Lectio Divina correspondiente al 01 de enero de 2023, Santa María Madre de Dios…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Samuel Pérez/ IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lucas 2, 16-21.
Fueron de prisa y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que el ángel les había dicho de este niño. Y cuantos escuchaban lo que decían los pastores, se quedaban admiraros. María, por su parte, conservaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón. Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios porque todo lo que habían visto y oído era tal como les habían dicho. A los ocho días, cuando lo circuncidaron, le pusieron el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel ya antes de la concepción. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
Al llegar los pastores a Belén, ¿qué fue lo que encontraron?
Al escuchar lo que los pastores decían sobre lo que les había anunciado el ángel del Señor, ¿qué hacía María?
¿Cómo regresaron los pastores y qué fue lo que confirmaron?
¿Qué sucedió a los ocho días de nacido el niño?
¿Qué nombre le pusieron al niño y por qué?
Breve Estudio Bíblico
Cada primer día del año celebramos la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. La liturgia de la Palabra inicia con la antigua fórmula de bendición sacerdotal que sigue siendo empleada en nuestra liturgia cristiana. La segunda lectura nos sitúa en el contexto del mundo griego donde el niño ejercía la mayoría de edad cuando el padre lo decidía y, así, adquiría también todos los derechos como hijo y heredero. San Pablo explica que la minoría de edad fue una esclavitud a los poderes que dominan este mundo. Dios señaló una fecha en la historia enviando a su Hijo, el Heredero y venido de mujer, para inaugurar un tiempo nuevo de gracia y libertad. Es por voluntad de Dios que el hombre se convierte también en su hijo y heredero.
En el Evangelio, san Lucas nos sitúa también en un tiempo histórico concreto: el período del dominio romano y la realización de un censo. En este punto de la historia, José y María habían realizado un viaje a la ciudad pequeña de Belén para inscribirse y bajo estas circunstancias sucede el nacimiento del Hijo de Dios, Jesucristo. San Lucas retrata la escena del niño en el pesebre junto a sus padres, José y María, además de los pastores que habían acudido después de que el ángel del Señor les había anunciado donde encontrarían al Mesías. Imperaba la alegría y el asombro al comprobar que todo había sucedido tal como se les dijo y, al escucharlos María, “conservaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón” (v. 19). El texto presenta que los padres de Jesús cumplieron con las tradiciones de su pueblo al realizar dos ritos establecidos por la Ley: la circuncisión del niño y la imposición del nombre (Levítico 12, 3). Todo esto sucedió tal como lo anunciaron los profetas y es voluntad de Dios.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
La liturgia de la Palabra revela que cada persona es presencia, acción y voluntad de Dios. ¿Qué te hace reflexionar esto sobre como vives tu vida? ¿Permites que realmente se cumpla la voluntad de Dios, que se haga presente y actúe en tu vida?
En este año nuevo que inicia, ¿está Dios en mis proyectos?
Los pastores al recibir el anuncio del ángel del Señor salieron presurosos a su encuentro y regresaron alegres alabando y glorificando a Dios por lo que vieron y escucharon. ¿Qué me enseñan los pastores? ¿Estoy decidido en este nuevo año a ponerme en camino con un corazón abierto a la humildad para encontrarme con Dios?
Teniendo en mente lo que hemos escuchado de María en el Adviento, la Navidad y en el evangelio de hoy, ¿qué puedo aprender de ella? ¿Dedicaré el tiempo necesario en meditar la Palabra para que me ilumine en lograr cumplir la voluntad de Dios?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.
Ilumina tu rostro sobre nosotros y protégenos.
Acompaña y consuela a los corazones tristes y angustiados.
Danos tu divina providencia y concede la paz en toda la tierra.
Santa María, Madre nuestra,
Llévanos al encuentro con tu Hijo.
Que hagamos vida en nuestros hermanos, sin distinción,
el amor, la humildad y el consuelo que nos has brindado.
Haznos vivir la alegría del encuentro con nuestro Señor.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
«María conservaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón» (Lucas 2, 19).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
En la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, la liturgia de la Palabra nos revela la presencia y la bendición de Dios para su pueblo haciendo de nuestra historia, una historia de salvación.
Propuesta: Pidamos con el corazón abierto a Dios su bendición para este año que inicia haciendo propias las palabras del Salmo: “Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos”. Acudamos con alegría al Templo a vivir y a celebrar nuestra fe. Como modelo de fe tenemos a Santa María, nuestra Madre. Llevemos a otros la bendición de Dios en la caridad y el amor. ¡No olvidemos a
nuestros hermanos migrantes!
Primera Lectura: Números 6, 22-27
Salmo 66
Segunda Lectura: Gálatas 4, 4-7
Color: Blanco