Lectio Divina correspondiente al 22 de agosto, Domingo XXI del Tiempo Ordinario … Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ Instituto Bíblico San Jerónimo
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Juan 6, 55. 60-69
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
Muchos de sus discípulos, al oír a Jesús, dijeron: Esta doctrina es inadmisible. ¿Quién puede aceptarla? Jesús, sabiendo que sus discípulos criticaban su enseñanza, les preguntó: ¿Les resulta difícil aceptar esto? ¿Qué ocurriría si vieran al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Pero algunos de ustedes no creen. Dijo esto Jesús porque sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. Y añadió: Por eso les dije que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede. Desde aquel momento, muchos de sus discípulos se retiraron y ya no andaban con él. Entonces Jesús preguntó a los Doce: ¿Acaso también ustedes quieren irse? Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iríamos? Tus palabras dan vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios. (Texto tomado de la Biblia de América)
Meditar la Palabra
Después de haber leído el texto del evangelio y para una mejor reflexión hagámonos las siguientes preguntas:
¿Qué dijo Jesús que muchos de sus discípulos consideraron como una doctrina inadmisible?
Jesús se da cuenta que a los discípulos les resulta difícil aceptar que su carne y su sangre son verdadero alimento y bebida y entonces ¿Qué pregunta les hace?
¿Quién nos concede la gracia para acercarnos a Jesús?
¿Después de esto qué pasa con muchos de los discípulos de Jesús?
Jesús pregunta a los Apóstoles si ellos también quieren irse ¿Qué respuesta da Pedro en nombre de los Doce?
Breve Estudio Bíblico
En la primera lectura, Josué nos recuerda nuestra libertad de elegir a qué dioses queremos servir y nos hace un llamado a ser responsables de nuestras decisiones. La respuesta del pueblo de Israel para Josué, en ese momento, fue la de servir a Yahvé, revalidando así la alianza de sus antepasados. San Pablo, en la carta a los Efesios describe una norma de comportamiento para fortalecer los valores de la familia cristiana, en una época donde a la mujer no se le trataba con igual dignidad que al hombre; Pablo no solo recomienda sino exige un trato equitativo que se puede sintetizar en el versículo 5, 22 en el cual pide a las mujeres que respeten a sus maridos y, a los hombres, que deberán amar a sus esposas. Una exigencia de respeto e igualdad que era revolucionaria en la época que se escribe. Esa fue una de las razones por la que los judíos rechazaban a Pablo, pues dentro de la cultura judía, en ese tiempo, la mujer era tratada con desprecio.
Estos domingos nuestra liturgia de la palabra se ha centrado en el capítulo sexto del Evangelio de según San Juan; la doble enseñanza de este domingo es que Jesús bajó del cielo, es decir, su preexistencia divina, y la segunda es que nos da a comer su carne. Esto escandalizó a sus discípulos y muchos tomaron la decisión de ya no seguirle, no por que no comprendieran la enseñanza, sino más bien, por que no la admiten. Jesús responde a su actitud de escandalo con otro cuestionamiento: ¿Qué ocurriría si vieran al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? Después, en privado, también interroga a los Doce: ¿Acaso también ustedes quieren irse? Pedro a nombre de los Apóstoles, mostrando su primacía, le responde y reafirma su fe reconociéndolo como el Mesías, el Santo de Dios.
2.Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
Jesús es claro al decirnos que su carne es verdadera comida y su sangre verdadera bebida, nosotros somos los que al comprender su significado podemos rechazarla o adherirnos a la fe y aceptar sus palabras de Vida Eterna.
¿Me resuena difícil de aceptar a mi Iglesia? ¿Soy como esos discípulos que comprendieron, pero prefirieron alejarse de Jesús por lo duro de sus afirmaciones?
Estoy dispuesto a seguir al lado de Jesús y aceptar su cuerpo y su sangre como verdadera comida y bebida?
Como Pedro ¿Reconozco a Jesús como el verdadero Mesías, el verdadero Cristo?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor, envía sobre mi tu Santo Espíritu para que acepte y me adhiera a tus palabras de Vida Eterna, que te acepte como mi Señor y salvador.
Señor ayúdame a no crearme una fe a mi medida ayúdame a no abandonarte en los momentos de prueba que comprenda que tus sacramentos son una vía segura de salvación. Amén.
- Contemplación:
Para la contemplación podemos repetir varias veces un versículo de la Sagrada Escritura para que entre e ilumine nuestro corazón.
«Tus palabras dan vida eterna» (Jn 6, 68)
Hagamos el propósito de repetir este versículo durante la semana.
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Este domingo, XXI del tiempo ordinario, el Evangelio según San Juan nos muestra como no pocos de los discípulos que lo seguían deciden abandonarlo después de escuchar decir a Jesús que su carne y su sangre eran verdadera comida y bebida. Sin embargo, no todos sus discípulos lo abandonan. Sabemos que la gracia de seguir a Jesús es un regalo que el Padre nos concede, seguirlo es un privilegio y exige una respuesta de nuestra parte.
Propuesta: Jesús, nos ofrece su cuerpo y su sangre para que tengamos Vida; esta semana no dejaré pasar su llamado y además de acercarme al altar para recibir la eucaristía buscaré también su Palabra que da vida eterna. Leeré la Sagrada Escritura en un momento de recogimiento espiritual para encontrar ese diálogo con el Señor que me trae vida eterna.
Domingo XXI del Tiempo Ordinario
Color: Verde
Primera Lectura: Josué 24, 1-2a. 15-17. 18b
Salmo 33
Segunda Lectura: Efesios 5, 21-32