Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado….
Lectio Divina correspondiente al 15 de mayo, V Domingo de Pascua … Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Juan 13, 31-33a. 34-35
Al salir Judas, dijo Jesús: –Ahora va a manifestarse la gloria del Hijo del hombre, y Dios será glorificado en él. Y si Dios va a ser glorificado en el Hijo del hombre, también Dios lo glorificará a él. Y lo va a hacer muy pronto. Hijos míos, ya no estaré con ustedes por mucho tiempo.
Les doy un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros. Como yo los he amado, así también ámense los unos a los otros. Por el amor que se tengan los unos a los otros reconocerán todos que son discípulos míos. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
¿Cuál de los doce discípulos salió (del cenáculo) antes de que Jesús les hablara sobre la manifestación de su gloria?
Dios es glorificado en Jesús ¿Dios cómo responde a eso?
El Maestro, en ese momento agrega un mandamiento más. ¿Cuál es ese mandamiento?
¿De qué manera les dice Jesús que se deberán amar los unos a los otros?
¿Cómo se podrán reconocer los discípulos de Jesús?
Breve Estudio Bíblico.
El Evangelio del quinto domingo de Pascua nos presenta lo que sucede al final de la última cena, una vez que Judas sale a consumar su traición. Jesús hace algunas recomendaciones al grupo de los once discípulos que estaban con él. Primeramente, les hace un recordatorio sobre su muerte al comentarles que ya no estará con ellos por algún tiempo, después les da un nuevo mandamiento: amarse los unos a los otros. Sin embargo, esta forma de amarse entre ellos la detalla Jesús al agregar que ese amor deberá ser como el que siente él por ellos. La escala de amor queda determinada y al mismo tiempo les marca un parámetro difícil de superar. Este amor trasciende a los apóstoles posteriores, a los misioneros y discípulos de hoy, ayer y siempre.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Uno de los Doce deja anticipadamente la cena en la que celebraban la Pascua con Jesús; lo hace de manera discreta y sale para entregar al Maestro a los sacerdotes, escribas y herodianos que buscaban su muerte. ¿De cuál tipo de discípulo eres? ¿del que ante la incertidumbre y deseos egoístas te deshaces del Maestro? o ¿del que se queda hasta el final con Jesús y se compromete?
Jesús, les advierte a los discípulos esa noche que los dejará por algún tiempo, eso debió generar inquietud y tal vez temor. Lo que siguió, la pasión y muerte del Maestro no fue agradable para ellos, sin embargo, la Resurrección de Jesús vino a alegrarles y llenarles de valor, no sin antes vivir esos días de incertidumbre y miedo. ¿Sientes esta alegría de la Pascua? ¡Resucitó! No tenemos ya ese temor que vivieron los Apóstoles, para nosotros el Resucitado está aquí.
El Maestro antes de su pasión les deja un nuevo mandamiento. Este mandamiento de amor compromete, y lo deja claro, debe ser un amor como el que él siente por nosotros, un amor que está a toda prueba. ¿Tu amor por la familia es como el de Jesús? ¿El amor por tus semejantes se parece al de él? Tus acciones de apoyo al necesitado ¿son fruto del amor?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
al igual que tus discípulos quiero dar testimonio de ti,
permite que viva esta Pascua de Resurrección como ellos,
lléname de alegría y valor para amar,
para amar como tú lo mandaste
Señor,
dame la fuerza necesaria para seguirte,
para obedecerte y saber amar,
quiero encontrarme contigo,
en tu Palabra y en tu Pan de Vida
Amén.
- Contemplación
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
« Esta es la morada de Dios con los hombres. » (Apocalipsis 21, 3)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
El Evangelio que hemos leído nos invita a amar y amar como Jesús nos ama, eso nos exige saber perdonar y saber entregarnos por los demás. No podemos decir que hacerlo es fácil, pero con fe y oración podremos lograrlo. Esta semana no olvidemos que el Resucitado nos espera en el altar, está ahí y nos ofrece su Palabra y su Pan de Vida.
Propuesta: Hagamos un acto de amor por los necesitados y olvidados, por los migrantes y por los débiles. Compartamos algo de alimento en los centros de acopio del programa diocesano “Todos en la Misma Barca” mostremos así nuestro amor por ellos.
Primera Lectura: Hechos 14, 21-27
Salmo 144
Segunda Lectura: Apocalipsis 21, 1-5
Color: Blanco