En entrevista con periódico Presencia, el padre Pedro Núñez, reconocido a nivel internacional por su programa en EWTN, nos habla sobre el sentido de la Cruz para el cristiano…
Diana Adriano
Durante la Cuaresma, y especialmente en la Semana Mayor, el símbolo de la Cruz cobra un protagonismo particular en la vida de los creyentes, al recordar el sacrificio redentor de Cristo y permitir renovar el compromiso con los valores de la fe.
Entrevistado por Periódico Presencia durante su visita a Ciudad Juárez para participar en el evento Aférrate a Jesús, el padre Pedro F. Núñez, reconocido sacerdote de la Arquidiócesis de Nueva Orleans, reflexionó sobre el papel fundamental que la Cruz juega en la espiritualidad cristiana y en la vida de hombres y mujeres de buena voluntad.
Convocó a los fieles a reflexionar sobre el significado de la Cruz en sus propias vidas, invitándolos a acoger su mensaje de amor, perdón y esperanza.
Simbolismo de la cruz
El sacerdote ahondó en el significado que la Cruz tiene para los cristianos, destacando su simbolismo de victoria, vida nueva y amor divino.
Citando el Evangelio según San Juan (3:16), el sacerdote recordó las palabras que resumen el mensaje central de la fe cristiana: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su único hijo.»
Dijo que esta entrega total está representada en la Cruz, que encarna el máximo sacrificio de amor y redención.
El padre Pedro también hizo referencia a la enseñanza de la Palabra de Dios en 1 Corintios 1:18, que enseña que la Cruz puede ser vista como una maldición para aquellos que no creen, pero para los creyentes es una bendición de Dios.
“Esta paradoja revela la profundidad del misterio de la Cruz y su poder transformador en la vida de quienes la aceptan con fe”, dijo.
Así, para el padre Pedro, la Cruz se presenta como un símbolo de esperanza y fortaleza para los creyentes, recordándoles el amor incondicional de Dios y su promesa de vida eterna en medio de los desafíos y pruebas de la vida que puedan enfrentar.
Y por ello, dijo, es bueno abrazar la Cruz como fuente de inspiración y renovación espiritual.
Entrega a Cristo
El sacerdote recordó el ejemplo de Jesús, quien -para hacer la Voluntad del Padre- aceptó la Cruz en un sentido literal, no solo figurativo.
«Él tuvo que abrazar esa Cruz y lo hizo», enfatizó el Padre Pedro.
Dijo que inspirados por el ejemplo de Jesús, los creyentes están llamados a ponerlo como prioridad en sus vidas, incluso cuando enfrentan desafíos y cruces en su camino.
“De esta forma, pueden aprender a abrazar la cruz que se les presente, confiando en que
encontrarán fuerza, esperanza y sentido”, expuso.
Signo del Amor de Dios
Dado que vivir la Cruz es el poderoso signo del amor de Dios, esta implica una entrega total a Jesús, permitiendo que su amor y su voluntad guíen cada aspecto de la existencia,
Por ello el padre Pedro animó a los fieles a unirse siempre al sacrificio de Jesís, siendo fieles a Dios hasta la muerte, sin dobleces, es decir, siendo verdaderos discípulos de Jesús en todas las áreas de la vida.
Para el padre Pedro, esto implica realizar acciones coherentes y dejarse guiar por el ejemplo de Jesús para ser como Él. (Lucas 6,40)
Respecto a la formas para aprender a vivir la Cruz, el padre Pedro Núñez recomendó acudir a los sacramentos, como la Confesión “en el que se recibe la gracia de la absolución y podemos vivir más cerca del Señor Jesús”.
“El sacramento de la Reconciliación, junto con la santa Eucaristía, son dones que Jesús nos dejó para fortalecernos en nuestra vida espiritual y ayudarnos a vivir de acuerdo con su santa voluntad”, señaló.
Dijo que estos son medios de gracia para perseverar en el camino de la fe, experimentar el amor de Dios y “abrazar la Cruz como un símbolo de entrega y amor.