la importancia de que la semilla de mostaza se convierte “en el más grande de los arbustos”. ¿En qué nos hace pensar los comienzos modestos, pero significativos, de la Palabra y el Reino de Dios?
La Iglesia acoge a la Biblia como Palabra de Dios. ¿Qué lugar le damos a la Biblia en nuestras comunidades parroquiales, familia y vida? ¿Qué peligros podemos vivir si la Biblia no es el centro de nuestros movimientos pastorales?
¿A qué nos compromete el enterarnos que el Reino de Dios anida y acoge a los más desprotegidos? ¿Qué es aquello que nos falta por hacer para crear más espacios de acogida para ellos en nuestras comunidades eclesiales?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús, Buen Sembrador,
te damos gracias por todas las personas
que siembran la semilla de tu Palabra en el mundo
para que encuentren tierra fértil y dé frutos
según tu corazón.
Que tu Iglesia sea un árbol robusto
que dé sombra, refugio y aliento
a cada persona que busca en tu Palabra
encontrarte, amarte y servirte.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
«¡Qué bueno es darte gracias, Señor!» (Salmo 91).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
El Evangelio de este próximo domingo nos ilumina para comprender que, aunque la proclamación de la Palabra es tarea de los hombres, el éxito de la misma y sus frutos dependen solo de Dios.
Propuesta: Católico ¿dónde está tu Biblia? Toma la decisión de encontrarte con Dios profundizando en tu fe por medio del estudio de la Sagrada Escritura. El Instituto Bíblico San Jerónimo te ofrece un Diplomado en Biblia y actualmente hay inscripciones para su próximo ciclo de estudios. Llama para información al 656 167 3077. Recuerda las palabras de san Jerónimo: “Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo”.
Primera Lectura: Ezequiel 17, 22-24
Salmo 91
Segunda Lectura: 2 Corintios 5, 6-10
Color: Verde