Lectio Divina correspondiente 21 de enero de 2024 III Domingo del Tiempo Ordinario…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Marcos 1, 14-20
Después del arresto de Juan, Jesús se fue a Galilea, proclamando la buena noticia de Dios. Decía: –El plazo se ha cumplido. El reino de Dios está llegando. Conviértanse y crean en el evangelio.
Pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que estaban echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: –Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres. Ellos dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan. Estaban en la barca reparando las redes. Jesús los llamó también; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con sus trabajadores, se fueron con él. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
Una vez que el profeta Juan es arrestado ¿a dónde se dirige Jesús? Ahí Jesús inicia su predicación de la buena noticia ¿Cuál es esa buena noticia? ¿Cuál es el llamado de Jesús después de dar ese anuncio?
¿Por dónde pasaba Jesús cuando ve a Pedro y a su hermano Andrés? ¿En ese momento que estaban haciendo estos hermanos? ¿Cuál era su trabajo?
Jesús les dice que lo sigan ¿y qué les promete Jesús si lo hacen? ¿Cómo reaccionaron ellos?
Después Jesús ve a otro par de hermanos: Santiago y Juan, quienes también eran pescadores ¿de quién eran hijos estos hermanos? También Jesús los invita a seguirle y estos lo hacen de inmediato ¿a quién dejaron Santiago y Juan en la barca?
Breve Estudio Bíblico
En cada tercer domingo del tiempo ordinario el Papa francisco nos hizo el llamado para celebrar, reflexionar y divulgar la Palabra de Dios; esto a través de su Carta Apostólica Aperuit illis en septiembre 30 de 2019, fecha en que se celebra a san Jerónimo, quien en el siglo IV transcribió las Sagradas Escrituras de las lenguas antiguas (hebreo y griego) al latín, lo cual sirvió de base para las traducciones a los diferentes idiomas durante mucho tiempo). Así que desde el año 2020 nuestra Iglesia dedica ese domingo para celebrar la Biblia.
El Evangelio de este domingo inicia recordando cómo inicia Jesús su actividad como Mesías; inicia predicando que la plenitud de los tiempos, tan esperada por el pueblo hebreo, ha llegado; esta plenitud inicia ahí, en la región de Galilea, con su proclamación y estará vigente hasta el día de su segunda venida. Jesús nos pide creer y convertirnos; es decir, tener fe y una vida congruente con esa fe. Esa conversión es un proceso, es decir, no es un momento de nuestra vida: es un cambio que dura toda nuestra existencia y requiere de nuestra voluntad y obediencia a su Palabra. También nos recuerda que el Reino de Dios ya está presente, ha llegado en su persona.
Aceptarle en nuestro corazón y vivir sus enseñanzas es empezar a vivir el Reino. Esa es la buena noticia: él es el Evangelio.
San Marcos, en la lectura del Evangelio de este domingo, nos narra el llamado de los primeros cuatro discípulos y cómo ellos dejan su actividad e incluso a su familia para seguirle, formando así el primer grupo cristocéntrico, prefigurando en ellos el quehacer de nuestra Iglesia, de todos los que nos llamamos cristianos: seguirlo, conocerlo y creer en él iniciando un cambio permanente en nuestra vida (conversión). San Jerónimo dijo en una de sus homilías: “El reino de Dios ha quedado abierto sólo después de que ha venido aquél que dijo: El Reino de dios está dentro de ustedes” (cfg. Lc 17,21).
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Así como en la región de Galilea hace casi 2,000 años, Jesús nos continúa proclamando a través de la Sagrada Escritura que el tiempo se ha cumplido y su Reino ya está aquí. Solo requerimos convertirnos y creer en el Evangelio, creer en Jesús. ¿Tienes presente esta proclamación? ¿Cuál es tu respuesta a Jesús?
Los primeros discípulos respondieron de inmediato y siguieron a Jesús, no dudaron y junto con otros formaron la primera comunidad cristiana. ¿Sientes que formas parte de esta comunidad?
Nuestra Iglesia conserva viva la predicación de Jesús y a través de los sacramentos nos ofrece medios seguros para perseverar en nuestra conversión y salvaguardar nuestra fe. ¿Crees que es tiempo de acercarte al sacramento de la confesión? ¿fortaleces tu fe con el banquete eucarístico?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
gracias por que tú eres la buena noticia,
permite mi conversión y ayúdame a que mi fe no decaiga,
ven a mi corazón y así viviré en el Reino.
María, madre del Señor,
pido tu intercesión para que sea dócil
y obediente al llamado de tu Hijo
auxíliame para ser asiduo a la lectura de la Biblia.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
« Si permanecen fieles a mi palabra, ustedes serán verdaderamente mis discípulos »
(Juan 8,31)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
En el domingo de la Palabra de Dios acerquémonos al Señor con fe a través de la lectura de la Biblia y abramos nuestra mente y corazón para que recibamos su mensaje y lo hagamos vida; que nos transforme y al igual que los primeros discípulos dejemos atrás aquello que no nos permita seguirlo.
Propuesta: Busquemos en nuestra Biblia el Evangelio según san Marcos e iniciemos su lectura, si nos proponemos leer y meditar un capítulo semanal los habremos terminado en 16 semanas y así estaremos empezando a conocer mejor a Jesús; es una forma de seguirlo acompañados de su Palabra.
Primera Lectura: Jonás 3, 1-5. 10
Salmo 24
Segunda Lectura: 1 Corintios 7,29-31
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