Diana Adriano
Como asesor del Movimiento María Mediadora desde hace nueve años, el padre Jorge González ha podido constatar los grandes frutos de esta comunidad, así como la conexión que tiene con los signos de los tiempos.
En entrevista con Periódico Presencia, el padre Jorge dijo que María Mediadora se ha convertido en un faro contemporáneo de luz, que ofrece repercusiones muy valiosas.
Carisma muy marcado
El sacerdote valoró el servicio de la Comunidad María Mediadora, pues dijo, al promover la sanación en medio de la violencia, se convierte en un signo representativo de los desafíos contemporáneos que enfrenta la sociedad.
Destacó la importancia de este servicio que busca lograr la reconciliación, algo que incide también en reconstrucción del tejido social.
“La comunidad María Mediadora viene como anillo al dedo para lograr trabajar en toda esta reconstrucción del tejido social, pues no solo responde a las demandas del momento, sino que se integra de manera coherente y eficaz en los esfuerzos más amplios de reconciliación y sanación social en la diócesis”, dijo.
Experiencia enriquecedora
Acompañar a la Comunidad de María Mediadora ha sido para el padre Jorge, “una experiencia enriquecedora y todo un reto”.
Reconoció la labor de los laicos que trabajan en este servicio, pues, dijo, son “fuente fundamental que sostiene la Iglesia en Ciudad Juárez”.
Desafíos
Pero el sacerdote también habló sobre los desafíos que enfrenta como asesor de María Mediadora en medio de la «gran riqueza» que vive con el desarrollo y expansión de la comunidad.
“La gente identifica más al sacerdote que tienen más cerca, que en este caso es su servidor, y en ese sentido ha sido todo un reto”, dijo refiriéndose a la responsabilidad que tiene con la administración del sacramento de la Confesión , así como con la dirección espiritual que muchos servidores y beneficiarios piden como aspectos fundamentales en su búsqueda de sanación.
Los frutos
Para el padre Jorge, un fruto muy valioso del trabajo que realizan los “Discípulos de Jesús 2023” es “la restauración de familias y la liberación de personas que llevaban mucho tiempo atormentadas”.
“He sido testigo de familias que han sido restauradas, personas que lograron desatar lo que traían atorado desde hace muchos años”, dijo refiriéndose al inmenso valor que tiene la oración que se enseña y promueve en CMM.
“Estos testimonios revelan el impacto positivo y transformador que tiene la labor espiritual de la CMM, evidenciando una capacidad única para aliviar el sufrimiento emocional y restaurar la paz en la vida de aquellos que buscan ayuda”, reflexionó.
Asimismo, el padre Jorge dijo que observa con alegría el crecimiento de la Comunidad de María Mediadora.
“Cuando uno ve crecer a la comunidad con gente sana, que cuida su vida de fe, que alimenta un corazón, el fruto inmediatamente se ve», expuso.
Finalmente felicitó al equipo de la comunidad María Mediadora por que “han logrado mucho en la vida de las personas”.
“Hay mucha gente agradecida con esta comunidad por todo lo que logró hacer en su vida”, concluyó.