Jorge Sánchez/ Instituto Bíblico San Jerónimo
Lectio Divina correspondiente al 9 de enero del 2022, El Bautismo del Señor… Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lucas 3, 15-16. 21-22
El pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías. Entonces Juan les dijo: Yo los bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias. El los bautizará con Espíritu Santo y fuego.
Un día cuando se bautizaba mucha gente, también Jesús se bautizó. Y mientras Jesús oraba se abrió el cielo, y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma visible, como una paloma, y se oyó una voz que venía del cielo: Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el texto del evangelio, correspondiente a la fiesta del Bautismo del Señor y para una mejor reflexión hagámonos las siguientes preguntas:
El pueblo tenía dudas sobre quién era Juan el Bautista ¿quién pensaban que podría ser?
¿Con qué les dice Juan que los bautizará el que viene detrás de él?
El día que Juan bautiza a Jesús ¿Cuántos se bautizaron? ¿Qué dice la voz que venía del cielo cuando Jesús es bautizado?
Breve Estudio Bíblico.
Ya desde el Antiguo Testamento se anunciaba en boca del profeta Isaías la venida del Salvador, que “apacentará como un pastor a su rebaño y amorosamente lo reunirá” (Is 40,11); en el evangelio según San Lucas esto ocurre a través de Juan el Bautista quién anuncia la llegada del Hijo de Dios. Juan les predicaba que una vez que llegara el Mesías, este los bautizaría no solo con agua, sino con Espíritu Santo. Un día Jesús se acerca a Juan y junto con muchos otros es bautizado, Lucas nos menciona que Jesús, ya bautizado y estando en oración, desciende el Espíritu Santo sobre él y el Padre dejó oír su voz para declararlo su Hijo amado, el Hijo de Dios. En ese instante se hace presente la Santísima Trinidad: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Después de ser ungido con poder de parte del Padre y enfrentar a la tentación, Jesús dará el inicio su vida pública de una manera activa a través de la fuerza que el Espíritu Santo le dio para cumplir su misión. Pablo, en su carta a su discípulo Tito, nos recuerda que Dios nos salva no por nuestras obras, sino por su misericordia a través del bautismo y el Espíritu Santo que nos llega por Jesús nuestro Salvador dándonos la esperanza de la vida eterna (cfr. Tito 2, 5-7).
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
Juan el Bautista siendo un profeta de gran reconocimiento por parte de su pueblo, reconoce a Jesús como el poseedor de gran poder (gracia) de parte Dios ¿no se consideraba digno ni siquiera de qué?
Jesús, aunque no lo requería se bautiza e incluso junto con muchos más ¿entiendo que este gesto de solidaridad con los hombres es el inicio de nuestra redención?
¿Creo realmente que al recibir mi bautizo una de las gracias recibidas es la de convertirme en hijo adoptivo de Dios?
Jesús nos da ejemplo de cómo es necesaria la presencia del Espíritu en nuestras vidas para poder dar cabal cumplimiento a nuestra misión ¿Estas consciente de eso? ¿Acostumbras llevar una sana vida sacramental?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Salvados por su gracia, Dios nos hace herederos
Padre,
gracias por tu infinita fidelidad,
por cumplir tu promesa y darnos a tu Hijo
para encontrar nuestra redención.
Señor Jesús,
que a través del bautismo me convertiste en hijo adoptivo del Padre
me convertiste así en parte de la familia de Dios.
Haz que ame a mis hermanos
y fortalece mi fe para actuar en favor del necesitado
Amén.
- Contemplación:
Para favorecer la contemplación podemos repetir varias veces un versículo de la Sagrada Escritura para que entre e ilumine nuestro corazón.
« Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco » (Tt 3, 7)
Hagamos el propósito de repetir este versículo durante la semana.
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
En esta fiesta del Bautismo del Señor nos reconocemos todos como hijos adoptivos de Dios y, por ello, no podemos mantenernos inactivos ante las necesidades de nuestros hermanos que están desposeídos y olvidados.
Propuesta: Nuestros hermanos migrantes continúan en su peregrinar sin encontrar un lugar para descansar, para protegerse del frio y del hambre; muchos son acompañados por menores de edad, hagamos un esfuerzo por apoyarlos a través de llevar ayuda a la Casas del Migrante donde al frente de ese gran esfuerzo caritativo está el Padre Javier Calvillo (C. Neptuno #1855 Tel. 656 687 0676).
Primera Lectura: Isaías 40, 1-5. 9-11
Salmo 103
Segunda Lectura: Tito 2, 11-14. 3, 4-7
Color: Blanco