Lectio Divina correspondiente al 25 de diciembre, La Natividad del Señor…Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ IBSJ
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Juan 1, 1-18
Al principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ya al principio ella estaba junto a Dios. Todo fue hecho por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto llegó a existir. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres; la luz resplandece en la oscuridad, y la oscuridad no pudo sofocarla.
Vino un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por él. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que con su venida al mundo ilumina a todo hombre. Estaba en el mundo, pero el mundo, aunque fue hecho por ella, no la reconoció. Vino a los suyos, pero los suyos no la recibieron. A cuantos la recibieron, a todos aquellos que creen en su nombre, les dio capacidad para ser hijos de Dios. Estos son los que no nacen por vía de generación humana, ni porque el hombre lo desee, sino que nacen de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros; y hemos visto su gloria, la gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, proclamando: –Este es aquel de quien yo dije: «El que viene detrás de mí es superior a mí, porque existía antes que yo». En efecto, de su plenitud todos nosotros hemos recibido gracia en abundancia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos llegaron por medio de Cristo Jesús. A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo único, que es Dios y que está en el seno del Padre, nos lo ha dado a conocer. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
El evangelio según San Juan inicia hablando de la Palabra ¿Desde cuándo existía? ¿Dónde estaba la Palabra?
¿Quién estuvo presente en la creación de cuanto existe?
¿Dónde estaba en la Palabra que es la luz de los hombres?
¿Quién fue enviado por Dios para dar testimonio de la luz?
El profeta Juan vino a dar testimonio de la luz ¿Quién era la luz verdadera que con su venida iluminó a los hombres?
El creer en su nombre ¿de qué nos da capacidad?
La Palabra se hizo carne, al Hijo de Dios y con su gloria, gracia y verdad le hemos visto. ¿Alguien ha visto a Dios? ¿quién nos lo ha dado a conocer?
Breve Estudio Bíblico
El evangelio de hoy comprende la parte central del prólogo del evangelio según San Juan, una de sus partes centrales es el versículo 14: “Y la Palabra se hizo carne”, que nos describe la Navidad. El Hijo de Dios se hace hombre y habitó entre nosotros como Dios dentro de la fragilidad humana. Este prólogo inicia mencionando que la Palabra estaba desde siempre en Dios y que participó de la creación. El profeta Juan, enviado por Dios, es quién anuncia su llegada y da testimonio de que Él es la luz, la luz verdadera; otra parte central de este prólogo está en versículo 12: “a todos aquellos que creen en su nombre, les dio capacidad para ser hijos de Dios”. El evangelista nos deja claro que es a través de creer en Jesús, el Hijo de Dios, que habremos de ser coherederos del Reino, pues por su gracia habremos alcanzado la verdad. En la parte final deja explícito que Jesús es Dios, Dios Hijo y solo a través de él conoceremos al Padre.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
En el misterio de la Navidad resuenan las palabras del evangelio cuando nos recuerda que el Hijo se hizo carne y vino a nosotros para participarnos de su gloria, y que recibiéndolo y creyendo en él podremos recibir la gracia de ser hijos de Dios. ¿Esta Navidad has sentido la dicha del misterio de la encarnación de Dios Hijo? ¿estás consciente de que a través de recibirle en tu vida lograrás ser un hijo de Dios y participar así del Reino?
El evangelio nos recuerda que la gracia y la verdad nos llegan a través de Jesús ¿buscas acercarte a él para recibirlo? Un lugar de encuentro por excelencia son los sacramentos ¿utilizas los medios seguros de salvación como lo es la confesión y la eucaristía?
También tenemos puntos de encuentro y diálogo con Jesús a través de la oración y la Sagrada Escritura ¿ponemos de nuestra parte para dejarnos encontrar por el Hijo?
En esta Navidad, más allá de las alegres reuniones con amigos y familiares ¿recuerdas el motivo principal de nuestra dicha de tener presente el misterio de la encarnación del Hijo y las gracias que recibimos al recibirle en nuestro corazón?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
gracias por tu encarnación
gracias por venir a nosotros,
gracias por compartir tu luz y tu verdad
Señor,
ayúdame a recibirte esta Navidad en mi corazón
concédeme la fe para creer en tu Palabra y
reavivar la gracia bautismal de ser hijo de Dios
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
« En estos últimos días nos ha hablado por medio de su Hijo » (Hebreos 1, 2)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Este domingo en que celebramos la llegada del Hijo de Dios a nosotros, nos debe comprometer a poner en práctica sus enseñanzas y ejemplo de vida, por lo que tratemos de tener presente a nuestros familiares, no solo los cercanos, sino aquellos que están lejos; hablemos con ellos este día tan especial aprovechando la tecnología y agrandando así su felicidad de haber recibido al Hijo de Dios.
Propuesta: Compartamos con los desprotegidos y vulnerables parte de lo que el Señor nos da en abundancia. A través del ministerio de caridad de nuestra parroquia donemos cobijas, abrigos y alimentos enlatados para que nuestros hermanos migrantes se puedan proteger del clima y aminorar su sufrimiento y soledad.
Primera Lectura: Isaías 52, 7-10
Salmo 97
Segunda Lectura: Hebreos 1, 1-6