Ana María Ibarra
Incrementar el amor a la Eucaristía y testimoniarla con obras para reconstruir el tejido social, fue el objetivo de los congresos eucarísticos que se realizaron en la diócesis por decanatos el pasado 24 de agosto.
Decanato NS del Carmen
En el Decanato Nuestra Señora del Carmen, el evento inició en la parroquia Nuestra Señora del Rosario con una misa presidida por el decano, José González y con la participación de los sacerdotes del decanato.
La homilía estuvo a cargo del padre Abraham Betancourt, vicario de Nuestra Señora del Carmen, quien reflexionó sobre el milagro de la transustanciación.
“El pan ya no es pan, es el Cuerpo de Cristo; el vino ya no es vino, es la Sangre de Cristo. Es imposible entender a la luz de la razón. A veces vamos a tratar de entender con la razón y nos perdemos del pan que da vida”, expresó el sacerdote.
Señaló que el ser humano se alimenta de muchos panes, alimentos muertos, porque después hay hambre.
“Son panes de egoísmo, de rencor, de odio, y esos panes nos matan. Después nos damos cuenta de que necesitamos de ese pan que da vida, por eso venimos a misa y nos acercamos a la hora santa”, agregó.
El sacerdote recordó la secuencia de la solemnidad de Corpus Christi: Es un mismo alimento que tiene distintos efectos, a algunos les da vida a otros les da muerte.
“Reflexionemos ¿cómo venimos a recibirlo? Jesús no solo te da la vida eterna cuando lo recibes, sino que resucita lo que está muerto en nosotros”.
Después de la misa, las comunidades que conforman el decanato salieron en procesión llevando como cabeza a Jesús Eucaristía a quien cantaron y oraron durante el trayecto.
Al llegar a la parroquia Nuestra Señora del Carmen, recibieron la bendición con el Santísimo Sacramento.
Ser mensajeros de paz
El padre Marcelino Delfín Poso, coordinador de la Dimensión de Congresos Eucarísticos explicó en entrevista con Presencia el sentido de estos eventos que se realizaron en la mayoría de los decanatos con entusiasta participación de los fieles.
“Ante la violencia y otros elementos que desintegran el tejido social, la adoración y el amor a la Eucaristía debe llevar a ver la realidad social que vivimos y convertirnos en mensajeros de paz”, compartió.
Dijo que con esa visión y la orientación del señor obispo, don J. Guadalupe Torres Campos se prepararon tres etapas del Congreso Diocesano.
“Inició con el Corpus Christi. La segunda parte se llevó a cabo con temáticas específicas sobre el Proyecto Global de Pastoral, teniendo como fundamento bíblico el relato de los discípulos de Emaús a través del Congreso de los Decanatos, que ayudó para que se consoliden los decanatos y las parroquias”, señaló el padre Marcelino.
Los decanatos Del Valle, Cristo Rey, Espíritu Santo, Sagrada Familia, Nuestra Señora del Carmen y la parroquia Sol de Justicia fueron los participantes del pasado 24 de agosto. El Decanato Cristo Sumo y Eterno Sacerdote realizó la actividad el pasado jueves 31 de agosto.
Congreso Diocesano
El padre Marcelino recordó que el Congreso Eucarístico Diocesano se realizará el 21 de septiembre en El Punto.
“En el amor a la Eucaristía y en ese signo de unidad que debe haber como Iglesia, invito a la comunidad a manifestarnos y dar testimonio público de que Jesús camina con nosotros como caminó con los discípulos de Emaús. Que nos ilumina con su Palabra, nos conforta, nos orienta, nos fortifica y nos invita a dar testimonio en la búsqueda de la paz, la justicia, la unidad en la ciudad y en el mundo”, dijo.