Dr. Oscar Ibáñez Hernández/ Profesor universitario
El 30 de diciembre un frente frío produjo abundantes nevadas en el estado de Chihuahua ubicado en el norte de México. Se anunciaron tramos cerrados en prácticamente todas las carreteras estatales debido al “mal clima”. Es común que cuando hay grandes lluvias o nevadas se utilice esa expresión, sin embargo, está mal utilizada, especialmente en invierno y en el contexto de sequía que aqueja a esta región.
Las nevadas y las temperaturas bajo cero ayudan a desinfectar y matar las plagas en el suelo y las plantas, permiten la mejor recarga de agua por el bajo nivel de evapotranspiración, por lo que, tras un año de sequía, los escurrimientos y la lenta infiltración del agua al suelo al derretirse la nieve ha permitido que la mayoría de los chihuahuenses, principalmente en el campo y la sierra cerremos el año con un mejor ánimo. ¡Que siga nevando!
Ciertamente la nieve, las bajas temperaturas o la lluvia torrencial pueden ocasionar problemas, son fenómenos naturales cíclicos que cada vez podemos prever mejor y prepararnos para sus efectos perniciosos, ya sea adaptándonos o reduciendo vulnerabilidades. Estas nevadas en la Sierra Tarahumara representan un reto para resguardarse por las bajas temperaturas, y al mismo tiempo son una recarga para cosechas de agua, recuperación de manantiales y veneros, indispensables para la supervivencia. ¡Que siga nevando!
Como en muchos lugares del país, la violencia en algunas zonas de Chihuahua se ha enseñoreado, llenando de angustia y zozobra a los habitantes de regiones donde distintos grupos de crimen organizado se disputan territorios. Un alcalde en una de estas regiones que ha recuperado la paz compartió un video donde se observa la blancura de la nieve en una noche silenciosa junto con los adornos navideños en la plaza principal del pueblo. Fue un mensaje silencioso de paz. ¡Que siga nevando!
En otro video, se aprecia el blanco de la nieve que cubre la vegetación y el camino por donde se desplaza un vehículo, como descubriendo un territorio desconocido, alguien comentó que la nieve cubre cualquier imperfección del terreno y lo transforma, en este caso, el fenómeno resalta la belleza del entorno natural, y ciertamente nos genera un sentimiento de un nuevo comienzo, limpio, puro y en paz en la víspera de iniciar un nuevo año. ¡Que siga nevando!
Un último video de esta espectacular nevada está tomado entre los pinos de otra región de la Sierra de Chihuahua, aquí se aprecia un paisaje que muchas veces vemos como escenografía navideña, un invierno en la montaña que invita a la contemplación, al agradecimiento, a integrarse con la naturaleza y con el resto de la creación, una excelente oportunidad para agradecer lo que tenemos y abrirnos con esperanza a lo que viene. ¡Que siga nevando!
La nieve sirve también como metáfora y signo de muchas cosas, además de la paz, la pureza, la frescura, y la claridad, hay quien dice que «Cuanta más nieve cae, más cielo cerca», lo cierto es que la nieve nos provoca muchos sentimientos, que mueven lo más íntimo de nuestro ser, dónde se gestan y sienten las cosas más importantes.
Los copos de nieve son moléculas de agua que se cristalizan en multiformes hexágonos de hielo y se precipitan a la tierra desde las nubes, lentamente, mucho más lentamente que las gotas de agua, precisamente por su forma y consistencia, a mi me parece que son como la suma de las pequeñas buenas acciones que se realizan por muchas personas en el mundo y que se manifiestan lentamente, con su pureza de intención, y en silencio transforman los entornos oscuros y violentos, en espacios de bondad, vida y paz. ¡Que siga nevando!