Presencia
En fechas reciente se dio a conocer por parte de la Administración de Servicios Generales de Estados Unidos (GSA) una propuesta para la renovación del cruce Internacional del Puente Córdova-Américas conocido también como Puente Libre y/o BOTA.
El anuncio de la modernización provocó protestas de habitantes del sector, que aseguran que los camiones de carga de Juárez a El Paso producen una grave contaminación y, con el apoyo de la congresista Verónica Escobar, solicitaron eliminar el paso de vehículos comerciales por ese cruce. Por eso la pregunta de esta semana es:
¿Cómo impactaría a esta región fronteriza y Ciudad Juárez el cierre del puente Libre al transporte de carga?
Se está llevando a cabo una Consulta para ver la opinión de la gente sobre el posible cierre a la importación y exportación de mercancías por esa importante vía. Inicialmente esta Consulta vencería el lunes 04 de noviembre del presente año; pero al ver la gran afectación que esta
modernización traería hacia ambas partes de la frontera, GSA decidió extender el plazo hasta el 1ro de diciembre para dejar de recibir propuestas, planteamientos y conocer las afectaciones de llevar a cabo el cierre total al comercio exterior por este puente, cuyo trabajo de remodelación iniciaría en enero 2025 para concluir a finales de 2026.
Esta medida va en detrimento del desarrollo para las economías que dependen del intercambio comercial de ambos países, Estados Unidos y México, pues la mayor repercusión sería la pérdida de 33 millones de dólares diarios como resultado del caos por el cierre de cruces de mercancías de ambos lados.
Por ello, varias cámaras empresariales y asociaciones han enviado información relevante hacia las oficinas de la GSA con datos y estadísticas que presenten la importancia comercial de este cruce.
No se malinterprete, no estamos en contra de la modernización de las instalaciones del Puente Libre, sino en contra de la cancelación del tráfico comercial que a diario se efectúa por él. El hecho de haber aprobado un presupuesto de $650 millones de dólares por la Ley de Infraestructura Bipartidista del gobierno Biden-Harris es un gran triunfo, como lo ha mencionado Verónica Escobar, Congresista de Estados Unidos.
Ciudad Juárez lleva más de 12 años siendo el 1er Lugar en Exportaciones de Manufactura siendo el Puente Libre vital para la relación comercial binacional. Estemos con la esperanza de que al final de la Consulta Ciudadana se imponga el buen criterio de la importancia del comercio
exterior para nuestra relación binacional.
María Teresa Delgado Zárate/ Vice Presidenta INDEX
El posible cierre del Puente Libre (Córdova-Américas) para el cruce de transporte de carga tendría consecuencias significativas para la economía de Ciudad Juárez y la región fronteriza en su conjunto. Este puente es actualmente uno de los principales puntos de acceso para la exportación e importación de mercancías entre México y Estados Unidos, concentrando alrededor de 500 exportaciones y 1,500 importaciones diarias. Al limitarse su uso, los transportistas tendrían que desviar sus operaciones hacia otros cruces internacionales, lo cual conllevaría múltiples impactos negativos para la logística y la competitividad de la región.
Para la industria maquiladora y manufacturera, que depende de una logística eficiente para mantener la cadena de suministro, el cierre implicaría mayores tiempos de espera y costos adicionales. Esto no solo afectaría el flujo de productos terminados hacia el mercado estadounidense, sino también la llegada de insumos esenciales para la producción en Ciudad Juárez. Las demoras en el tránsito transfronterizo podrían traducirse en interrupciones en la producción, incrementos en los costos operativos, y una reducción en la competitividad frente a otras regiones que compiten en el comercio binacional.
Además, el cierre del puente impactaría directamente a los transportistas, quienes enfrentarían una carga adicional en tiempo y recursos al tener que redirigirse a otros cruces, como el Puente Zaragoza o el Tornillo-Guadalupe, que ya operan a alta capacidad y carecen de la infraestructura adecuada para absorber un aumento tan grande en el tráfico. Las largas filas y el tiempo de espera adicional no solo dificultarían las operaciones diarias de las empresas locales, sino que podrían generar cuellos de botella en la frontera, afectando también a los transportistas estadounidenses y al comercio entre ambos países.
Por otro lado, este cambio no afecta solamente a las industrias de Ciudad Juárez, sino que también tendría un efecto dominó en los sistemas logísticos y de transporte de El Paso, Texas, y otras ciudades aledañas. Al redistribuir el tráfico de carga, es posible que los cruces alternativos se saturen, impactando negativamente la relación comercial y la vida cotidiana en esta zona fronteriza. Esta situación ha generado una creciente preocupación entre los líderes empresariales, autoridades y organismos de comercio en ambos lados de la frontera, quienes buscan que las autoridades revisen alternativas que eviten o minimicen este impacto.
En conclusión, el cierre del Puente Libre al transporte de carga representa una amenaza considerable para el desarrollo económico de la región fronteriza y para la competitividad de Ciudad Juárez como una conexión estratégica de comercio internacional. Este cambio subraya la necesidad de una infraestructura fronteriza robusta y flexible que pueda adaptarse a las demandas del comercio entre México y Estados Unidos sin comprometer la eficiencia ni aumentar los costos para las empresas.
Rogelio González Alcocer/Presidente del Consejo Coordinador Empresarial
Si se cierra el Puente Libre, entiendo que gran parte de ese tráfico se puede ir por el Puente de Zaragoza, sin embargo, también tiene su capacidad limitada, ya no puede recibir más camiones, entonces la mayoría tendrían que irse, para la exportación, hacia Santa Teresa y hacia Tornillo, y el flete, hacia El Paso, Texas, lo cobran normalmente por milla, entonces eso alargaría las distancias y por ende, el costo.
El problema es que una vez que cruzan, vamos a suponer en el caso del puente de Tornillo, tendrían que regresar de nuevo a la zona de El Paso donde está la infraestructura logística para descargar y ahí redirigir la mercancía hacia el interior de los EU; es salir de la ciudad y volver a regresar, que además del tiempo, que a lo mejor no es tan relevante, el costo sí se incrementaría.
Entiendo que la infraestructura del lado americano, de El Paso Texas, tampoco el freeway estaría preparado para recibir esa cantidad de camiones circulando de las afueras de El Paso hacia la ciudad, y ese problema de contaminación que argumentan en la zona de El chamizal en la zona de el paso, simplemente se trasladaría hacia Zaragoza, o el lado este.
Otro problema que tenemos del lado mexicano, es que no tenemos las vialidades adecuadas para que los camiones vayan desde la ciudad hasta Tornillo; la única carretera o acceso es la carretera al Valle de Juárez, que es muy angosta, que pasa por varias cabeceras ejidales, y no está diseñada para el tráfico de transporte de carga, y lo mismo sucedería con los camiones para los que quieran ir por San Jerónimo.
Se considera que en el mediano plazo es deseable que el tráifco no cruce por el Puente Libre, por BOTA, pero primero debemos generar la estructura del lado de la ciudad que permita acceder a esas zonas, ya sea Santa Teresa-San Jerónimo o Tornillo con mayor facilidad, o inclusive, no sé si sea posible, incrementar la capacidad del Puente Zaragoza.
Mario Cepeda/ Presidente de COPARMEX
El 82.7% de las exportaciones de México son hacia Estados Unidos con un crecimiento continuo. Actualmente el 80% de la economía fronteriza depende de este comercio, de tal suerte que por cada empleo que se genera en México, se generan dos empleos en EEUU.
El impacto de este cierre sería: Cerca de mil 500 cruces diarios que se registran en dicho puente tendrían que ser desviados a Puente internacional Zaragoza-Isleta, Tornillo o Santa Teresa, que no tienen la infraestructura para recibir estos camiones. El impacto de logística y económico repercutiría en pérdidas económicas graves para nuestra región. Se tendría una pérdida del 5% del valor del comercio para ambas naciones.
Hay que resaltar que el espíritu del Puente Libre es dejar siempre una opción de cruce sin costo, desde el gran acuerdo de buena voluntad que se celebró con el tratado de El Chamizal entre Estados Unidos y México. Un símbolo de buena voluntad entre ambos países, es este puente que nos hermana.
Por otra parte, la mayor infraestructura en esta región, de las Aduanas de México y de EEUU, está precisamente en el Puente Libre.
Sabemos que el impacto económico de esta medida, en ambas ciudades de la frontera, desembocaría en altos costos al consumidor. Si logramos un comercio eficiente y rápido, podemos hacer llegar los productos y servicios de manera oportuna y económica.
En Europa, por ejemplo, se eliminaron las aduanas y el tránsito es muy eficiente, y los beneficios, sin duda los viven los pobladores de esa región.
Nuestra postura es y será, que en lugar de cerrar carriles, deberían estar pensando en abrir más carriles.
Oscar Kuri/ Coalición empresarial de Ciudad Juárez