Dra. Velia Collazo/ Abogada derechohumanista
En la actualidad, la dignidad humana ha ganado protagonismo en la esfera internacional, ha beneficiado en la administración de la justicia, así como con la difusión de los derechos civiles en todos los sistemas legales.
Citando la Constitución Pastoral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II, Papa Francisco recordó que “la dignidad humana es inalienable, porque (la persona) ha sido creada a imagen de Dios”, es fundamento de toda la vida social y determina los principios operativos. El Santo Padre afirmó que “los derechos no son solo individuales, sino también sociales, de los pueblos y de las naciones”, entonces el ser humano, en su dignidad personal, es un ser social creado a imagen de Dios Uno y Trino.
En este sentido y con base en la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como en los Pactos, tanto el de derechos civiles y políticos, como el de los derechos económicos, sociales y culturales – que en sus preámbulos la citan- se establece la dignidad humana de todos los individuos y se reconoce que es el fundamento de los derechos humanos.
En este contexto, la dignidad comúnmente se relaciona con el origen divino de la persona, o en otras palabras, encuentra su fundamento en el capítulo primero del libro del Génesis, verso veintiséis, que a la letra dice: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra”.
Por otra parte se puede entender a la dignidad como aquel valor inalterable que posee toda persona por el hecho de contar con capacidad para razonar y decidir y que los otros entes no poseen; por ejemplo, lo que tiene un precio puede ser sustituido por otra cosa como equivalente; en cambio, lo que se halla por encima de todo precio y por tanto no admite equivalente, posee dignidad”.
Cabe mencionar que la dignidad humana ha estado presente en todas las normas jurídicas durante el desarrollo de la humanidad, y actualmente se contempla así en las diversas constituciones nacionales, siendo la Segunda Guerra Mundial un parteaguas para hablar, tratar y dignificar tal idea.
Y es preciso también recordar que el 7 de septiembre del 2021, el Episcopado Mexicano señaló que: “la dignidad humana y los derechos fundamentales no son una cuestión de votación, sino de reconocimiento y respeto”.
En consecuencia, la dignidad humana requiere que el individuo actúe con su libre albedrío y conscientemente. Tanto en el ámbito del derecho y en su sentido estricto, la dignidad humana debe pertenecer al hombre, toda vez que es un ser único e irrepetible.