Diana Morales/ Abogada derechohumanista
Soy provida. Cuando he sostenido debates, tanto con amigas, como con conocidos que son “pro choice” o que apoyan el aborto, sólo una de ellas ha sido lo suficientemente valiente y coherente en sus argumentaciones, que me parece más respetable que todas aquellas que por cuestiones solamente sentimentales y sin peso argumental, me dicen falacias, mi insultan y me dicen que no soy progresista (como si matar a un ser humano sea progreso). En fin, así son los debates.
Lo más curioso es que trato de profundizar ante este dilema tan profundo para la mujer y sus decisiones, buscando a los filósofos que son abortistas. Me encuentro a Peter Singer, Richard Dowking, Mary Anne Warrner y otros. El primero de ellos me sorprende por su honestidad intelectual, porque no está contra la premisa anti aborto, es más, Peter Singer, en su argumentación formula así el “silogismo anti-aborto”:
1) “Está mal matar a un ser humano inocente”.
2) “Un feto humano es un ser humano inocente”.
Conclusión: “Está mal matar a un feto humano”
Y manifiesta:
“No existe absolutamente ninguna duda de que un feto es un ser humano, en el sentido de que es un ser vivo perteneciente a la especie humana y distinto de su madre. Negar esto supondría una ignorancia excesiva o mala fe. En ambos casos, el más elemental conocimiento destruiría esta opinión, por lo que ni siquiera cabría comenzar un debate. Si el problema a discutir fuera el de la humanidad del embrión, no habría, en realidad, discusión posible».
Así mismo dice que negar dicha humanidad es una pretensión estéril y tonta.
En clara concordancia con su pensamiento dice que es lícito decir que podemos ser infanticidas, sin que eso implique golpes de pecho de las abortistas, e «impuros» (palabras de él).
Siguiendo con su posición, Singer menciona que en varias civilizaciones se eliminaba a los niños diferentes, y nos comparte la idea de que ‘se trataría de espantosos ejemplos bárbaros de la moralidad no cristiana’.
Por el contrario, piensa que “en el caso del infanticidio, es nuestra cultura la que tiene
algo qué aprender de otras, sobre todo ahora que, como ellos, estamos en una situación en la que tenemos que limitar el tamaño de la familia”.
Lo que hace un tiempo era considerado “espantoso”, tal vez ahora deba ser visto como “civilizado”, afirma.
¿Qué digo ante esto?: pues que las abortistas deben aceptar que (el aborto) es infanticidio, pero no lo hacen porque sería una carga insoportable de llevar para las mujeres y para los que dicen defender el cuerpo de las mujeres. Sería insoportable reconocer que no hay justificante alguno, ni siquiera filosófico.
Singer es utilitarista y como tal, es coherente. El punto es que no estoy de acuerdo con él, porque la raza humana no tiene derecho a elegir quién vive o no. Si no, pregúntele a Hanna Arendt, judía que vivió el Holocausto, quien menciona: » la vida de cada uno es singular e irrepetible».
En el aborto estamos privando a este mundo de alguien, sin derecho. Ese es el gran problema con los utilitaristas (como los nazis y los stalinistas). Yo me preguntaría: ¿Quién tiene derecho a vivir y quién no? y ¿Quién será el que diga: éste sí y éste no?
Por lo menos lo no nacidos, son inocentes.