Lectio Divina correspondiente 6 de agosto de 2023, Domingo de la Transfiguración del Señor…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Mateo 17, 1-9
Seis días después, tomó Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, los llevó a una montaña muy alta a solas y se transfiguró en su presencia. Su rostro brillaba como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: –Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres hago tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Aún estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió, y una voz desde la nube decía: –Este es mi Hijo amado, en quien me complazco, escúchenlo. Al oír esto, los discípulos cayeron rostro a tierra, llenos de miedo. Jesús se acercó, los tocó y les dijo: –Levántense, no tengan miedo. Al levantar la vista no vieron a nadie más que a Jesús. Y cuando bajaban de la montaña, Jesús les ordenó: –No cuenten a nadie esta visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
Solo a tres discípulos escoge Jesús para que le acompañen ¿quiénes fueron ellos?
¿A dónde lleva Jesús a esos tres discípulos?
Moisés y Elías, una vez que estuvieron presentes, ¿qué hicieron ?
Pedro está feliz de lo que está atestiguando ¿con qué expresión lo pone de manifiesto?
Ante los tres discípulos se manifiesta la voz de Dios Padre y ¿qué afirma?
Cuando bajaban de la montaña, ¿qué les ordena Jesús?
Breve Estudio Bíblico
Este relato, en el evangelio según san Mateo, es colocado a tan solo seis días de haberles recordado a los Doce su pasión, muerte y resurrección en Jerusalén. En aquella ocasión Pedro es reprendido por Jesús ya que pretendía disuadirlo de su misión. Moisés y Elías representaban, y representan, el Antiguo Testamento: uno a la Ley y otro a los profetas. Aquí, en su conversación con Jesús, la Tradición nos dice que Jesús es el centro de la revelación ya que toda la Escritura habla de Cristo, del Mesías y que, el Antiguo Testamento, es necesario para comprender adecuadamente a Jesús. Orígenes, en uno de sus escritos, afirma que en la transfiguración Jesús es contemplado como verdadero Dios, sin dejar de ser verdadero hombre. Los fariseos y escribas pedían una señal del cielo sobre la de la divinidad de Jesús, en la transfiguración él lo hace voluntariamente ante tres discípulos para fortalecerlos. El Señor tomó como testigos de su transfiguración solo a tres. San Juan Crisóstomo, en una de sus homilías, comenta que fueron ellos ya que Pedro sobresalía por su gran amor hacia su Maestro, Juan era particularmente amado por Jesús y Santiago le habría dado aquella respuesta de poder beber del mismo cáliz de sufrimiento que él; estas fueron los motivos por lo que estos tres discípulos fueron llamados a ser sus testigos en la montaña. San Jerónimo nos recuerda que nosotros estamos llamados a construir una tienda, pero en nuestro corazón, para recibir al Hijo. El pasaje de la transfiguración concluye con un gran mensaje teológico: desde el cielo se nos confirma que Jesús es el Hijo de Dios y se nos pide escucharlo, es decir: estar abiertos a sus enseñanzas, atentos a su Palabra, en sí, ser obedientes en la fe. San León Magno decía: Escuchen al que abre el camino del cielo y que por su sufrimiento en la cruz nos preparó una escalera para subir al reino.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Estoy consciente de que Jesús es el Hijo de Dios, como lo confesamos en nuestro Credo: “Creo en Jesucristo su único Hijo, Señor nuestro” y de que esta corta frase tiene implicaciones fuertes para mi fe y para mi vida. Si creo que es Hijo de Dios, entonces debo escucharle, debo buscarlo y mi vida se transformará. La pregunta es: ¿creo verdaderamente que es Hijo de Dios?
Para escucharlo tengo primero que encontrarlo ¿lo he buscado? ¿ya lo encontré? Nuestra Iglesia tiene los medios para ese encuentro: Los sacramentos ¿hace cuánto tiempo que no me confieso? ¿si lo hago con regularidad, busco escucharlo? Un punto de encuentro, además de nuestra Santa Eucaristía, es su Palabra ¿Trato de leer y escucharlo a través de la Biblia?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor,
que no busque las grandes señales
para aceptarte como mi Señor y Salvador
más bien ayúdame a encontrarme contigo
ayúdame a acercarme a ti.
Señor,
en tu Iglesia dejaste los medios seguros de salvación,
haz que me reencuentre en los sacramentos contigo,
que siga tus enseñanzas y tu Palabra
Amén
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
« Este es mi Hijo amado, en quien me complazco »
(2 Pedro 1, 17)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
En este domingo de la Transfiguración se nos invita a reflexionar sobre la escucha al Hijo de Dios: escuchar como una enseñanza que deberemos hacer vida. Así que siguiendo su enseñanza de amar al prójimo como a nosotros mismos, busquemos hacerla realidad.
Propuesta: Continúan llegando migrantes a nuestra ciudad y no solo son adultos, son familias completas con mujeres y niños que requieren de nuestro amor, de nuestra caridad. Esta semana busquemos la forma de ayudarlos (alimentos no perecederos, artículos de higiene, ropa) ya sea a través de un centro de refugio o del ministerio de caridad de nuestra parroquia quienes, sabiamente harán llegar nuestra ayuda a quienes más lo necesitan.
Primera Lectura: Daniel 7, 9-10. 13-14
Salmo 96
Segunda Lectura: 2 Pedro 1, 16-19
Color: Blanco