- Provenientes de Guanajuato, los jóvenes frailes recibieron el primer grado del sacramento del Orden, de manos del obispo don Guadalupe Torres.
Diana Laura Mtz. Adriano
Fray José de Jesús Segura y Fray J. Guadalupe Pimentel, originarios de Guanajuato, fueron ordenados diáconos transitorios el pasado 19 de diciembre en la parroquia Mártires Mexicanos, recibiendo así el primer grado del sacramento del Orden.
Después de haber sido considerados dignos para este ministerio, fue el obispo de Ciudad Juárez, don J. Guadalupe Torres quien celebró la misa de ordenación, la cual fue concelebrada por el ministro provincial de la Orden de Frailes Menores, San Pedro y San Pablo, de Michoacán, Fray Flavio Chávez.
En la celebración, los nuevos diáconos declararon su deseo de servir a Dios, y luego en entrevista con Presencia reiteraron su disponiblidad y amor al servicio al que fueron llamados.
“Estoy muy agradecido con Dios por poder servirle a su Iglesia por medio de este sacramento al que me ha llamado”, mencionó Fray J. Guadalupe.
“Es una alegría muy inmensa con la cual nosotros nos regocijamos con la familia cristiana, tenemos la esperanza de seguir adelante con la ayuda de Nuestro Señor y de nuestra Santísima Madre María”, comentó Fray José.
Cobijados por la DCJ
Durante la homilía, obispo llamó a los ordenados a desempeñar el ministerio propio del diaconado en las tres tareas de la misión: “La Palabra, la Liturgia y la caridad”.
Al finalizar, los nuevos diáconos llenos de alegría, recibieron la felicitación de toda la comunidad parroquial y franciscana por haberse constituido mensajeros del evangelio.
“Muchas gracias a esta diócesis por habernos cobijado y seguirnos cobijando con su fraternidad”, agregó Fray José.
Posteriormente todos se dispusieron a vivir un pequeño convivio en honor a los nuevos ordenados.
Mensaje de vocación
Con motivo de su ordenación, los nuevos diáconos transitorios enviaron un mensaje a la juventud que aún no se anima a decirle “sí” al señor con el llamado que Él les está haciendo.
“Para todos los que no saben aún su llamado o que aún no quieren responder, les digo que dejen que Dios guíe su corazón, que sean generosos, que guarden un poquito de silencio para que puedan escuchar a Dios lo que quiere de nosotros”, dijo Fray J. Guadalupe.
“A los jóvenes yo les digo ¡ánimo! sigan adelante y en la vocación en la que encuentren la felicidad y los llene por completo, ahí quédense”, finalizó Fray José.