Lectio Divina correspondiente al domingo 17 de noviembre XXXIII Domingo Tiempo Ordinario
Jorge Sánchez/IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Marcos 13, 24-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando lleguen aquellos días, después de la gran tribulación, la luz del sol se apagará, no brillará la luna, caerán del cielo las estrellas y el universo entero se conmoverá. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad. Y él enviará a sus ángeles a congregar a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales y desde lo más profundo de la tierra a lo más alto del cielo.
Entiendan esto con el ejemplo de la higuera. Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así también, cuando vean ustedes que suceden estas cosas, sepan que el fin ya está cerca, ya está a la puerta. En verdad que no pasará esta generación sin que todo esto se cumpla. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. Nadie conoce el día ni la hora. Ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre’’.
Ahora hagámonos las siguientes preguntas:
¿A quién se verá venir con gran poder y majestad después de la gran tribulación?
¿A quiénes congregarán los ángeles?
¿Con qué ejemplo compara Jesús la señal del fin de los tiempos?
Podrá dejar de existir el cielo y la tierra, pero ¿qué pasará con las palabras de Jesús?
¿Quién es el único que conoce el día y la hora?
Interioricemos en el texto
Este pasaje del evangelio nos presenta un diálogo de Jesús con sus discípulos en el cual utiliza un lenguaje que resalta condiciones extremas de la naturaleza para significar el final de los tiempos, es decir, la segunda venida gloriosa de Jesús y el llamado a los elegidos, los que vivieron en santidad, los que mantuvieron su fe en él. Para clarificar sus palabras utiliza también una parábola sobre la higuera para invitar a estar alertas y conscientes de que habremos de ser llamados ese día. La generación a la que hace referencia debemos entenderla no como un punto en el tiempo sino como como un estado de incredulidad por parte de los hombres que hoy aún persiste.
“En el día del juicio se obscurecerán las estrellas, no por la disminución de su ardiente luz, sino por la claridad que llegará inesperadamente de la verdadera Luz, es decir, del Juez Supremo.” San Beda. “No nos opongamos a la primera venida, para que no nos horroricemos en la segunda.” San Agustín.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Las palabras de Jesús son un fuerte llamado para tomar consciencia de la presencia de Dios para juzgarnos ¿estamos preparados para ese juicio?
Si la finalidad de la segunda venida de Jesús es reunir a sus elegidos y no conocemos nosotros ni el día ni la hora ¿llevamos una vida congruente que nos conduzca a ese encuentro con Jesús?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
ayúdame a cumplir tu palabra,
permite que haga tu voluntad y no la mía
para ser llamado cuando vengas de nuevo.
Espíritu Santo,
ven en mi auxilio, robustece mi fe
para ser uno de los convocados
en el día final.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces durante la semana un versículo de la Sagrada Escritura para que alimente nuestra fe:
« Sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti »
(Salmo 16, 11)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Llevar una vida acorde a las enseñanzas de Jesús es lo que nos ayudará en el día de la prueba; reflexionemos al final de cada día si lo hemos vivido congruentemente a su palabra.
Propuesta: Esta semana busquemos ser obedientes a la fe y pongámonos al servicio de los necesitados y olvidados. Compartamos con ellos nuestras oraciones y también parte de los dones que hemos recibido de nuestro Padre. El frío ya esta presente y podríamos hacer llegar ropa protectora a migrantes quienes no están preparados para este clima entregándola en algún albergue o en La Casa del Migrante. No olvidemos a los niños que viajan como migrantes y si es posible hagámosles llegar un juguete que les traiga alegría.