Diana Adriano
La celebración solemne de la Inmaculada Concepción de María también se engalanó con la ordenación de los seminaristas David Hernández y José Farías, quienes fueron consagrados diáconos transitorios en camino a su ordenación sacerdotal.
Ellos han procurado responder a Dios desde su historia personal, integrando en su vida la llamada de Dios a dejarlo todo y dejando otros caminos.
En la celebración realizada en la parroquia El Señor de la Misericordia, amigos y familiares de los nuevos diáconos se encontraban también entre los asistentes que pudieron atestiguar personalmente tan importante momento.
Ministerio diaconal
Durante la procesión sacerdotal al inicio de la celebración y en medio de los cantos religiosos, los candidatos a diáconos fueron bendecidos en los pasillos de la iglesia por sus propias familias, antes de ser presentados en el altar.
Durante la celebración, monseñor Guadalupe Torres Campos, compartió que estos nuevos diáconos, futuros sacerdotes, fueron llamados personalmente, fruto del amor de Dios y agregó, “Hoy Dios confirma ese llamado, los bendice y los colma de bienes con el don del diaconado”.
Añadió que todos están invitados a vivir en la gracia de Dios, a ejemplo de María.
Uno de los momentos más impactantes es el que vivieron los ordenandos en la letanía de los santos, pues permanecieron postrados en el suelo, en signo de humildad y petición.
En esa misma línea, en un momento de silencio, los nuevos consagrados fueron revestidos por la imposición de las manos del señor obispo como diáconos de la Iglesia Universal.
Así, fueron puestos al servicio de Dios y de la Iglesia, con la misión de santificar, guiar y enseñar al pueblo de Dios.
Como diáconos de la Iglesia, a David y José se les confía el servicio del altar, el cuidado de los enfermos, la celebración de las exequias, la administración del Bautismo y del Matrimonio, así como proclamar la Palabra y preparar el altar en la Asamblea Eucarística.
Nueva misión
Al finalizar la celebración, el obispo dio a conocer que el nuevo diácono transitorio David Hernández, continuará con su servicio en la parroquia María Reina del Universo; mientras que el diácono transitorio, José Farías, seguirá de apoyo en el Seminario Conciliar de Ciudad Juárez.
“Nos sentimos muy bendecidos, con una alegría plena por este regalo que Dios nos da. Seguimos orando para que al igual que nosotros, haya familias bendecidas con jóvenes que aceptan sobre todo a Dios, y en ese peregrinar entren al Seminario, como nuestro hijo.
Nos sentimos alegres porque sabemos que Dios nos ama. Bendito sea Dios por estas vocaciones”.
Yolanda Martínez y Manuel Hernández Padres de David Hernández
“Nos sentimos muy orgullosos de él porque ha demostrado su dedicación y su esfuerzo por conseguir su deseo de ser ordenado. Esperamos que Dios lo acompañe siempre, para que cumpla de su mano, todas las metas que desee. Lo amamos y es nuestro tesoro”
Eva Farías y Pedro Pérez