Jorge Sánchez/ Instituto Bíblico San Jerónimo
Lectio Divina correspondiente al 28 de noviembre, Primer Domingo del Tiempo de Adviento … Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lucas 21, 25-28. 34-36
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra la angustia se apoderará de los pueblos, asustados por el estruendo del mar y de sus olas. Los hombres se morirán de miedo, al ver esa conmoción del universo; pues las fuerzas del cielo se estremecerán violentamente. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su liberación.
Procuren que sus corazones no se entorpezcan por el exceso de comida, por las borracheras y las preocupaciones de la vida, porque entonces ese día caerá de improviso sobre ustedes. Ese día será como una trampa en la que caerán atrapados todos los habitantes de la tierra. Estén atentos, pues, y oren en todo tiempo, para que se libren de todo lo que vendrá y puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el texto del evangelio y para una mejor reflexión hagámonos las siguientes preguntas: ¿Cómo veremos venir al Hijo del hombre? ¿Por qué deberemos animarnos y alegrarnos cuando llegue Jesús? ¿Qué pasará si mi corazón se ve entorpecido por los quehaceres de la vida cotidiana?
Además de estar atento, ¿qué debo hacer para estar sin temor el día que me presente ante el Señor?
Breve Estudio Bíblico
“Adventus Redemptoris”, palabras en latín quieren decir Venida del Redentor; es lo que normalmente los católicos llamamos “Adviento” y nos preparamos durante cuatro semanas en nuestra liturgia de la palabra con lecturas que nos ayudan a compenetrarnos en algo muy importante de nuestra fe: El Señor, nos ha visitado y trajo consigo la salvación para nosotros, nos redimió. Así que en el primer domingo de Adviento (próximo día 28 de noviembre) inicia la liturgia de la Palabra con el libro del Profeta Jeremías para recordarnos que ya desde el Antiguo Testamento los profetas anuncian que un descendiente del Rey David será quién traiga el perdón y la salvación a su pueblo.
En la segunda lectura, San Pablo nos recuerda a través de su primera carta a los Tesalonicenses, la importancia de estar preparados para la segunda venida de Jesús (Parusía) haciendo un llamado a la caridad de unos con otros y a seguir el ejemplo de los Apóstoles (Tradición Apostólica). El Evangelio según San Lucas, después de mostrarnos una visión cósmica de la segunda venida de Jesús, nos describe cómo el Señor vendrá con gran gloria y eso deberá ser motivo de erguir nuestra cabeza, de ánimo para nosotros los cristianos ya que nuestra liberación habrá llegado. Nos invita el Evangelio a no dejarnos llevar por los quehaceres y placeres del mundo que se convierten en distractores; debemos estar atentos y sobre todo no descuidar nuestra oración para estar listos para el día de su venida y recibirla no con temor, sino al contrario, con alegría.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
¿Siento que cuando ocurra la segunda venida de Jesús la recibiré con alegría? ¿por qué?
¿Los quehaceres de mundo me distraen y hacen que me aleje de la oración?
¿Estoy preparado para la venida de Cristo?
Durante la celebración eucarística hay un momento en que proclamamos en voz alta “ven Señor Jesús”, ¿estoy consciente que al decirlo estoy pidiendo que ya venga? ¡Que ya le estoy esperando!
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Que el Señor los haga crecer y desbordar de amor de unos a otros y a todos. 1Tes 3, 12
Señor,
acrecienta mi fe parque mi oración no desfallezca,
que este siempre atento a los signos de tu amor y tu Palabra
ayúdame a estar siempre preparado para tu venida.
Señor,
enséñame a amar y compartir con quién no tiene,
que la caridad reine en mi corazón,
que sepa seguir tus caminos, tus enseñanzas.
Amén.
- Contemplación:
Para favorecer la contemplación podemos repetir varias veces un versículo de la Sagrada Escritura para que entre e ilumine nuestro corazón.
« Oren en todo tiempo, para que se libren de todo lo que vendrá » (Lc 21, 36 )
Hagamos el propósito de repetir este versículo durante la semana.
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Para el primer domingo de Adviento el Pan de la Palabra nos hace conscientes de la importancia de la caridad que debemos tener con todos; cabe aclarar que caridad y amor son sinónimos para nosotros los cristianos y consideremos entonces la ayuda al prójimo como un acto de amor en su más pleno sentido.
Propuesta: Mostremos nuestro amor al necesitado y olvidado apoyando el esfuerzo diocesano de hacer llegar despensas a quienes no pueden tener una alimentación digna; “Todos en la Misma Barca” es un medio para lograrlo. Además de no descuidar mi oración procuraré acercarme al sacramento de la reconciliación y estar así preparado para el día de la venida del Señor.
Primera Lectura: Jeremías 33, 14-16
Salmo 24
Segunda Lectura: 1 Tesalonicenses 3, 12-4, 2
Color: Morado