Lectio Divina correspondiente al 16 de abril de 2023, II Domingo de Pascua…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Juan 20, 19-31
Aquel mismo domingo, por la tarde, estaban reunidos los discípulos en una casa con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: –La paz esté con ustedes. Y les mostró las manos y el costado. Los discípulos, se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús les dijo de nuevo: –La paz esté con ustedes. Y añadió: –Como el Padre me ha enviado, yo también los envío a ustedes. Sopló sobre ellos y les dijo: –Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengan, Dios se los retendrá.
Tomás, uno del grupo de los Doce, a quien llamaban «El Mellizo», no estaba con ellos cuando se les apareció Jesús. Le dijeron, pues, los demás discípulos: –Hemos visto al Señor. Tomás les contestó: –Si no veo las señales dejadas en sus manos por los clavos y no meto mi dedo en ellas, si no meto mi mano en la herida abierta en su costado, no lo creeré. Ocho días después, se encontraban de nuevo reunidos en casa todos los discípulos de Jesús. Estaba también Tomás. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: –La paz esté con ustedes. Después dijo a Tomás: –Acerca tu dedo y comprueba mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente. Tomás contestó: –¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: –¿Has creído porque me has visto? Dichosos los que han creído sin haber visto. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
¿Qué día de la semana era cuando estaban los discípulos a puerta cerrada? ¿a quiénes tenían miedo?
Estando a puerta cerrada Jesús se les aparece, les da la paz y ¿qué les muestra?
Jesús envía a los discípulos, como el Padre lo envió a él y soplando sobre ellos ¿qué les dice?
¿Cómo se llamaba el discípulo que al no estar presente ese domingo decía no creer hasta no ver y tocar las heridas de Jesús?
Cuando se presenta nuevamente Jesús ante los discípulos y ya encontrándose Tomás, a quien invita a tocar sus heridas ¿qué expresión dice Tomás y cuál es la respuesta que le da Jesús?
Breve Estudio Bíblico.
El pasaje que nos presenta el Evangelio según San Juan sobre la aparición de Jesús glorificado a los discípulos y el derramamiento del Espíritu Santo sobre ellos es, en mucho, similar al día de Pentecostés que San Lucas nos narra el libro de Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 1-4). San Cirilo de Alejandría, en el siglo V, aseguraba que para lograr una nueva vida en la santidad (una verdadera conversión) era indispensable el recibimiento del Espíritu Santo. El Señor les indica una misión al concederles el poder de perdonar los pecados y también nos recuerda la misión que San Mateo relata (Mt 28, 18ss) y pone de manifiesto el origen divino de la misión de la Iglesia. Tomás se nos muestra como figura de todos aquellos que dudan del Jesús glorificado-resucitado y posteriormente se convierten. San Gregorio Magno en el siglo VI nos dice en una de sus homilías: “Así el discípulo, dudando y palpando, se convirtió en testigo de la verdadera resurrección”. San Juan termina esta narración llevándonos a la parte central de su Evangelio: Jesús es el Mesías, el ungido, el Hijo de Dios ya anunciado por los profetas en el Antiguo Testamento.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Ante el testimonio de personas cercanas a nosotros, quizás amigos o familiares, sobre la presencia gloriosa del Resucitado ¿te has mostrado reacio a creer como Tomás? ¿Esperas pruebas testimoniales directas antes de doblar tu rodilla y aceptar al Hijo de Dios?
Si para lograr una verdadera conversión sabemos que necesitamos la ayuda del Espíritu Santo ¿en mis oraciones pido para que me acompañe en todos los momentos de mi vida cotidiana, en especial cuando sé que mi fortaleza humana no será suficiente?
Si el Señor concedió a su Iglesia a través de sus discípulos, el don de perdonar nuestros pecados ¿me acerco al sacramento de la reconciliación para hacer mío ese privilegio del perdón y la oportunidad de levantarme ante la debilidad del pecado?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor,
gracias por dejar en tu Iglesia la misión
de predicar tus enseñanzas,
de administrar el don de la reconciliación.
Te pido fortalecer mi fe
y aceptar con alegría
tu presencia gloriosa a través
de tu Iglesia.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
« Los que habían sido bautizados se dedicaban con perseverancia
a escuchar la enseñanza de los apóstoles » (Hechos 2, 42)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Este II Domingo de Pascua imitemos a los discípulos que al recibir a Jesús Glorificado expresaron ¡Hemos visto al Señor! o como Tomás ¡Señor mío, Dios mío! convirtiendo esta alegría en buenas obras.
Propuesta: Ante la necesidad, rechazo y abandono de nuestros hermanos inmigrantes tratemos de participarles algo de lo que por gracia de Dios recibimos día a día. Alimentos no perecederos y artículos de aseo es parte de lo que ellos necesitan y por poco que podamos hacerles llegar, con seguridad darán gracias a Dios por tu gesto, por tu obra de amor. Esto lo podemos realizar directamente acudiendo a algún refugio de migrantes o a través del Ministerio de Caridad de nuestra parroquia.
Primera Lectura: Hechos 2, 42-47
Salmo 117
Segunda Lectura: 1 pedro 1, 3-9
Color: Blanco