Lectio Divina correspondiente al domingo 19 de enero. II Domingo del Tiempo Ordinario. Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Samuel Pérez/IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Juan 2, 1-11.
En aquel tiempo, hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús. Éste y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús: “Ya no tienen vino”. Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora”. Pero ella dijo a los que servían: “Hagan lo que él les diga”.
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían: “Llenen de agua esas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: “Saquen ahora un poco y llévenselo al mayordomo”.
En cuanto el mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: “Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora”. Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue el primero de sus signos. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Ahora hagámonos las siguientes preguntas:
¿Dónde se celebró la boda y quiénes fueron invitados?
Al darse cuenta María que faltaba el vino ¿qué hace?
¿Qué pide María hacer a los sirvientes? ¿Qué les pide Jesús?
Al probar el mayordomo el agua convertida en vino ¿qué sucede?
¿Cómo se le conoce a este hecho de Jesús? ¿Qué manifiesta y qué provocó en sus discípulos?
Interioricemos en el texto
El Evangelio narra el primer signo de Jesús: convertir el agua en vino. Recordemos que los “signos” obrados por Jesús son para creer que es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo se tenga vida en su nombre (Juan 20, 31). Este signo anuncia la “hora” de Jesucristo que es cuando se consuma la obediencia al Padre en la cruz y su glorificación para la salvación de los hombres. Por ello, el tema central del relato es la manifestación su gloria y como este signo suscita la fe en sus discípulos. Se resalta la presencia de María al presentar una necesidad a Jesús confiando en que intervendrá. Al expresarle “ya no tienen vino”, se hace referencia a la Antigua Alianza como una boda en la que se ha terminado el vino y todo ha quedado sin amor y alegría. Por eso, las seis tinajas utilizadas para la purificación de los judíos que, al estar vacías, representan el vacío de los ritos purificatorios. Ahora, modifican su función para prolongar el gozo de la fiesta y la alegría (símbolo del vino). Jesús ofrece un vino nuevo, abundante y de calidad que renueva el gozo de la fiesta y el amor. Esto, al igual que una boda, es una alianza de amor entre Dios y el hombre que invita a creer en Él y a participar de su alegría reconociendo su presencia en nuestras vidas.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
¿Qué enseñanza nos da el actuar de María? ¿Qué puedo hacer para renovar mi relación con Jesucristo y llenar mis vacíos con el vino nuevo que me ofrece?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
llena mi copa hasta los bordes.
Que en los tiempos de vasijas vacías
sepa acudir a Ti, a creer en Ti.
infunde en mí corazón tu amor y caridad.
Enséñame a amar como lo haces,
a servir como lo hace María Santísima,
y así, compartir con mis hermanos de tu alegría
y darles siempre del mejor vino.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces durante la semana un versículo de la Sagrada Escritura para que alimente nuestra fe:
«Hagan lo que él les diga» (Juan 2, 5).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Nuestra Madre nos dice “hagan lo que el les diga”. Permitamos que Cristo actúe en nosotros, pongamos nuestras vasijas vacías en sus manos.
Propuesta: Visita a Jesús Sacramentado. La adoración eucarística es un momento de intimidad y amistad con Dios que permite renovar nuestra relación con Él y experimentar su amor. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor (Salmo 33).