Diana Adriano
En un emotivo acto de fe y unidad, fieles del decanato Nuestra Señora del Pilar se congregaron el pasado viernes 11 de abril para realizar una peregrinación hacia el Templo Jubilar de Nuestra Señora del Pilar, con el propósito de ganar juntos la Indulgencia Plenaria, en el marco del Año Jubilar.
La jornada espiritual inició en la parroquia Santa Inés, donde los fieles comenzaron su recorrido rezando el Santo Viacrucis.
Con fervor y devoción, hombres, mujeres, niños y adultos mayores caminaron juntos, portando cartulinas coloridas con mensajes de gozo, así como banderas con el nombre de sus respectivas comunidades parroquiales, en una expresión viva de fe y pertenencia.
El trayecto, que se extendió por aproximadamente dos horas, avanzó por la calle Ramón Rayón hasta llegar al Templo Jubilar. Durante el recorrido se vivió un ambiente de oración, canto y fraternidad, característico de estos momentos significativos para la vida eclesial.
Símbolo de comunión
El padre Fernando Valle, decano, expresó que esta peregrinación decanal representa no solo un acto de piedad, sino también un símbolo de comunión entre las distintas parroquias que conforman el decanato, marcando así una de las celebraciones más significativas dentro del calendario jubilar.
El obispo don José Guadalupe Torres Campos se hizo presente para saludar y acompañar a los peregrinos, quienes concluyeron el recorrido con la celebración de la Santa Misa.
“Muchos hermanos de la tercera edad, aunque no pudieron caminar, están aquí presentes en espíritu, y otros nos acompañaron hasta donde pudieron”, comentó el decano.
“Después de la misa, rezaremos con las intenciones del Santo Padre y el Credo, para así ganar la indulgencia plenaria, que podrá ser aplicadas tanto por difuntos como por nosotros mismos”, explicó.
Durante la celebración Eucarística, los 14 sacerdotes del decanato estuvieron disponibles dentro del templo para impartir el sacramento de la Confesión, brindando a los fieles la oportunidad de reconciliarse y recibir las gracias del Jubileo.
“Es una alegría, un gozo. Todos se pusieron de ‘pipa y guante’, vestidos con los colores del jubileo. Cada parroquia tenía su color asignado y eso habló de unidad, de gracia y bendición. Es un testimonio de fe que impresiona”, añadió el presbítero.
Fe con intensidad
El padre Fernando también compartió que la parroquia ha sido designada para recibir a las peregrinaciones que llegan al templo jubilar, donde se les da la bienvenida, se les imparte la bendición y se ofrece el sacramento de la Confesión.
“Se siente bonito ver cómo Dios manifiesta su amor y misericordia a través del ministerio”, concluyó.
Finalmente, hizo un llamado a todos los fieles de Ciudad Juárez:
“Que todos nos pongamos las pilas, que nos unamos de verdad al Jubileo de toda la Iglesia, junto con el Santo Padre y todas las celebraciones que están por realizarse. Es un momento para vivir la fe con intensidad y esperanza”.