Presidente de Coparmex habla sobre el valor que tiene la intención de oración del Papa Francisco para este mes de agosto: Por las pequeñas y medianas empresas.
Ana María Ibarra
En este mes de agosto, el Papa Francisco invitó a la grey católica a orar para que los pequeños y medianos empresarios, duramente afectados por la crisis económica y social, encuentren los medios necesarios para continuar con su actividad al servicio de las comunidades en las que viven.
Para ahondar en la reflexión sobre cómo se encuentra este sector económico en Ciudad Juárez, José Mario Sánchez Soledad, presidente de Coparmex, respondió estas preguntas.
¿Qué son y qué papel juegan las pequeñas y medianas empresas en la economía del país?
Son los principales empleadores. La mayor parte del empleo se genera precisamente por las pequeñas y medianas empresas. Para cualquier país éste debe de ser uno de sus sectores, sino que el sector más estratégico y más importante. A veces se cree que los empresarios son los viejos gordos de bombín que tienen muchísimo capital y la realidad es que una empresa es toda aquella actividad que de manera independiente hacen las familias, la mamá, la abuelita para sacar dinero y poder sacar adelante a sus familias. Aquella señora que se levanta muy temprano a preparar los guisos para hacer burritos y venderlos afuera de la maquila, esa es una pequeña empresaria y esos emprendedores son los que a veces generan mayor empleo en el país. Ese es el caso de México. Después de la pandemia muchos sectores fuertes de la economía se vieron tan afectados y mucha gente recurrió al emprendimiento para poder sacar adelante a sus familias.
¿Cómo se vieron afectadas estas empresas en la pandemia?
La pandemia nos ha afectado a todos, pero hay algunos sectores que más les afectó. Por ejemplo, a aquellos que dependían de las actividades masivas como los espectáculos, los juegos de béisbol, de fútbol, las corridas de toros, los teatros, el cine, así como el sector turístico y restaurantero, y todos aquellos sectores que no fueron catalogados como esenciales tuvieron afectaciones de varios meses sin actividad económica. Muchas personas se endeudaron por los gastos médicos y también muchos perdieron empleos y la actividad en los mercados populares o dentro de la informalidad se ha incrementado muy fuerte, que tiene su lado positivo y su lado negativo. La gente salió a trabajar, a crear estas empresas, pero se ha dado la informalidad que no es buena para los países. Sin embargo, mientras no exista una política en favor del emprendimiento y de las pequeñas empresas la gente se mantiene en la informalidad porque los gobiernos y las autoridades no tienen conciencia de lo importante que es ayudar a que estas pequeñas y medianas empresas a que sigan adelante y se van muy duro con los cobros, por eso la gente prefiere mantenerse en la informalidad.
¿Cómo se debe aprovechar esta crisis y qué cree que saldrá de todo esto?
Primeramente, el hecho de que tengamos en Ciudad Juárez una situación diferente que el resto de la república, porque por su situación geográfica y su historia hay muchísimas inversiones que están generando mucho trabajo. En sí, ahorita tenemos sobre empleo, traemos miles de plazas tanto en el sector industrial como en servicios y comercio que no encontramos suficientes trabajadores. En ese sentido, Juárez sigue teniendo una actividad económica fuerte, aunque hay sectores muy afectados, no para todos es igual, pero en general la ciudad se está moviendo económicamente mejor que el resto de la república, esto es característica de toda la frontera. Entonces, cuando existe flujo de dinero está la oportunidad de que nazcan nuevas empresas, pero vemos que todos esos mercados se mantienen en la informalidad y muchas veces con la explotación de los líderes. No hay políticas públicas para ir llevando poco a poco a estas empresas a un desarrollo. Ciudad Juárez tiene una oportunidad muy fuerte para que todas estas pequeñas empresas puedan sobrevivir y encontrar verdaderos proyectos de apoyo por parte de las diferentes autoridades para que se generen empresas formales, esto nos ayudaría muchísimo. En los mercados, por ejemplo, la gente sigue manteniendo condiciones de explotación, no les enseñan a comprar, los permisos son caros, anteriormente había una sola cuota anual ahora son cuotas semanales o quincenales que se tienen que pagar a las autoridades hacendarias, los cobros se hacen por parejo a todas las empresas, los contratos de servicios son caros, el uso de suelo se ha vuelto burocrático y costoso. No hay conciencia verdadera de generar una promoción a estas pequeñas y medianas empresas.
¿Cuáles son los valores que se han de destacar en estas empresas y lo que están viviendo?
En Juárez ha habido una actitud ejemplar, no solamente en las grandes industrias como la industria maquiladora y de exportación, sino que las empresas en general han mantenido los pagos de sueldos y salarios durante los cierres totales, o sea, la mayor parte de las empresas sin tener ingreso alguno respondieron a sus colaboradores y nos mantuvimos en la actividad económica adelante, ese es un ejemplo muy fuerte. México es uno de los pocos países en Latinoamérica que no tuvo apoyo alguno por parte de los gobiernos, se les dejaron la totalidad de los costos a las empresas. Otra cosa muy positiva que hicieron las empresas en general fue que contribuyeron, sobre todo el sector maquilador, pero hubo muchos no maquiladores como el sector de servicios y comercio que apoyaron para cubrir los costos de las campañas de vacunación. El Gobierno Federal no tenía dinero para los costos operativos, solamente cubrían los gastos de los doctores, las enfermeras y las vacunas, pero los gastos operativos de todo lo que se requería para llevar, que eran multimillonarios, no, y ese dinero lo puso el sector privado, se gastaron millones de dólares para poder vacunar a la totalidad de la población que se quiso vacunar. Otra colaboración fueron todas las inversiones que se tuvieron que hacer para controlar la enfermedad en el campo de trabajo, o sea pudimos luchar y enfrentar a la autoridad que quería cierres totales y no lo permitimos, defendimos la hipótesis en ese momento, que fue probada, que la gente estaba más segura dentro de su trabajo que afuera, porque cuando vivimos los cierres totales, la autoridad no hacía su trabajo de mantener a la gente en sus casas y andaba la gente en la calle como si estuviera de vacaciones y eso era peor que tenerlos trabajando en un esquema controlado con miles de millones de dólares que se invirtieron para poder tener todos estos servicios de atención dentro de la empresa para evitar los contagios.
El papa Francisco ha pedido en este mes orar por los pequeños y medianos empresarios ¿Qué opina de esto, en qué les sirve?
El Papa Francisco, como líder del mundo, sabe y tiene una visión de lo que está sucediendo en todo nuestro planeta y sabe que toda esta pandemia vino a trastocar por completo el orden económico, la actividad económica y dentro de esta actividad económica los que generan más empleo en todo el mundo son las pequeñas y medianas empresas porque está buscando en sacar adelante a su familia. El mensaje del papa es un llamado en favor de la familia porque la mayor parte de estas empresas son familiares, entonces es un llamado de apoyo a la familia a través de estas actividades micro empresariales que se realizan: los panaderos, las tortillerías, las tienditas de abarrote, las estéticas. Es un llamado para que consumamos y los apoyemos, salir a los mercados, pero también un llamado a las autoridades para que se enfoquen en este grupo estratégico y hagan programas que realmente ayuden, porque luego resulta que los permisos y los cobros de impuestos son verdaderamente insultantes para un negocio que inicia.
¿Algo más que desee agregar respecto al tema?
En materia del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos se revisa cada 5 años y ya pasaron dos o sea que dentro de tres años los tres países van a volver a revisar y uno de los temas que está surgiendo es que tenemos que lograr que haya más inclusión de las pequeñas y medianas empresas en el tratado, porque las grandes empresas, los grandes sectores, tienen facilidad para poder hacer negocio entre estos países, y la pequeña y la mediana empresa no tiene la misma capacidad. Hay una gran necesidad de capacitación, de enseñanza hacia la pequeña y mediana empresa precisamente para que pudieran tomar ventaja de estos mercados que se han abierto para todos y no nada más darles el beneficio a los grandes, pero se requiere de un cambio cultural de atención a las pequeñas y medianas empresas para su desarrollo. Hace bien el papa en mencionar este tema porque es un tema no nada más en pro de la familia sino en pro de la inclusión de este sector de la economía.