Ana María Ibarra
Con el objetivo de capacitar a quienes atienden o desean atender un Centro de Escucha, el pasado sábado 8 de febrero se realizó una sesión de capacitación. En esa ocasión el tema fue el duelo, dirigido por Jesús Anguiano Martínez, psicólogo y tanatólogo de la Dimensión Fe y Compromiso Social, quien aseguró que la mayoría de las personas que acuden a los Centros de Escucha tienen duelos sin resolver.
“En esta sesión les estamos ofreciendo herramientas para cuando escuchen a las personas, puedan acompañarlas de la mejor manera», compartió.
El facilitador comentó que anteriormente, aquellos que deseaban apoyar en los Centros de Escucha, primero tenían que vivir un taller de escucha y esta sesión fue la primera de un periodo de capacitación que se pretende ofrecer mensualmente.
«Las personas en esta capacitación ya están en centros de escucha o tienen intenciones de trabajar en algún centro de escucha en alguna parroquia», explicó.
Dijo que para acompañar en una pérdida, primeramente se tienen que resolver los propios duelos, de tal manera que como primera parte del taller, se presentaron conceptos básicos sobre el duelo y sus etapas, y luego se dio espacio a los asistentes para hablar de sus propias pérdidas y así poner en práctica la escucha.
“Necesitan trabajar de modo personal para reconocer lo que hay dentro y puedan crecer para que la herramienta se interiorice y les sea más fácil ayudar al otro”, agregó.
Centros de escucha
En la diócesis existen centros de escucha en parroquias y capillas tales como la capilla del Perpetuo Socorro, sede de la capacitación; las parroquias Santo Niño de Atocha, Catedral y San Judas Tadeo.
“El objetivo es llegar a más lugares posibles dentro de la diócesis, incluyendo el Valle y Ciudad Ahumada”, señaló el entrevistado.
Los centros de escucha se ofrecen a aquellas personas que han vivido violencia de manera personal o son afectadas por algún suceso violento en su entorno.
“El propósito es crear una cultura de paz y esta se da cuando las personas son escuchadas y sanan interiormente y así se convierten en faros para la gente que está a su alrededor”, dijo.
Ayuda especializada
Jesús resaltó que la atención que se da en los centros de escucha no es una terapia, sino un acompañamiento, y las personas asisten el tiempo que lo necesiten.
“Cuando una de esas personas necesita una atención más especializada, se envía con un psicólogo o tanatólogo de la Dimensión diocesana”, añadió.
El especialista compartió que el siguiente mes la capacitación abordará el tema del suicidio, y las dos siguientes sesiones serán sobre ‘discípulos de paz’, impartido por el grupo Barrios Unidos, como un intercambio de apoyo y conocimiento en la Dimensión de Fe y Compromiso Social.
Jesús invitó a las personas que necesitan ayuda a que se acerquen a un Centro de Escucha, sin importar la edad, ni credo.
“A la gente de las parroquias y que tengan el don de escuchar, acérquense, muchas personas necesitan ayuda. Entre más seamos, más pronto nos convertiremos en una comunidad de paz”, invitó.