Silvia del Valle/Madre de familia
En la actualidad la figura del papá en la familia se ha desvirtuado mucho, ya que casi no están presentes por el trabajo y responsabilidades que tienen para llevar a casa lo necesario para vivir dignamente.
Sé que esto es muy importante, pero también lo es que nuestros hijos tengan a un padre presente, de carne y hueso, y no solo un concepto lejano que muy pocas veces se acerca, sólo para corregir y al que, por lo mismo, los pequeños le tienen terror.
Las mamás debemos buscar que nuestros hijos tengan un concepto correcto de papá y él debe buscar estar presente en los momentos más importantes de la vida familiar.
No siempre es fácil pero aquí te dejo mis 5Tips para lograr tener un papá de carne y hueso en nuestra familia.
Primero. Que esté alegre y al 100%.
Sabemos que las ocupaciones y el tráfico en la ciudad nos hace invertir mucho tiempo en los traslados y en el trabajo, restando tiempo para estar con la familia, pero el tiempo que papá logre estar, que sea de calidad, que esté contento y dispuesto a convivir y jugar con los hijos, salir al parque o ver películas con ellos.
De ser posible que evite contestar llamadas del trabajo o que dedique algunos minutos a ello y que regrese a la convivencia con los hijos.
No es necesario que esta actividad sea extraordinaria o que implique un gasto excesivo, papá debe estar consciente que el ingrediente secreto, el elemento estrella de este tiempo, es él, su presencia con los hijos.
Segundo. Que esté enterado de las actividades familiares.
Las mamás podemos ayudarles a lograrlo si ponemos un calendario familiar en un lugar visible para que cuando llegue del trabajo o cuando vaya de salida vea lo que hay en el día para la familia y pueda dar algunas palabras de aliento o acompañamiento para cada uno de los hijos.
En este calendario hay que anotar las actividades de la escuela de nuestros hijos, clases extra escolares y también las fechas importantes para la familia, así las podrá tener en cuenta y pedir permisos o vacaciones con tiempo cuando sea necesario.
En caso de que le sea imposible asistir, puede darle a los hijos algunas palabras con referencia a esa actividad y mostrar su interés con alguna llamada para ver cómo les fue y al llegar a casa propiciar un momento de convivencia y, ¿por qué no?, de sana celebración familiar.
Tercero. Buscar un momento al día para estar juntos.
Sé que cada vez esto es más difícil, pero podemos buscar que todos desayunemos juntos o que sea en la cena cuando estemos juntos.
No es necesario que sean horas y horas, con que dediquemos algunos minutos para poder dialogar y compartir lo que se hizo en el día o lo que se quiere hacer, es más que suficiente. Esto sirve para establecer un vínculo entre papá y los hijos y fortalecerlo día con día.
Cuarto. Establecer una hora a la semana para la convivencia familiar.
Debemos ponerla en las agendas de todos y en el calendario familiar, para que busquemos que todos estén en casa y así convivir en familia.
Conforme crecen los hijos, esto se vuelve casi imposible, por eso debemos establecer un día y todos tomarlo muy en serio, de otra forma las relaciones familiares se enfrían y se vuelven lejanos. Esto es un peligro cuando nuestros hijos se vuelven adolescentes y jóvenes porque se pierde la comunicación con ellos y la confianza en papá, sobre todo, porque lo sienten cada vez más lejano.
Debemos tomar en cuenta que es precisamente en la adolescencia cuando los hijos necesitan más de un papá presente e involucrado para resolver dudas que de manera natural van surgiendo, dialogar y poner las cosas en su justa dimensión.
En cuanto a las hijas, la figura paterna es vital ya que es quien les da seguridad, por eso debe haber una convivencia constante y por eso, por lo menos una hora a la semana debe haber ese tiempo familiar.
Y Quinto. Que tenga detalles amorosos.
Expresar el amor no les resta autoridad, ni los hace menos hombres, por el contrario, los hace personas de carne y hueso, capaces de sentir y de amar. Esto forma la personalidad de los hijos y los marca para toda la vida.
Es mejor un papá cercano y amoroso que uno rígido y lejano a quien se le tiene miedo porque cuando llega comienzan exigencias exageradas y castigos excesivos por cosas que no se han hecho.
Cuando papá educa a los hijos con amor y desde el amor, es capaz de sentir con ellos, hacer empatía, buscar el bien de cada uno de ellos y el bien de la familia, corrigiéndolos cuando debe e impulsándolos cuando así se amerita.
Un papá de carne y hueso es un papá presente aunque las actividades de su trabajo le impidan dar tiempo en cantidad, pero lo da en calidad. ¡Feliz Día del padre!