Lectio Divina correspondiente al 11 de julio Domingo XV del Tiempo Ordinario … Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ Instituto Bíblico San Jerónimo
Frase…
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes, para que podamos comprender cuál es nuestra esperanza que nos da su llamamiento.
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Marcos 6, 7-13
Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. Les ordenó que no tomaran nada para el camino, excepto un bastón. Ni pan ni morral, ni dinero consigo. Que llevaran sandalias, pero no dos túnicas. Les dijo, además: Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de aquel lugar. Si en algún sitio no los reciben ni los escuchan, váyanse de allí y sacudan el polvo de la planta de sus pies, como testimonio contra ellos. Ellos salieron a predicar y exhortaban a la conversión. Expulsaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban. (Texto tomado de la Biblia de América)
Meditar la Palabra
Después de haber leído el texto del evangelio y para una mejor reflexión hagámonos las siguientes preguntas:
¿A quiénes envía Jesus de dos en dos? ¿Qué poder recibieron estos enviados?
En el envío de estos misioneros ¿Qué les fue prohibido llevar?
Cuando salen, ¿en su predicación a qué exhortaban?
Además de expulsar demonios ¿Qué hacían los apóstoles?
Breve Estudio Bíblico.
La Carta a los Efesios nos llena de buenas noticias para quienes tenemos la esperanza en Cristo, primeramente, nos recuerda que por voluntad del Padre hemos sido llamados a ser sus hijos adoptivos a través de Jesús y por medio de su muerte en la cruz hemos recibido la gracia de la redención de nuestros pecados; el autor hace hincapié en que esto es parte de un plan salvífico que el Padre había preconcebido para su realización en Jesús. Además, nos recuerda que quienes hemos creído a través de la Palabra, de la Buena Nueva, estamos sellados con el Espíritu Santo. Debemos recordar que esta carta fue escrita para una comunidad cristiana que no convivió con Cristo y su evangelización fue similar a la nuestra: es decir, por la escucha del Evangelio y el testimonio de otros cristianos (quizás nuestros padres). Algunos exégetas aseguran que estos versículos formaban parte de una liturgia de iniciación cristiana en las primeras comunidades (a finales del siglo I).
El primero en su redacción de los cuatro Evangelios: Marcos, en su capítulo seis, Jesús hace el envío “oficial” de sus discípulos y resalta algunas características: 1) Ir en pares, esto para dar validez (de acuerdo con la mentalidad judía de la época ver Dt 17,6; 19,5) ya que el testimonio es respaldado por dos personas. Esta costumbre se preservó en la comunidad primitiva (Hech 13,2; 15,40). 2) Será un viaje largo, pero deberá hacerse con austeridad; sin dinero, un par de sandalias y solo una túnica (en esa época dos túnicas era un lujo). 3) Formar comunidad en donde sean recibidos. 4) Ellos no deben predicarse a sí mismos sino ser portavoz de quien los envía. 5) Por último, si no los reciben ni escuchan no deben desanimarse ante el fracaso.
Este primer e histórico envío es modelo hasta nuestros días en la Iglesia. La renuncia a todo lo superfluo confirma su mensaje: la salvación es para todos, pobres y enfermos. Quien no recibe a los enviados, se cierra el mismo el camino hacia la salvación. Recordemos que la palabra de salvación es eficaz y la fuerza de Dios inquebrantable.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
¿Alcanzo a comprender que, en el plan salvífico del Padre, por medio de la sangre de su hijo Jesús, me incluye y me ofrece la salvación eterna?
¿La importancia del testimonio para la evangelización hoy también es importante?
¿Doy testimonio en mi familia, a mis amigos y vecinos de ser un verdadero cristiano o me escudo de serlo aparentando ser una persona que por “respeto” no se involucra en asuntos religiosos?
¿La carta a los Efesios me deja claro que ya desde el siglo I las comunidades primitivas daban importancia al hecho de reconocerse como hijos adoptivos de Dios como fruto de la sangre derramada en la cruz?
Después de leer las citas de la Escritura que forma parte de nuestra liturgia del próximo domingo, y concientizándonos que el Evangelio de Marcos y la Carta a los Efesios fueron escritos hace más de 1,950 años, a solo unos cuantos después de la resurrección: ¿Veo cómo la Tradición Apostólica está presente en nuestra Iglesia y se erige como un pilar de nuestra fe cristiana?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor,
que sepamos prestar oído al llamado de tus enviados,
que escuchemos el mensaje de conversión,
que reconozcamos el mensaje de salvación,
que aceptemos ser parte del plan de salvación del Padre.
Que el Padre de nuestro Señor derrame
sobre nosotros sabiduría e inteligencia
para que seamos capaces de convertirnos
y alcanzar la esperanza de la salvación eterna
Amén.
- Contemplación:
Para la contemplación podemos repetir varias veces un versículo de la Sagrada Escritura para que entre e ilumine nuestro corazón.
«Con su muerte, el Hijo nos ha obtenido la redención y el perdón de los pecados,» (Ef 1, 7)
Hagamos el propósito de repetir este versículo durante la semana.
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Esta semana la liturgia de la Palabra a través del evangelio de Marcos y la Carta a los Efesios nos llama a la conversión y a reconocer el plan de salvación del Padre.
Propuesta: Esta semana trataré de acercarme al sacramento de la reconciliación, de encontrar a través de ese sacramento el perdón de mis faltas. Además, buscaré el momento adecuado para tener un momento intimo con Jesús a través de su Palabra, la Biblia. No deberé olvidar a mi prójimo, al desprotegidos y débil; la construcción del Reino es aquí y ahora. Nuestra diócesis nos hace el llamado a participar del programa “Todos en la Misma Barca”; compartir es una forma de amar.