Por primera vez, luego de 200 años tras la Independencia de México, el país tendrá a su primera presidenta mujer. La candidata Claudia Sheinbaum Pardo, de 61 años de edad, fue electa por una notable mayoría en las pasadas elecciones, en las que, de acuerdo a publicaciones en medios, hubo una participación del 60-61 por ciento de los electores. Además, el partido de la nueva presidenta electa, alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, y casi la alcanza en el Senado, donde tiene mayoría absoluta. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué podemos esperar para México con la nueva presidenta y el dominio en el Congreso del partido gobernante? ¿Cómo reaccionar ante esta nueva realidad en el país?
Vivir la democracia implica reconocer la decisión de la mayoría y tal vez en esa mayoría está usted apreciado lector, muy probablemente usted, con quien comparto la Eucaristía dio su voto a la actual presidenta electa. Entonces, mientras para la minoría nos representa un desánimo, tal vez para usted es un motivo de alegría. Y, ¿qué puedo decirle respecto a nuestra diferencia de ver el país que queremos?
Puedo decirle que a pesar de que el futuro que tenemos enfrente y que me es discordante, por principios cristianos, y, por lo tanto, poco alentador, sobre todo por la mayoría lograda en el Congreso por el partido que impulsa a la presidenta electa, es vital mantener la esperanza de que los planes que parecen torcerse eventualmente producen resultados inesperados. Mantener la esperanza, implica continuar en vigilia con una participación activa, es decir, con exigencia, con denuncia y con propuesta, albergados en el estandarte de la unidad, la solidaridad y el bien común para definir un rumbo diferente al que como cristianos podemos observar.
Hoy las minorías tenemos la oportunidad de que, con una visión amplia de la realidad, con perspectiva de largo alcance y, por lo tanto, con alta responsabilidad, debemos exigir una agenda en favor del Bien Común. La democracia incluye el disenso, como todos sabemos. A pesar de eso, nuestra responsabilidad es y será siempre proteger a todos los mexicanos sin importar su origen, exigir que se trabaje desde la perspectiva de la dignidad de la persona y la generación de condiciones de vida más justa, equitativa y en paz.
Mtra. Yadira Lozano Fernández/ Politóloga
Me permito reflexionar desde estos puntos:
- a) ¿Partido hegemónico o partido predominante?
Los analistas políticos se debaten entre estas dos interpretaciones sobre los últimos resultados electorales. Mi muy particular punto de vista es que no solo hay ese riesgo, sino que el sexenio saliente ha actuado con estas características. Debemos estar muy pendientes de analizar con detalle la forma de hacer política para resistir a esta tendencia. Todos (los oficialistas y los de oposición) debemos ser muy críticos de cómo se ejerce el poder y cuáles son las trampas que nos pueden encaminar hacia un poder hegemónico.
- b) Principio de subsidariedad. El estado-gobierno no debe suplir ni remplazar a las sociedades intermedias sin las cuales una sociedad no alcanzará nunca un desarrollo plenamente humano.
- c) Corrupción. El éxito de Morena es porque se no ha dicho que son Garantía contra la corrupción. Que llevamos ya seis años sin corrupción en los gobiernos morenistas. Cada ciudadano debemos vigilar muy de cerca y pedir organizaciones independientes que nos ayuden a evaluar este tema.
- d) Violencia y criminalidad. Cuando la entonces candidata Claudia Sheinbaum firmó el Compromiso por la Paz dejó un escrito donde no estaba de acuerdo sobre el diagnóstico sobre violencia. Sería bueno que nos presente su diagnóstico y sus datos para saber a qué enfermedad nos estamos enfrentando. Mi punto de vista es que la violencia en torno a todo un fenómeno que denomino “criminalidad” es más que grave y tiende a crecer y está carcomiendo nuestras instituciones.
- e) ¿Izquierda venezolana? En el mundo y en la historia hay muchas izquierdas. Hay que ver las mejores que han gobernado con éxito. Sin embargo veo en esta izquierda mexicana actual una tendencia a ver a Venezuela como modelo y aliado. Si hay que mirar a Venezuela es para ver todo lo que está haciendo mal. Estamos repitiendo caminos ya recorridos, que han fracasado.
- f) La oposición hoy está en la ciudadanía. Que las ideologías no nos dividan. Morenistas católicos, vigilen muy bien todo el ejercicio del poder. La democracia se ejecuta diariamente. Como católicos debemos conocer la belleza de la Doctrina Social de la Iglesia y exigir a nuestros partidos que verdaderamente nos representen.
Miembros católicos de los partidos de oposición, busquemos formas de incidir en cada partido, pero también articulemos esfuerzos para practicar el “Amor político”.
Pbro. Luis Escudero Gallo/ Coordinador de la Comisión Diocesana de Pastoral Social
El pasado 2 de junio casi 36 millones de mexicanos eligieron a Claudia Sheinbaum para ser la próxima presidenta de México de un padrón electoral de casi 100 millones de personas. De acuerdo con el cómputo distrital del INE, el 61% de la lista nominal de electores acudió a las urnas. Por muchas razones esta elección se puede considerar histórica: en primer lugar, a nivel local y federal se eligieron más de 20 mil 500 cargos. Hubo una importante votación de mexicanos en el extranjero y también pudieron votar personas que se encontraban en prisión preventiva. El Poder Ejecutivo Federal por primera vez tendrá como titular a una mujer.
Otra situación a destacar es que Morena se está convirtiendo en un partido hegemónico, ya que la mayoría de los estados tienen gobernadores de este partido; también tiene una mayoría en la Cámara de Diputados. Los diputados de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo tienen casi el 75% de la representación popular. En el Senado Morena y sus aliados tienen poco más del 60% de la representación, permitiendo que las iniciativas de Sheinbaum puedan ser aprobadas y convertirse en ley con mayor facilidad.
Una de las características de las democracias modernas es el pluralismo y, en este momento, en México, los partidos de oposición están muy debilitados y en crisis. Incluso el PRD perderá su registro a nivel federal por no haber cumplido con el mínimo de votación.
Ante esta nueva realidad vienen grandes oportunidades para México. Claudia Sheinbaum debe conciliar con todos los actores políticos del país e incluir a todos aquellos que no votaron por ella. Los partidos de oposición, PRI y PAN, deben reflexionar sobre lo sucedido y definir el rumbo hacia las elecciones intermedias de 2027.
Los ciudadanos necesitamos darnos cuenta de la importancia de involucrarnos en el quehacer público de manera cotidiana, nuestra participación activa y el exigir la rendición de cuentas a nuestras autoridades es fundamental para el desarrollo democrático de México.
Mtra. María Mercado/ Politóloga y docente]