Sergio Madero Villanueva/Abogado
Estamos por terminar el 2025, un año jubilar que fue dedicado por el Papa Francisco a la Esperanza. Tuve la oportunidad de peregrinar con Irma precisamente en el mes de abril, en el que la intención del Papa fue el buen uso de las nuevas tecnologías, que tanto nos maravillan como nos espantan.
El surgimiento de la inteligencia artificial y la propagación exponencial de su uso inundan y desbordan las redes con opiniones y productos que, cada vez con mayor frecuencia, no tienen nada que ver con la realidad. Existen plataformas como SORA, que son capaces de crear un vídeo con unas breves indicaciones de texto o voz, así que ahora el YouTube y otras redes están repletas de supuestos documentales que aseguran haber descubierto evidencias arqueológicas del lugar donde fue enterrado Moisés y otras cosas por el estilo, y están tan bien hechas que es fácil confundirse.
El Papa mostró su preocupación por esta realidad, la tendencia cada vez más firme a pasar tiempo mirando pantallas y tenerlas como la principal fuente de información y entretenimiento es ya exagerada, y no siempre lo que se consume es constructivo, a grado tal que los Oxford Dictionaries eligieron como palabra del año en 2024 “Brain rot”, que definen como un estado de deterioro mental causado por el consumo excesivo de entretenimiento basura, especialmente en línea.
En esa misma línea, la revista The Economist a elegido para el 2025 como palabra del año el término “slop”, que antiguamente solía designar los restos de comida con que se alimentaba a los cerdos, y que hoy refieren a las tonterías de las que están inundadas redes y sitios de internet.
La abundancia de tal cantidad de contenido basura y el aumento de su consumo terminan creando un estado de insatisfacción en la persona, algo que en términos modernos se designa como el “vacío del algoritmo”, y, sobre todo los jóvenes, están empezando a cambiar y buscan algo real, muchos de ellos lo están encontrando en la fe.
Algunas fuentes señalan que, en Estados Unidos, la catolicidad entre los menores de 35 años pasó del 34% al 41% en solo dos años, y aunque no mencionan el período específico, se sabe que la Diócesis de Fort Worth, Texas, tuvo un salto del 72% en conversos entre 2023 y 2024.
Un estudio de YouGov en colaboración con Bible Society encontró que el 48% de los jóvenes de 18 a 24 años en Inglaterra y Gales cree en Dios, un aumento significativo comparado al 29% registrado en 2018.
Plataformas como YouTube, TikTok e Instagram muestran con mayor frecuencia creadores católicos, lo que rompe el paradigma impuesto por la “corrección política” de limitar la religiosidad a un ámbito privado.
La información que le comparto la verifiqué a través de ChatGPT y su conclusión fue: Parece que la Generación Z sí está experimentando un notable resurgimiento en su interés por la fe, y el catolicismo en particular, buscando un propósito y valores más profundos en un mundo cada vez más digital y a veces superficial.
No se usted, pero a mí conocer estos datos me llena de esperanza y júbilo, y me parece una excelente noticia para cerrar el año.
Blanquita me preguntaba mis deseos para nuestra diócesis en el próximo año, pues le deseo que experimente un resurgimiento de la fe, y de sus frutos, que miles, cientos de miles de católicos adormecidos se vuelquen a trabajar en la obra del Señor y motiven a quienes aún no forman parte de nuestra Iglesia para que experimenten la conversión a la verdad.
La tendencia internacional demuestra que los muchachos están ansiosos de llenar su vida con la verdad, atraerlos y conservarlos es labor nuestra, de eso platicamos el año que viene, cuando nos encontremos hablando de…
































































