Lectio Divina correspondiente 22 de octubre de 2023, Domingo XXIX del Tiempo Ordinario…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Samuel Pérez/IBSJ
1.Lectura: ¿Qué dice el texto?
Mateo 22, 15-21.
Entonces los fariseos se pusieron de acuerdo para buscar en las palabras de Jesús algún motivo para acusarlo, y le enviaron algunos de sus discípulos con los partidarios de Herodes a decirle: -Maestro, sabemos que eres sincero, que enseñas con verdad el camino de Dios y que no te dejas influenciar por nadie, pues no miras las apariencias de las personas. Dinos, pues, tu parecer: ¿Estamos obligados a pagar impuestos al emperador o no? Jesús se dio cuenta de su mala intención y les contestó: -¿Por qué me ponen a prueba, hipócritas? Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto. Ellos le presentaron un denario, y el les preguntó: -¿De quién es esta imagen y la inscripción? Le respondieron: -Del emperador. Entonces Jesús les dijo: Pues den al emperador lo que es del emperador y a Dios lo que es de Dios.
(Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
¿Quiénes buscaban poner a prueba a Jesús y con qué intención?
Los partidarios de Herodes ¿cómo abordan a Jesús y qué pregunta le hacen?
Jesús al darse cuenta de su mala intención les llama hipócritas y responde con una pregunta, ¿cuál es?
Después de ello, ¿qué hace Jesús para librarse de la trampa que pretendían hacerle?
¿Qué sentido tiene la frase de Jesús “Den al emperador lo que es del emperador y a Dios lo que es de Dios”?
Breve Estudio Bíblico
Este Evangelio en palabras de san Mateo retrata el contexto religioso y político que se vivía en Israel en tiempos de Jesús y nos brinda una gran enseñanza para nuestro tiempo. Algunos grupos del poder judío entraban en controversia con Jesús y sus enseñanzas haciendo cada vez más tensa su relación. En esta ocasión, después de recibir fuertes señalamientos por parte de Jesús referente a un culto basado en apariencias y no en una fe sincera, los fariseos buscan la manera de enfrentarle y se alían con otros grupos para tenderle una trampa con el fin de perjudicarlo con las autoridades romanas y exhibirlo ante el pueblo. Con astucia se acercan a él expresándole fingidos elogios y cumplidos para luego plantearle una pregunta sobre un tema medular referente al pago de impuestos a Roma. Es de saber que ese sistema tributario fue impuesto por el imperio romano al pueblo judío como un símbolo de opresión. Si Jesús respondía que no pagaran el impuesto, se le consideraba como un rebelde opositor al imperio y debía ser encarcelado y castigado por ello. Si respondía que se debía pagar, era exhibido ante el pueblo al contradecirse con las profecías mesiánicas que anunciaban a un rey descendiente de David y de la exclusiva soberanía de Dios sobre Israel. Al pedirles que le muestren una moneda, les expresa que Dios y el César son diferentes y es cuando revela la enseñanza: puesto que ya utilizan la moneda, reconocen al césar como su gobernante; ahora, es momento de reconocer a Dios y a su soberanía viviendo según su voluntad. Con ello deja claro que por encima de cualquier poder humano está Dios. Es decir, no se ha de dar a ningún césar lo que es de Dios que es la propia vida. Por lo tanto, no se ha de sacrificar la vida ni ninguna vida a los poderes del mundo ya que a Dios “le pertenece la tierra y todo lo que contiene, el orbe y todos sus habitantes” (Salmo 24).
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
“Den a Dios lo que es de Dios”, son las palabras de Jesús en el Evangelio. ¿Qué no le debería faltar a nuestra vida y fe para cumplir con lo que nos pide Jesús en estas palabras?
El denario que le muestran a Jesús tenía la imagen del césar, símbolo de los tesoros mundanos. Por ser cristiano, ¿la imagen que yo reflejo en mi entorno es la de Cristo?
¿Qué podríamos hacer para que nunca, menos con excusas religiosas, faltemos al respeto y a la dignidad de cada persona y nos tratemos como verdaderos hermanos según la voluntad de Dios?
¿Qué acciones urgentes, radicales y significativas, nos pide esta realidad para que efectivamente seamos signos del Reino de Dios?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
abre mi mente para comprender tus enseñanzas,
que mi voluntad sea siempre dócil a la tuya y así,
entregar la vida, don tuyo, a Ti.
Darme y servirte en mi hermano
con un corazón sincero que reconozca
que Tú eres el Señor y no hay otro fuera de Ti.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
«Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay dios»
(Isaías 45, 5).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
El Evangelio de este domingo XXIX del Tiempo Ordinario nos llama a entregar a Dios lo que es de Dios, la vida misma. ¡Iluminemos al mundo con la luz del Evangelio reflejada en nuestra vida!
Propuesta: Realicemos, como Iglesia, acciones realmente significativas. Únete a la campaña 40 días por la Vida orando por el fin del aborto. Puedes participar de diferentes maneras, comunícate al 614 163 9428. No seamos sordos a la voz de Cristo: “Dar a Dios lo que es de Dios”.
Primera Lectura: Isaías 45, 1. 4-6
Salmo 95
Segunda Lectura: 1 Tesalonicenses 1, 1-5
Color: Verde