Dr. Alfredo Morales González/ Ortodoncista
Nos seguimos quedando muy limitados como sociedad ya que nos hemos acostumbrado a que nos digan por donde ir y hacia dónde dirigirnos. Mientras no actuemos con valentía y pensemos con sensatez nuestro andar por el mundo será sin rumbo.
La despenalización del aborto es una clara prueba de imposición de leyes de todos los que existimos y los que están por nacer pero que lamentablemente nos han limitado nuestra libertad de decisión y expresarnos libremente. Cuando se pierde el valor por la vida creo que ya son pocas cosas que podemos esperar como seres humanos. Tal pareciera que nos estamos quedando mudos, pero también sordos, y que nuestros intereses “sociales-materiales” son los que llevan las riendas de nuestro camino.
Tenemos un problema social y económico más acentuado aquí en la franja fronteriza, así que no podemos cerrar los ojos y olvidarnos de la situación en la que estamos viviendo actualmente, por mencionar algunos asuntos por resolver en nuestra comunidad y que sin duda a todos nos afecta, como es el fenómeno urbano de la deportación, así como el fenómeno de racionalidad vs ideología.
Debemos reforzar nuestros cimientos en la fe, poniendo en primer lugar a Dios por encima de nuestras carencias y necesidades dejando que nuestra vida fluya con los principios en el amor, en el respeto y a considerarnos como lo que somos, una obra maestra de Dios. Si nosotros no recuperamos nuestro valor como verdaderos hijos de Dios, nadie va a venir a preocuparse por nosotros. Todo nuestro esfuerzo y cambio tiene que venir de adentro hacia afuera y no esperar que sea a la inversa y mucho menos esperar de alguien que nos venga a cambiar y que se “preocupe por nosotros” porque verdaderamente eso no existe.
¡Así es!, hablo del dominio de nosotros mismos para así poder ayudar a nuestros hijos, familias, sociedad, ciudad, estado, país y mundo
Empezar por vigilar lo cotidiano, la vida se desenvuelve en lo cotidiano y es ahí donde debemos comenzar. Lo primero, avanzar con una sonrisa, no quejarse tanto. Entender que uno mismo es artífice de su vida, responsable de lo que vive y de todo cuanto le sucede que de una u otra manera lo ha elegido ahora. Todo lo que redunde en ser una mejor persona es verdadero y es bueno.
Recordemos que en nuestro viaje por la vida se trata de aprender, enseñar y construir una mejor sociedad que la que nos tocó vivir.
Concluyo citando respetuosamente unas líneas de nuestro obispo J. Guadalupe Torres Campos en el comunicado emitido el día 30 de enero 2025 a nuestra Diócesis de Ciudad Juárez a propósito de la sentencia de la SCJN sobre la despenalización del aborto en Chihuahua.
“El gobierno, la sociedad civil y la Iglesia hemos de buscar otros recursos que sean portadores de esperanza y verdadera solución”.
“Exhorto particularmente a la comunidad diocesana, para que, en circunstancias críticas como ésta, redoblemos nuestra creatividad e inventiva. Que cada comunidad parroquial, institución eclesial y familia, sea en primer lugar, un espacio donde todos aprendamos a valorar el don de la vida”.
“La defensa de la vida no es un tema exclusivo de la fe, sino una exigencia de humanidad”.