Lectio Divina correspondiente al 17 de julio, Domingo XVI del Tiempo Ordinario
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lucas 10, 38-42.
Mientras iban caminando, Jesús entró a un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía Marta una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta, en cambio, estaba atareada con todo el servicio de la casa; así que se acercó a Jesús y le dijo: -Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola para servir? Dile que me ayude. Pero el Señor le contestó: -Marta, Marta, andas inquieta y preocupada por muchas cosas, cuando en realidad una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, y nadie se la quitará. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
¿Quién recibe a Jesús en su casa?
María la hermana de Marta, ¿cómo actúa ante Jesús?
Por su parte, ¿qué hacía Marta?
Al ver Marta el actuar de su hermana María ¿qué le pide a Jesús?
“Una sola cosa es necesaria”, le dice Jesucristo a Marta. ¿Cuál es?
Breve Estudio Bíblico.
“Señor, no pases junto a mí sin detenerte” son las hermosas palabras que expresa Abrahán al encontrarse con tres caminantes que representan la presencia de Dios y, además, se encarga de darles hospedaje, atenderlos y alimentarlos. La segunda lectura, en palabras de Pablo, resalta la labor que le corresponde al misionero frente al misterio de Dios que es Cristo: entregar la vida y todas las fuerzas en anunciar la Palabra, aconsejar y enseñar con sabiduría, acompañar para que se alcance la madurez en el conocimiento de Dios y así, edificar su Cuerpo que es la Iglesia.
En el Evangelio san Lucas nos presenta que el bien mayor para el discípulo de Dios es la escucha de la Palabra y se ha de vivir en armonía con el servicio al prójimo. Jesucristo nuevamente actúa contrario a las normas culturales judías: es recibido por dos mujeres que no son parte de su familia y les enseña en su propia casa. Una de ellas, Marta, está atareada por los quehaceres de la casa mientras que María, su hermana, se pone a los pies de Jesús como se acostumbraba que lo hiciera un discípulo con su maestro para escucharlo y contemplarlo. Escuchar y contemplar supone guardar silencio, aquietarse, estar atento. Aunque Marta se dedica a ser servicial y hospitalaria con Jesucristo, reclama la actitud pasiva de su hermana. Jesús le responde que hay un bien mayor que el de servir a los demás que es hacerse discípulo por la escucha de su palabra. Solo esta “mejor parte” da un verdadero sentido al servicio del discípulo en la tarea de hacer presente el Reino de Dios. “¡Bienaventurado el que escucha la Palabra de Dios y la cumple!” (Lucas 11, 28).
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
El trabajo que conlleva nuestra tarea de evangelizar es en ocasiones intenso, absorbente y generoso. Esto nos puede llevar a extraviarnos del verdadero sentido de lo que realizamos. Antes de realizar alguna actividad al servicio de Dios, ¿qué tanto tiempo dedico para escucharlo y poner en sus manos mi tarea evangelizadora?
¿Hablo más de Dios que hablar más con él?
¿Qué es aquello en mi vida que me limita en dedicar más tiempo a escuchar a Dios a través de su Palabra? ¿Qué actitudes estoy dispuesto a realizar para dar más tiempo a Dios?
El Evangelio nos ha enseñado que en cumplimiento de la tarea evangelizadora es necesario actuar y aún más, el escuchar a Dios para cumplir su voluntad. ¿En qué y cómo puedo vivir las actitudes de Marta y María sin perder el verdadero sentido de mi servicio a Dios?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
no permitas que mis manos estén tan ocupadas
que te dejen de abrazar en el hermano más necesitado.
Que mis oídos estén tan aturdidos
que te dejen de escuchar en la voz del que solo pide algo de amor.
Habla Maestro,
permite que me siente a tus pies y escucharte.
Atrae mi corazón hacia ti y aquieta mi ser.
Pues el tiempo no es bien vivido si no es contigo,
no pases junto a mí sin detenerte.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que inspire nuestro servicio y amor al prójimo:
«Señor, no pases junto a mí sin detenerte» (Génesis 18, 3).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Qué riqueza el mensaje de la Palabra de Dios para este domingo XVI del Tiempo Ordinario. La hospitalidad y el servicio para con Dios de Abrahán y las hermanas Marta y María.
Propuesta: Nuestra entidad es tierra de paso para nuestros hermanos migrantes y en ocasiones, una oportunidad de una vida más digna. Démosle un verdadero sentido a nuestro servicio a Dios escuchando su voz a través de los hermanos migrantes. Apoyemos a la Casa del Migrante en Ciudad Juárez con alimento, ropa y artículos de aseo personal y de limpieza. Informes al 656 687 0676.
Primera Lectura: Génesis 18, 1-10
Salmo 14
Segunda Lectura: Colosenses 1, 24-28
Color: Verde