Lectio Divina correspondiente al 15 de agosto, Domingo de la Asunción de la Virgen María … Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Samuel Pérez/ Instituto Bíblico San Jerónimo
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lucas 1, 39-56.
Por aquellos días, María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: -Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. Entonces María dijo: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí cosas grandes el Poderoso. Su nombre es santo, y su misericordia es eterna con aquellos que le honran. Actuó con la fuerza de su brazo y dispersó a los de corazón soberbio. Derribó de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y a los ricos despidió sin nada. Tomó de la mano a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros antepasados, en favor de Abrahán y de sus descendientes para siempre. María estuvo con Isabel unos tres meses: después regresó a su casa.
(Texto tomado de la Biblia de América)
Meditar la Palabra
Después de leer el texto del evangelio y para una mejor reflexión hagámonos las siguientes preguntas:
¿Hacia dónde se dirigió María y cuál fue la razón?
Al escuchar Isabel el saludo de María ¿qué sucede?
¿Qué es lo que exclama María sabiéndose Madre de Dios?
Desde ese momento ¿cómo llamarán a María todas las generaciones?
¿Cuánto tiempo permaneció María en casa de Zacarías e Isabel?
Breve Estudio Bíblico
Este domingo celebramos la Asunción de la santísima Virgen María. La aclamación antes del evangelio nos dice que los ángeles se alegran al ser llevada María al cielo y, de esta alegría, también participamos toda la comunidad de creyentes. Es en María donde la Iglesia encuentra el triunfo sobre el pecado y la muerte. La primera lectura nos confirma esta verdad al presentar la señal de la mujer en el combate de la Iglesia de Cristo contra las fuerzas del mal (Apocalipsis 11, 19; 12, 1-6. 10). San Pablo en la segunda lectura (1 Corintios 15, 20-27) hace referencia al origen del pecado y la muerte en la humanidad dándole nombre propio: Adán. San Agustín retoma este anuncio del apóstol Pablo con esta afirmación: ¡Oh, feliz culpa! -bendito pecado- que nos ha traído semejante Salvador. Es en y por Cristo que el pecado y la muerte quedan aniquilados por su muerte y su resurrección, don superabundante y sublime de amor y misericordia. En el Evangelio, san Lucas (1, 39-56) acentúa la unión de las dos futuras madres, María y su parienta Isabel, alabando a Dios que está presente en sus vidas y anuncia al hijo de Isabel como “precursor” del hijo de María. Al escuchar el saludo, el niño en el vientre de su madre da un salto de alegría porque María lleva en su seno a su Señor. Isabel alaba a María, creyente modelo, por su confianza en la fidelidad de Dios. María llena de regocijo glorifica a Dios con un cántico por el cumplimiento de las promesas en las Escrituras. La humilde esclava será aclamada por todos en la nueva era de la salvación que Dios inicia mediante su hijo, Jesucristo.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Reflexionemos nuestras respuestas a estas preguntas para ahondar más en esta Palabra Viva:
María es presentada como la creyente en la Palabra del Señor. ¿Hasta dónde crees tú en la Palabra de Dios?
María exalta en alegría y adoración a Dios a través de un cántico al que llamamos Magníficat. ¿Cómo sería tu cántico? ¿Qué le dirías a Dios?
El evangelio presenta a dos mujeres embarazadas, María e Isabel, por voluntad de Dios. Como cristiano, ¿cuáles son las acciones con las que defiendes y promueves el respeto y el derecho a la vida?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor,
Concédeme tender siempre hacia los bienes eternos,
para participar de la misma gloria de tu santísima Madre.
Que, a su ejemplo, aprenda no solo a escuchar, sino a poner en práctica tu Palabra.
A imitar su fe y esperanza inquebrantables,
su generosidad y abandono a tu voluntad divina.
María, Madre mía,
hazme valiente para realizar los cambios que se necesitan en mi vida y,
así llegar a ser un fiel discípulo de tu Hijo, Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.
- Contemplación:
Para la contemplación hagamos el propósito de repetir varias veces un versículo de la Sagrada Escritura para que penetre y more en nuestra mente y corazón:
«Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador» (Lc 1, 47).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
María, nuestra Madre, es modelo, guía y compañera en el camino de fe que el verdadero discípulo de Dios ha de recorrer. Nos da ejemplo del servicio y la caridad al apresurarse y salir al encuentro de su prima embarazada Isabel.
Propuesta: En nuestra ciudad existen centros de ayuda para la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad. Apoyando esta causa podemos seguir el ejemplo de nuestra Madre, María Santísima. Un centro es “Mater Filius Juárez”. Si te interesa, puedes comunicarte al 656 351 5198.