Biol. Luis C Salmerón Guerrero/ Consultor en responsabilidad ambiental
Vivimos en un desierto, sin embargo la creación y la naturaleza nos han dado el regalo del agua del subsuelo, el 100% del agua que usamos para la red pública y llevar agua a las casas, negocios y empresas se extrae de pozos profundos. Dice el dicho, “Dios da el agua, pero no la entuba”. En las tuberías tenemos la mayor oportunidad de mejorar en el manejo del vital líquido. En esta época del año aumenta la demanda de agua, es normal, solemos usarla para refrescarnos, nuestros jardines requieren mas agua, los aparatos de aire usan agua mas inyectar aire fresco en la casa, comercios e industria, incluso el agua es un medio de recreación y deporte en las albercas públicas y privadas. Este aumento del uso explica la falta de agua, nuestro sistema de agua potable tiene un límite, que se lleva al extremo en esta época.
Una buena parte de la solución la tiene el organismo operador, requerimos una JMAS más eficiente y efectiva, que administre mejor aún los recursos técnicos y económicos para que las fugas sean cada vez menos, que el agua llegue a todas las casas y que la calidad se mantenga buena. Pero eso no es suficiente, también es necesaria la participación de toda la sociedad, especialmente de los que tenemos el privilegio de tener agua en nuestro domicilio, es necesario ahorrar agua, usarla racionalmente e invertir en el mantenimiento de nuestras instalaciones. Pagar el agua no me da el derecho a desperdiciarla, mi pago justifica usarla con la comodidad que el servicio nos ofrece y sobre todo poder llevar agua a muchos otros que no la tienen en la misma calidad, cantidad o comodidad.
Misión de los católicos
¿Que debe hacer un católico comprometido? Cuidar la creación y aprovecharla racionalmente, ¿Esto cómo se traduce? Evitar fugas en el interior de mi casa, lavar trastes con menos agua, bañarnos en un tiempo promedio de 5 minutos, asegurar que nuestros sanitarios no tienen fuga por el “sapito”, lavar autos con una cubeta o lavarlos en lugares donde se aprovecha el agua tratada, regar nuestros jardines de noche y sin encharcar, cambiar a jardines que consuman menos agua, aprovechar, cuando se pueda, el agua tratada para regar jardines. No comprar agua embotellada (porque al embotellarla, se desperdicia mucha agua) Pagar nuestro recibo, para que ese dinero se use para llevar agua a otros que no la tienen.
En días recientes he recibido mensajes de que el agua se va a acabar, creo que esta afirmación se debe matizar, según expertos, para nuestra región no hay evidencias claras de las reservas de agua en el subsuelo, lo que sí sabemos, es que conforme la calidad del agua va bajando, nos indica que estamos acercándonos al fondo del acuífero. Por ahora tenemos avisos de advertencia, cada año baja la calidad del agua y la JMAS tendrá que invertir más en garantizar su potabilidad. Dicho de otro modo el agua barata se está acabando. Muchos piensan que pagamos mucho por el recibo mensual del agua, que el agua es cara; los invito a que se informen y comparen lo que otras ciudades pagan por el agua, pero más aún, que vean cuánto paga una familia que no tiene agua entubada en su domicilio.
Somos afortunados
Vivimos en un desierto y somos una ciudad afortunada, la gran mayoría de las casas gozamos de agua de buena calidad y suficiente todo el día y todo el año, los apagones de la CFE han afectado las bombas y eso hace fallar el suministro, pero ese es otro tema. Mantener el abasto es cada día mas difícil técnica y económicamente.
Somos responsables de nuestro destino colectivo, todos podemos hacer algo para ahorrar agua, todo esfuerzo cuenta, son las pequeñas acciones cotidianas que hacemos, casi sin darnos cuenta, las que pueden hacer la diferencia entre un futuro fresco con agua suficiente, de buena calidad y en la comodidad de nuestras casas.
Hoy todavía tenemos agua, nos hace falta recordar que hermanos nuestros, en nuestra ciudad, no tienen el agua a su alcance y hacen mucho esfuerzo por tener al menos agua para beber. Hay esperanza, pero sobre todo, hay trabajo por hacer.