Mons. J. Guadalupe Torres Campos
Les saludo con mucha alegría y amor de padre y pastor. En esta ocasión quiero compartirles la segunda parte de lo que trabajamos en la asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano que vivimos del 7 al 11 de noviembre.
Les decía que el objetivo que queremos durante estos tres años en el episcopado, es avanzar en la elaboración sinodal del proyecto pastoral hacia el año 2031-2033. Queremos hacer un plan global pastoral con ocasión de dos grandes acontecimientos que estamos por vivir en el 2031: celebramos los 500 años de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe. Y otro acontecimiento todavía más importante y más fundamental para nuestra fe, los 2000 años de la redención. Cristo muere en el 33 y resucita y nos redime, nos salva.
Les comentaba que trabajamos los obispos en unidades.
En la tercera unidad tuvimos el siguiente objetivo: visualizar los escenarios socio-culturales y eclesiales para proyectar una Iglesia pobre, sinodal, samaritana y audaz. Fíjense nada más qué importante revisar los entornos del mundo y de la Iglesia, cómo estamos como Iglesia, cómo son los entornos de nuestro país, de nuestra sociedad, de todos los ámbitos culturales, educativos, socio político y eclesial-pastoral.
Vivir la comunión
Efectivamente queremos en este proyecto global vivir como una iglesia pobre, a ejemplo de Cristo. La pobreza, la sencillez, la humildad sinodal. El papa está insistiendo mucho en la sinodalidad, en la comunión, todos juntos.
Por eso desde un principio que tomé la diócesis, convoqué a la comunión, a la unión, a sumarnos obispo, sacerdotes, consagrados, consagradas, laicos, seminaristas.
Esa es la actitud de participación y de comunión, actitud samaritana de servicio, de ver por el pobre, por el herido, por el afligido, por el que está triste. Tener esa actitud de amor y de servicio y de caridad y actuar con inteligencia, con habilidad y con las capacidades que Dios nos da.
Un proyecto global
En la cuarta unidad tuvimos como objetivo discernir y decidir qué caminos recorrer como Conferencia del Episcopado Mexicano para hacer realidad este proyecto global de pastoral 2031-2033.
Una vez que ya escuchamos, que vimos que queremos visualizar los escenarios Ad intra y ad extra, entonces ver por dónde, cuáles son los caminos, qué queremos, ¿Qué haremos? es la pregunta. Nos acercamos con compasión a las realidades desafiantes, y decidimos caminos a recorrer para avanzar en esta plan global de pastoral. Ya vamos sumando caminos por donde queremos seguir los obispos, cada quien en cada provincia, hemos ido
aportando los caminos y las luces con las que queremos contribuir.
Temas de actualidad
Una quinta unidad fue escuchar a especialistas sobre temas desafiantes para la Iglesia y el mundo. Tuvimos dos temas muy importantes, una muy intra-eclesial que nos afecta, que tenemos que dar respuesta. El tema fue sobre la protección para los menores. Un tema muy, muy delicado y como iglesia tenemos que estar atentos, tenemos que sumarnos a esta comisión que el papa ha dispuesto, en la cual está al frente el cardenal de Boston Patrick O’Malley.
Y luego el otro tema muy importante en esta escucha de especialistas, fue sobre la ideología de género. Una tremenda ideología que está permeando el mundo y que hay grandes intereses mundiales que quieren obligar, que quieren imponer esta ideología de género. Debería ser un tema aparte para conocer en qué consiste esta ideología de género, que en pocas palabras destruye a la persona, va en contra de nuestra fe.
Comisión para concretizar
Una sexta unidad que trabajamos fue aprobar la ruta a seguir para elaborar el Plan Global de Pastoral 2031-2033, los responsables y el marco de tiempo. Aquí aterrizamos en que se creó una comisión de obispos para que todo lo que trabajamos durante la semana se sume y se haga un cuaderno de trabajo que luego nos van a presentar para revisarlo, y seguramente la próxima asamblea aprobaremos el documento final.
Así es como trabajamos intensamente estos días de lunes 7 al viernes 11 de noviembre. Fue una convivencia muy hermosa con los obispos, con asistencia de 116 obispos.
Participó por primera vez en la asamblea el señor nuncio apostólico Franco Coppola, muy amable, muy atento, conociendo apenas, empapándose de nuestra realidad como Iglesia mexicana. Lo hemos acogido con mucha fe, con mucha esperanza y él está también, lo ha manifestado, con la mejor disposición de integrarse como nuncio a nuestra Iglesia.
Y este proyecto pastoral global ya lo he dado a conocer a los sacerdotes, así como lo comparto con ustedes. Poco a poco iremos estudiándolo más para que lo apliquemos. La idea es esa, aplicar este proyecto global, nacional, a las realidades de cada una de las diócesis y provincias.
Les saludo con gran afecto, con gran cariño. Que este Año de la misericordia que clausuramos nos colme con la bendición de Dios, que la misericordia de Dios nos transforme, nos llene de un corazón bueno y compasivo, para que como se dijo desde un inicio, seamos capaces de ser ministros de la misericordia de Dios. Les saludo con afecto y les doy mi bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.