Lectio Divina correspondiente al 04 de septiembre, Domingo XXIII del Tiempo Ordinario … Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lucas 14, 25-33
Como lo seguía mucha gente, Jesús se dirigió a ellos y les dijo: –Si alguno quiere venir conmigo y no está dispuesto a renunciar a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, hermanos y hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no puede ser mi discípulo.
Si uno de ustedes piensa construir una torre, ¿no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla? No sea que, si pone los cimientos y no puede acabar, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, diciendo: «Este comenzó a edificar y no pudo terminar». O si un rey está en guerra contra otro ¿no se sienta antes a considerar si puede enfrentarse con diez mil hombres al que viene a atacarlo con veinte mil? Y si no puede, cuando el enemigo aún está lejos, enviará unos delegados para negociar la paz. Del mismo modo, aquel de ustedes que no renuncia a todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
Al inicio del pasaje del evangelio ¿Cuántos seguían a Jesús?
Cuando Jesús empieza a hablar ¿se dirige sólo a los apóstoles o a quién se dirige?
Primeramente, Jesús hace un recuento de los requisitos que se deben cumplir para poder seguirle, para poder ser su discípulo ¿Cuáles son?
Después, Jesús les dice que si quieren ser sus discípulos ¿Qué deberán cargar cada día?
El Maestro les da dos ejemplos sobre la importancia de planificar bien lo que se propongan ¿Qué ejemplos les da?
Por último, Jesús pide una renuncia más para poder ser su discípulo ¿Cuál es esa renuncia?
Breve Estudio Bíblico
Mientras se dirige a Jerusalén Jesús hace una invitación a gran cantidad de personas que caminaban con él; esta es una invitación a ser ciudadanos del Reino, es decir a ser auténticos discípulos. Aquí Jesús enumera algunas condiciones para ser su discípulo, iniciando con la invitación “si alguno quiere venir conmigo” pide primeramente que se renuncie a la relación afectiva con la familia (esposa, hijos y hermanos) pues les dice que deberán amar más a Jesús que a la misma familia. En el Evangelio según san Marcos (Mc 10, 28-30) Jesús, dando respuesta a Pedro, clarifica que quienes han dejado la familia y posesiones para seguirle habrán de recibir más que lo que dejaron y además la vida eterna, el Reino. La segunda condición es la de aceptar cada día llevar su cruz, el Maestro pide que día a día sepan llevar los contratiempos y vicisitudes que la vida evangélica cotidianamente trae consigo. Les da a entender que el hecho de seguirle no implica una vida de comodidades, al contrario, llevarán el peso de su cruz.
Jesús presenta a continuación dos “parábolas” cuya enseñanza pone de manifiesto las consecuencias que representa iniciar una empresa sin una adecuada planificación de los costos y recursos con los que se cuenta. Al final y después de estas dos parábolas de la “mala planificación”, Jesús pide la tercera condición para seguirle: dejar “todo”, es decir, se refiere a dejar de dar privilegiadamente nuestra atención y tiempo a las cosas, a las posesiones materiales y todo lo que se anteponga a seguir a Jesús. Esta tercera condición viene después de la enseñanza sobre la planificación, quizás es una forma de decir que seguir a Jesús no debe ser producto de la emoción de un momento o de la admiración ante las maravillas que él realiza, debe ser después de una profunda reflexión y con conciencia de lo que ello significa.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Este pasaje del Evangelio suena duro, es exigente y para el hombre de hoy quizás más áspero que para los hombres que recibieron la enseñanza de Jesús hace más de dos mil años. En la actualidad consideramos como prioritario la posesión de cosas materiales no necesarias y sobrevaloramos nuestros sentimientos y apegos. ¿Para ti, estas condiciones que expone el Evangelio son difíciles?
Estás consciente de que la invitación a vivir en el Reino que nos hace el Señor a través del Evangelio es para ti y es hoy ¿la sientes como un llamado personal?
¿Acostumbras posponer los llamados y actividades a los que la Iglesia te invita a participar, a vivir? ¿Por qué?
A través de las parábolas de la “mala planificación” Jesús muestra la importancia de reflexionar en nuestra vida cristiana, en la seriedad con la que tomamos a nuestra Iglesia y nuestros sacramentos. ¿Eres congruente con tu fe católica? ¿Crees poder llegar, al final de tu vida, a ser un ciudadano del Reino?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
a través de tu palabra me invitas a participar del Reino
ayúdame a llegar a ser un discípulo tuyo
fortaléceme para que tu seas el centro de mi amor y mi voluntad.
Señor,
envíame la sabiduría necesaria reflexionar y seguir tu llamado
para que consciente de las condiciones tome mi cruz y te siga
como tu discípulo.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
« El que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no puede ser mi discípulo » (Lc 14, 27)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Este domingo XXIII, el Evangelio nos deja en claro que el apego a las posesiones innecesarias nos aleja cada vez más de llegar a ser un discípulo, nos aleja de ser un buen cristiano. Démonos una oportunidad de demostrar la congruencia de nuestra fe compartiendo de lo que no necesitamos con los más pobres y desprotegidos.
Propuesta: Esta semana pediré en mis oraciones personales por aquellos que sé necesitan de la misericordia de Dios y además llevaré ayuda en alimentos a mi parroquia para que el ministerio de caridad lo entregue a los más necesitados y olvidados.
Primera Lectura: Sabiduría 9, 13-19
Salmo 89
Segunda Lectura: Filemón 1, 9-10. 12-17
Color: Verde