Además de practicar las Obras de Misericordia Corporales donando ropa y comida para los necesitados, visitando enfermos y consolando a los familiares de difuntos: así como las Obras de Misericordia Espirituales escuchando a las personas con problemas, rezando por los difuntos y perdonando a quien te ofende, puedes tener otras maneras de ser más misericordiosos. Aquí te presentamos ocho formas prácticas para lograrlo.
- Atrévete a que realmente te importe
Anímate a ir más allá. Decídete a mirar más adentro de las necesidades superficiales de los otros. Permítete a ti mismo sentir lo que el otro está sintiendo. ¿Cómo cambiaría tu vida si realmente comenzaran a importarte los demás?
- No juzgues
No digas jamás: “Recibiste tu merecido” o “Esto te lo buscaste” o “Tú provocaste que esto pasara”…Deja que Dios sea el juez de lo que sucedió. ¿Cuáles son las actitudes que tendrías que cambiar para dejar de juzgar a los demás?
- Evita los chismes
Piensa que un chisme puede llegar a deshonrar y lastimar aún más a una persona que ya ha sido herida….¿Cómo puedes evitar las críticas y chismes sobre los demás?
- Niégate a la venganza
No guardes resentimientos ni intentes desquitarte cuando te sientas ofendido o herido por otros. Ofrece a Dios lo que sucedió y perdona. Sin el perdón te conviertes en prisionero de tus propios resentimientos. Piensa: ¿A qué personas necesitas perdonar?
- No te alejes
Es fácil justificarte pensando que seguramente hay otros más capacitados que tú para ayudar. Debes estar dispuesto a estar junto a la otra persona, incluso si esto hace que tu propia vida sea más difícil. ¿Cómo manejarás la tentación de alejarte de alguien que te necesite?
- Cultiva un poco de bondad
Todos los días surgen oportunidades para ser bondadosos. Permitir que otro automóvil pase a tu carril, llamar a un amigo que está de duelo, estar pendiente de un vecino anciano o enfermo, sostener la puerta para que alguien pase…A veces una sonrisa o una palabra de ánimo pueden cambiar completamente la perspectiva de una persona.
- Acepta la misericordia de los demás
Necesitas humildad para admitir que tú mismo necesitas misericordia. Cuando permites que los demás sean misericordiosos contigo, les das la oportunidad de ir más allá de ellos mismos y de compenetrarse en tu propio dolor. ¿De qué manera puedes aceptar la misericordia de los demás?
- Reza para pedir misericordia
Pide por las personas que te han herido. Por las personas alrededor del mundo que están sufriendo. Y para que todas las personas del mundo respondan a la misericordia de Dios y sean misericordiosos unos con otros. ¿Por quiénes vas a rezar pidiendo misericordia?
(Tomado del Blog de las Hermanas Discípulas de Jesús -San Luis Potosí)