Padres de niños especiales participaron en asamblea de oración por sus hijos en la capilla Expectación de María
Claudia Iveth Robles
Cindy González tiene 29 años, nació con parálisis cerebral y para su mamá Gloria Rincón, quien le roba una sonrisa cada día, es su mayor alegría, su motivación e inspiración para seguir adelante.
Así como Gloria, padres de familia con hijos especiales participaron de una asamblea de oración y sanación que se realizó el pasado 30 de septiembre en la capilla La Expectación de María, en el suroriente de la ciudad.
La asamblea fue presidida por el padre Víctor Vega, nombrado por el obispo como asesor de este grupo que en un futuro piensa hacerse diocesano.
Grupos presentes
Ennie Estrada, coordinadora general del grupo, dijo que siempre se busca integrar a los padres de familia en juegos o retiros, pero en esta ocasión la asamblea de oración se trató de hacer algo para los padres de familia y los máster, que son los muchachos con dones especiales, ya que son máster de alegría.
Informó que en la diócesis hay tres grupos de niños y jóvenes especiales, en la parroquia Nuestra Señora de la Paz y en la capilla Expectación de María, perteneciente a la parroquia Mártires Méxicanos.
La Asamblea inició con cantos de gozo, posteriormente el padre Vega hizo una oración donde invitó a los padres a experimentar el amor de Dios en su vida.
“Nosotros no somos fruto de la casualidad, somos frutos del pensamiento, del amor eterno de nuestro Señor”, expresó el sacerdote.
Enseguida realizó una oración para padres de familia, para que el cansancio de la vida, el físico, de acompañar a sus hijos, recobre vida en el amor de Jesús y que siempre experimente a sus hijos como una bendición del Señor.
«Dios regala personas especiales a padres especiales y da los dones necesarios para cumplir la misión… y si hubiera alguna herida hacia Dios u otras personas le pedimos el don de la sanación de su vida”, dijo el sacerdote.
Mensaje especial
La asamblea culminó con la Santa Misa, donde también el sacerdote dejó un mensaje especial recordando a la Madre Teresa de Calcuta: “No se preocupen si sus hijos no los escuchan, ellos los observan todo el tiempo”.
El sacerdote motivó a los padres de familia, pero también a los servidores, para que dieran ejemplo y transmitan el amor de Dios.