Ana María Ibarra
Hace más de 40 años, Rubén Rodríguez Flores conoció al padre Richard Thomas y su obra de llevar alimento a los más necesitados. Desde entonces continúa apoyando a los distintos ministerios que siguen las enseñanzas del sacerdote ya fallecido.
Es así como el pasado 19 de diciembre, Rubén acudió, junto con miembros de distintas comunidades, al Hospital General y al Hospital número 6 del Seguro Social a llevar alimento a los familiares de los enfermos.
Medio siglo
En una camioneta y vehículos particulares, integrantes de las comunidades Las Alas y la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de El Paso, Texas, así como del Banco de Alimentos y Centro Comunitario Espíritu Santo, de Ciudad Juárez, se hicieron presentes en los nosocomios para apoyar a familiares de pacientes.
Llenos de gozo y dando gloria a Dios, los benefactores colocaron bocinas para proyectar alabanzas y rezar la Coronilla a la Divina Misericordia mientras eran entregados platillos de comida, bebidas calientes para mitigar el frío, al igual que cobijas, ropa de invierno y gel antibacterial.
Los beneficiarios, quienes tienen que velar fuera de las instalaciones de los hospitales esperando noticias de parte del personal médico, no sólo se llevaron alimento al estómago y una prenda de vestir, sino también las oraciones por sus familiares y por ellos mismos.
“Este ministerio se ha llevado a cabo por más de 50 años. El padre Thomas nos enseñó que hay más dicha en dar que en recibir. Se alimenta no solo el cuerpo sino también el espíritu. Lo que nos mueve a estar aquí es la fe”, compartió María Elena Rodríguez al resaltar la presencia de Rubén Rodríguez y Emilio Cisneros, quienes a pesar de las enfermedades que padecen, se hicieron presentes para servir a Dios en el hermano.
Una forma de dar gracias
“Conocí al padre Thomas en la parroquia San Martín de Porres, en la capilla Jesús de Nazareth. El padre impartía misa en el antiguo basurero. Ahí vi la presencia del Señor Jesús y me llené de él…muchas bendiciones que el Señor hizo con muchas personas”, recordó Rubén.
Son estas comunidades que iniciaron por inspiración del Padre Thomas, las que siguen haciendo actividades y visitando hospitales.
“La comunidad es la forma de llenarnos de Dios y llevar su palabra”, expresó Rubén.
A pesar de que el entrevistado se encuentra con tratamiento de diálisis y tiene dificultad para caminar, no deja de servir.
“Ya no tengo la misma fuerza, pero estoy aquí todavía. No dejé de venir porque me gusta servir. Antes cantaba y alababa al Señor, pero en lo que pueda hacer, aquí estoy. No importa la enfermedad, siempre podemos darle gracias a Dios. Todas estas enfermedades son para reflexionar y estar más cerca de Dios”, finalizó Rubén antes de retirarse del hospital, al concluir la actividad.