Ing. Gerardo Sánchez Soledad/ Grupo Caridad y Verdad
En este 2021 se renovarán muchos de los puestos de servidores públicos como Gobernador, alcaldes, diputados federales y estatales. ¿Cómo impactará esto a mi familia? Pues mucho. Digamos que aquí se determinarán los principales planes a seguir en materia de desarrollo económico (las condiciones para nuestro empleo), seguridad pública (el poder andar cada vez mas tranquilos en las calles), salud pública (las condiciones de los hospitales y medicamentos), entre muchos otros factores que inciden directamente con nuestras familias y se definen en la política.
Es por esto que el Santo Padre Francisco en su documento “Fratelli Tutti” ha mencionado la palabra política 74 veces, resaltando su importancia. En el número 15, el Papa Francisco hace notar que “la política ya no es así una discusión sana sobre proyectos a largo plazo para el desarrollo de todos y el bien común, sino solo recetas inmediatistas de marketing que encuentran en la destrucción del otro el recurso más eficaz”.
Es decir, no estamos poniendo el énfasis en cuál camino de desarrollo económico para nuestras familias es el mejor, ni cómo iremos avanzando en el tema de seguridad y salud pública sino que desafortunadamente muchos de los puestos de elección popular se han ido al tema de artistas, deportistas y cualquier persona famosa que jale votos y así se olvide todo el proceso de reflexión y discusión que debe haber en un proceso electoral. También por esto no necesariamente es bueno que se acorte el periodo de campaña, porque las discusiones que nuestras familias necesitan, toman tiempo, y deberían de ser un proceso formativo para todos y no que harte como actualmente sucede (teniendo campañas positivas y de verdadera discusión).
Los católicos tenemos una obligación especial en este proceso buscando que el principio de la dignidad de la persona se haga presente en todas las propuestas. Se hace una crítica permanente a los partidos, pero es ahí donde salen los hombres y mujeres que toman las decisiones que impactan a nuestra familia. Se requiere que los mejores perfiles de nuestra comunidad participen y se vea la labor de la política como una gran oportunidad de servicio y no de servirse.
El trabajo
Sin lugar a dudas, uno de los principales temas para nuestras familias es la importancia del trabajo. El Papa nos recuerda en el numeral 162 que la política no puede renunciar al objetivo de lograr que la organización de una sociedad asegure a cada persona alguna manera de aportar sus capacidades y su esfuerzo. Porque no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo.
En una sociedad realmente desarrollada, el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social, ya que no sólo es un modo de ganarse el pan, sino también un cauce para el crecimiento personal, para establecer relaciones sanas, para expresarse a sí mismo, para compartir dones, para sentirse corresponsable en el perfeccionamiento del mundo y, en definitiva, vivir como pueblo.
Es decir, el ser humano en su esencia no quiere las cosas gratis, quiere un trabajo y necesita de él como medio para sentirse partícipe co-creador de la perfección del mundo.
¿Cuáles candidatos nos están ofreciendo los mejores programas de desarrollo para nuestras fuentes de trabajo? ¿Cuáles candidatos vendrán a fortalecer la competitividad de nuestra nación con temas tan importantes como la cuestión energética en la que hemos visto su vital importancia en estos recientes días?
Desafortunadamente esta semana varias empresas de nuestra localidad se han visto afectadas por escasez de gas natural, temas que ante el cambio climático y la importancia de mantener la productividad para nuestras familias, son cruciales para el desarrollo de nuestras familias.
Que estos asuntos de vital importancia para nuestra ciudad son los que lleven la agenda de las campañas y no desviarnos con temas no relevantes de cantantes, actores o luchadores. Nuestra familia está en juego.