Lectio Divina correspondiente al 10 de julio, Domingo XV del Tiempo Ordinario … Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
Jorge Sánchez/ Instituto Bíblico San Jerónimo
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lucas 10, 25-37
Se levantó entonces un experto en la ley y le dijo para tenderle una trampa: –Maestro, ¿Qué debo hacer para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: –¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella? El maestro de la ley respondió: –Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Jesús le dijo: –Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás. Pero él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: –¿Y quién es mi prójimo? Jesús le respondió: –Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos asaltantes que, después de despojarlo y golpearlo sin piedad, se alejaron dejándolo medio muerto. Un sacerdote bajaba casualmente por aquel camino y, al verlo, se desvió y pasó de largo. Igualmente, un levita que pasó por aquel lugar, al verlo, se desvió y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, al llegar junto a él y verlo, sintió lástima. Se acercó y le vendó las heridas después de habérselas limpiado con aceite y vino; luego lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacó unas monedas y se las dio al encargado, diciendo: «Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a mi regreso». ¿Quién de los tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los asaltantes? El otro contestó: –El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: –Vete y haz tú lo mismo. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el evangelio, hagámonos las siguientes preguntas para una mejor comprensión del texto:
¿Quién trato de tenderle una trampa a Jesús?
¿Cuál fue la pregunta que le hace el maestro de la ley a Jesús?
Jesús le contesta con otra pregunta ¿Cuál fue?
El experto, conociendo las Escrituras, respondió a Jesús correctamente al cuestionamiento, pero de nuevo hace otra pregunta a Jesús ¿Cuál fue esa segunda pregunta?
Jesús le contesta haciendo uso de una parábola ¿Con qué nombre se le conoce a esa parábola?
Breve Estudio Bíblico.
La primera lectura nos pone en contexto sobre el cumplimiento de la palabra de Dios; en labios de Moisés nos trasmite la importancia de lo escrito en la Biblia y como Dios no pide algo a lo que nuestra fuerza y voluntad no tengan acceso. Su palabra está cerca y es accesible a todos nosotros, solo basta un poco de esfuerzo y voluntad para tomarla en nuestras manos e iniciar así un diálogo con Dios.
Partiendo de las palabras de Moisés es que el maestro de la ley quiso sorprender a Jesús, pero primero le responde con otra pregunta a la cual el experto (doctor en la ley) da respuesta adecuadamente; nuevamente intenta poner una trampa a Jesús planteando una segunda pregunta que en algún momento todos nos hemos planteado: ¿Quién es mi prójimo?
La respuesta de Jesús es a través de un enigma, de una parábola qué sirve para clarificar quién es nuestro prójimo. Nos enseña a través de la historia narrada lo selectivo que podemos ser para dar ayuda, lo fácil que es poder dejar de lado al necesitado y no considerarlo nuestro prójimo. El contraste es claro, un sacerdote y un levita con un samaritano. Nos deja también la enseñanza que el cumplimiento de la Palabra no depende de nuestro conocimiento sino de nuestro corazón. Jesús pone de protagonista a un samaritano, a un extranjero, lo que quizás pretendía era recordarle al experto en la ley (y a nosotros) lo que de ellos se dice en Levítico (19, 33-34) “Si un extranjero se instala en la tierra de ustedes, no lo molestarán; será para ustedes como un nativo más y lo amarás como a ti mismo”.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Para profundizar en el Evangelio contestémonos a nosotros mismos, con sinceridad, las siguientes preguntas:
Jesús es puesto a prueba por un doctor de la ley, un experto conocedor de la Escritura, sin embargo, él lo conduce, a través de una respuesta en forma de pregunta, a que reconozca públicamente la centralidad de su fe judía en el doble mandamiento del amor: nuestro amor a Dios y nuestro amor al prójimo. Suficiente este precepto para lograr la Vida, pero nosotros ¿estamos conscientes de este mandamiento central?
La parábola que utiliza Jesús para responder la segunda pregunta maneja varios personajes, el sacerdote, el levita, el samaritano, el tendero y el hombre asaltado ¿con cuál de ellos te identificas? ¿Por qué?
¿Cuántas veces has recibido ayuda de quién menos lo esperabas? ¿Cuántas veces has dejado de lado al necesitado? ¿Realmente veo al migrante como mi prójimo?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor Jesús,
fortalece mi corazón para ser obediente a tu palabra,
que mi voluntad sea como la tuya
y vea en el necesitado a mi hermano a mi prójimo.
Señor, que tus enseñanzas lleguen a la médula de mis huesos
que se hagan vida en mí,
conviérteme en un verdadero discípulo tuyo.
Amén.
- Contemplación:
Para intensificar la contemplación repitamos varias veces un versículo de la Sagrada Escritura durante la semana para que alimente nuestra fe:
«Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a mi regreso. » (Lucas 10,35)
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
En el domingo XV del tiempo ordinario, nos es recordado el doble mandamiento del amor, la importancia de amar al prójimo como uno mismo y recibimos la enseñanza de Jesús sobre quién es nuestro prójimo.
Propuesta: Durante la semana pidamos la gracia de no dejar pasar o voltear nuestra vista para otro lado ante las necesidades de los migrantes. Concienticémonos que niños inocentes llegan como miembros de esas familias migrantes y que son nuestro prójimo. Recuerda compartir los dones que has recibido de Dios de una forma no selectiva y demos a esas familias migrantes la oportunidad de ver la misericordia de Dios a través de nuestras manos.
Primera Lectura: Deuteronomio 30, 10-14
Salmo 68
Segunda Lectura: Colosenses 1, 15-20
Color: Blanco