- En la Fiesta de Cristo Rey que hoy se celebra, se recuerda el Día de los Laicos, quienes tienen una importante misión precisamente en la difusión del reinado de Cristo. El sacerdote Salvador Magallanes lo explica en esta entrevista…
Diana Adriano
Este 22 de noviembre se festeja la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, designada para el último domingo del año litúrgico con la intención de expresar el sentido de consumación del plan de Dios y para recordar que Cristo es el Alfa y el Omega, es decir, el principio y el fin.
Durante esta solemnidad también se celebra el “Día del Laico”, con la intención de animar al pueblo católico en general a participar de una vivencia auténtica de la fe, y discernir a la luz de la Palabra de Dios la corresponsabilidad en la misión evangelizadora.
Con este motivo, el sacerdote Salvador Magallanes, párroco de San Judas Tadeo y asesor de la Comisión diocesana para la familia y juventud, laicos y vida explica más a fondo el objetivo de esta celebración y reflexiona sobre la importancia de la participación activa de los laicos en la construcción de una sociedad justa y solidaria.
¿Por qué el día de Cristo Rey se celebra a los laicos?
Es una celebración nueva que los obispos hace apenas como un año instituyeron para cerrar el año litúrgico, valorando el trabajo tan valioso que tienen los laicos en la Iglesia.
La verdad es que aún hay mucha gente que no se entera porque es muy nueva la celebración.
Ojalá que nosotros como consagrados, obispos y sacerdotes, valoremos el trabajo tan importante que hacen los laicos en la Iglesia.
¿Cuál es la misión de los laicos hoy en día?
Estar en todos los ámbitos de la vida social eclesial y familiar. Los laicos tienen que estar en la vida económica del país, de los municipios y estados, en la vida social, en la vida gubernamental, en todas las instancias tiene que haber buenos católicos, como hombres de fe, con valores sólidos y es ahí donde los laicos deben de estar.
En la familia, formando auténticas familias, hoy que el matrimonio ha estado tan bombardeado con ese concepto distorsionado, es ahí donde el laico debe de entrar y enfrentarse.
¿Existe una espiritualidad laical hoy?
Sí existe, la espiritualidad laical es que con el conocimiento que tienen de Cristo, el laico intervenga en todos los ámbitos de la vida comunitaria, social, religiosa, gubernamental y política. Esa debe de ser la espiritualidad del laico, que el espíritu del Señor entre en todos los ámbitos de la vida.
Hay espiritualidades laicas que derivan del espíritu de San Francisco de Asís o de los jesuitas. O como nuestros cristeros, ellos tenían una espiritualidad sabiendo que tenían que ir más allá del templo a defender la fe. Los Mártires Mexicanos nos enseñan lo que es una auténtica espiritualidad de un laico.
¿Cómo las parroquias pueden tener laicos activos y formados?
Como Iglesia nosotros tenemos que tener las estructuras formativas para que el laico se enamore de nuestro Señor. Somos los responsables de las parroquias y de la diócesis los que tenemos que brindar estructuras formativas con el fin de que el Señor se quede en el corazón de cada uno.
Muchas veces nuestra formación deja mucho que desear, tenemos que trabajar más en eso para que los laicos de verdad se enamoren del Evangelio. Nuestra formación a veces puede ser una formación fallida. Tenemos que ver una estructura realmente que enamore, seduzca, envuelva al laico y los laicos también son capaces de crear esas estructuras, asesorados por nosotros, pero tendríamos que seguir trabajando sacerdotes y laicos juntos.
El laico progresa mucho cuando tiene asesoría sacerdotal.
¿Cómo ve en la diócesis local una presencia laical valiosa?
Nosotros como diócesis valoramos infinitamente la labor del laico, incluso hemos ido a otras diócesis, donde los obispos han comentado que no habían visto el movimiento laical que tenemos aquí en Juárez.
Yo siento que el primer obispo don Manuel, al implementar los documentos del Vaticano II, unas de sus prioridades fue que los laicos entrarán a formar a otros laicos, asesorados por los sacerdotes.
El trabajo de los laicos en esta diócesis es de admirarse, en comparación a otras, pues son un laicado que forma, un laicado que se preocupa, que empuja y que es muy sensible a las necesidades de evangelización de la gente.
¿Cómo este asunto se relaciona con el clericalismo que tanto señala y pide evitar, el Papa Francisco?
El clericalismo espera a que todo lo resuelva y haga la jerarquía. Yo creo que esa no es la mejor actitud que debemos tener como Iglesia.
El Papa ha sido muy acertado en estar acentuando eso como una forma de prevención.
La situación donde el sacerdote se cree el señor feudal, el todopoderoso, tiene que ir desapareciendo y tomar en cuenta a los laicos, pues no son ningunos incapaces, ni mal formados. Los laicos son gente muy valiosa, e incluso nosotros como jerarquía tenemos que aprender de ellos.