Samuel Pérez/Instituto Bíblico San Jerónimo
Lectio Divina correspondiente al 21 de noviembre, Domingo de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo… Reflexión y acción de la Palabra de Dios, con la guía de integrantes del Instituto Bíblico san Jerónimo…
- Lectura: ¿Qué dice el texto?
Juan 18, 33-37.
Pilato volvió a entrar en su palacio, llamó a Jesús y le interrogó: -¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús le contestó: -¿Dices esto por ti mismo o te lo han dicho otros de mí? Pilato respondió: -¿Acaso soy yo judío? Son los de tu propia nación y los jefes de los sacerdotes los que te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Jesús le explicó: – Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera, mis seguidores hubieran luchado para impedir que yo fuera entregado a los judíos. Pero no, mi reino no es de este mundo. Pilato insistió: -Entonces, ¿eres rey? Jesús le respondió: -Soy rey, como tú dices. Y mi misión consiste en dar testimonio de la verdad. Precisamente para eso he nacido y para eso he venido al mundo. Todo el que pertenece a la verdad escucha mi voz. (Texto tomado de la Biblia de América)
Después de haber leído el texto del evangelio y para una mejor reflexión hagámonos las siguientes preguntas:
¿Cuál es la idea central de las preguntas que hace Pilato a Jesucristo durante el interrogatorio? ¿Qué le afirma Jesucristo a Pilato? ¿En qué consiste la misión de Jesucristo por la que ha nacido y ha venido al mundo? ¿Quiénes son los que escuchan la voz del Señor?
Breve Estudio Bíblico.
Las lecturas de este domingo nos presentan varias imágenes de Jesucristo, Rey del Universo. La primera lectura presenta la visión del profeta Daniel en la que un Anciano, que es el mismo Dios, preside la corte celestial y entrega todo su poder y dominio sobre reinos y naciones a un hijo de hombre. Este reino y su poder no tendrán fin, resistirá los embates de los imperios paganos y será venerado por todas las gentes. En su momento, la tradición judía identificó al hijo de hombre como el Mesías que debía liberar al pueblo judío; tradición que asumirá Jesucristo. “El Hijo del hombre” es una de las maneras en que Cristo se refería a sí mismo (Mateo 9, 6; Marcos 13, 26). San Juan en la segunda lectura saluda deseando la gracia y la paz a la Iglesia universal reunida en nombre de Dios, el Dueño del tiempo y Señor que dirige toda la historia de la humanidad.
Jesucristo es constituido por su resurrección el “soberano de los reyes de la tierra” que, con su amor y su sangre, ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes que nos permite conocer y alabar a Dios, el Todopoderoso, nuestro Padre. Ya en el Evangelio, Jesucristo ante Pilato se declara rey, pero aclara que su reino no es de este mundo. Su reino consiste en dar testimonio de la verdad, revelación que es Él mismo y su realeza. La serenidad con que Jesucristo responde a Pilato no es la propia de un reo sino la de un juez, el acusado hace preguntas y desde la primera parte del interrogatorio, es Pilato quien se ve sometido a un juicio en el que se le obliga a tomar partido por la verdad. Jesucristo declara: “Todo el que pertenece a la verdad escucha mi voz”.
- Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Vida:
¿Qué tipo de rey estoy esperando? ¿Cuál es el reino por el que opto y promuevo con mi vida?
¿Busco la Verdad (con mayúscula) en mi vida? O, ¿solo busco “mi verdad” en aquello que justifica mi manera de vivir, mis ideologías y mi manera de ser con los demás?
¿Es Jesucristo Rey y Señor de mi vida? ¿Estoy consciente de lo que implica reconocerlo como Rey y Señor de mi vida?
¿Por qué el Reino de Jesucristo no es como los de este mundo? ¿A qué me compromete esto?
- Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor nuestro Jesucristo, Rey del Universo,
que la semilla evangélica germine y
se manifieste en mis acciones.
Reina Señor para que pronto seamos un solo rebaño,
y seas Tú,
nuestro único Dios, Pastor y Rey.
Qué pronto, todos a una sola voz, gritemos con gran fe:
¡Viva Cristo Rey!
- Contemplación:
Para la contemplación hagamos el propósito de repetir varias veces durante la semana un versículo de la Sagrada Escritura para que haga morada en nuestra mente e ilumine nuestra fe:
«Señor, tú eres nuestro rey» (Salmo 92).
- Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Este último domingo del tiempo ordinario celebramos la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. Durante el anuncio del Reino, Jesucristo nos muestra lo que éste significa como Revelación, Salvación y Reconciliación. El encuentro con Cristo supone involucrarse en su proyecto de hacer presente la Buena Nueva del Reino.
Propuesta: Optemos por los valores del Reino de Dios escuchando la voz de nuestro Señor. Iré acompañado de mi familia a la Santa Misa y buscaré un momento adecuado para leer la Sagrada Escritura y orar juntos en nuestro hogar cada día. Como acción concreta, puedo apoyar a mis hermanos migrantes por medio de alimentos y artículos de higiene personal llevándolos a la Casa del Migrante. Contacto: 656 687 0676.
Primera Lectura: Daniel 7, 13-14.
Salmo 92
Segunda Lectura: Apocalipsis 1, 5-8.
Color: Blanco