Presencia
Como suele ocurrir en tiempos electorales, los aspirantes a puestos de elección popular buscan la bendición papal, y en esta ocasión fueron las candidatas a la Presidencia de México quienes llegaron hasta el Vaticano.
Fue este mismo mes de febrero cuando el Papa Francisco se entrevistó con las candidata presidenciales de México Claudia Sheinbaum -abanderada por el partido en el Gobierno- y Xóchitl Gálvez -candidata opositora-. Mientras que Claudia ha declarado ser “no religiosa”, reconoce sus orígenes judíos. Y Xóchitl Gálvez se ha declarado católica.
Las candidatas encontraron al papa con dos días de diferencia y ambas relataron su encuentro a través de redes sociales. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué opina de las visita de las candidatas presidenciales de México al Papa Francisco? ¿Cómo debemos asumirla los católicos?
La visita de las precandidatas presidenciales al Papa Francisco puede interpretarse desde diversas perspectivas, considero que es una señal positiva, siempre y cuando se enfoque en el verdadero interés por promover el bien común y no se reduzca a una estrategia para ganar votos. México enfrenta retos significativos, como la inseguridad y la erosión de los valores familiares, que requieren de soluciones integrales y el compromiso de todos los sectores de la sociedad, incluidas las instituciones religiosas.
La Iglesia católica, con su amplia presencia y profundo arraigo en México, posee un potencial enorme para contribuir en la promoción de valores éticos y sociales que son fundamentales para reconstruir el tejido social. La Doctrina Social de la Iglesia, que promueve la dignidad de la persona humana, el bien común, la solidaridad y la subsidiaridad, ofrece principios valiosos que pueden guiar las políticas públicas hacia un desarrollo más humano e inclusivo.
Es fundamental que la interacción entre las precandidatas presidenciales y el Papa Francisco trascienda el simbolismo y se traduzca en compromisos concretos que reflejen un interés legítimo por integrar los principios de la doctrina social de la Iglesia en la agenda política. Esto implica reconocer el valor intrínseco de cada persona, trabajar por una sociedad que asegure condiciones de vida dignas para todos, promover la participación activa de la comunidad en la solución de sus problemas y fomentar la solidaridad con los más vulnerables.
En resumen, la visita al Vaticano debe ser vista como una oportunidad para reafirmar la importancia de las alianzas entre el gobierno y todas las instituciones comprometidas con el bienestar social. Sin embargo, es crucial que estos encuentros se enmarquen en una búsqueda genuina de soluciones a los problemas que enfrenta México, más allá de las consideraciones electorales, y se orienten hacia la incorporación efectiva de los valores y principios de la Doctrina Social de la Iglesia en el diseño e implementación de políticas públicas.
Gerardo Sánchez Soledad/ Caridad y Verdad
En días pasados fuimos testigos que las candidatas a la presidencia en México, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, realizaron una visita al Papa Francisco en el Vaticano.
¿Cómo interpretar dicha visita quiénes somos católicos? Pues justo como lo que es… una estrategia de campaña.
En lo que respecta a la decisión de nuestro voto debemos tomar otras cuestiones en cuenta.
En su Exhortación postsinodal Sacramentum caritatis, Benedicto XVI expresaba abiertamente: “El culto agradable a Dios nunca es un acto meramente privado, sin consecuencias en nuestras relaciones sociales: al contrario, exige el testimonio público de la propia fe”.
En caso de que las candidatas expresen profesar una fe en Dios, debemos analizar si sus propuestas y las políticas públicas que pretenden impulsar incluyen temas tan trascendentales como el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, políticas a favor de la familia, la libertad en la educación de los hijos, el derecho a la libertad de conciencia y la promoción del bien común en todas sus formas.
De corazón deseamos que la visita haya sido personalmente significativa para ellas y sus familias y que inspiradas en las palabras del Papa Francisco ejerzan la política como “…la más alta forma de la caridad…en el respeto fundamental de la vida y la dignidad de las personas”.
Que Dios nos conceda discernir sabiamente nuestro voto y participar responsablemente en estas próximas elecciones.
Mtra. Fátima Anaya/ Educadora
México es un país todavía mayoritariamente católico, con un 78% de su población (casi 98 millones de mexicanos). Desde el aspecto religioso este número es bajo en cantidad de feligreses considerados miembros de la Iglesia Católica. Sin embargo, para los fines políticos aún se considera que una estrategia política es relacionarse con la Iglesia y usar narraciones teológicas para mantener un contacto con la población predominante.
Consideramos que la visita a Roma de las candidatas a la Presidencia de México fue más como estrategia publicitaria de ambas. Es demasiada coincidencia que las dos pudieron hacerlo en el mismo tiempo y momento de su campaña política.
Aunque es difícil separar la figura política de las personas como candidatas, consideramos que el papa aceptó dialogar con ellas como personas y no candidatas a la presidencia y conocer expectativas de ellas. Sin embargo, continua el oportunismo de la figura religiosa para mandar mensajes a un pueblo que admira al Papa como una presencia religiosa.
Ambas personalidades tienen su punto de vista religioso y lo expresan a su manera y es aceptable. Lo que sí podemos decir, por algunas investigaciones realizadas, es que el factor religioso impacta grandemente en el poder del voto. El conservadurismo, el liberalismo, y el secularismo son aspectos que en la actualidad ya están inmersos en todos los campos de la política, sociedad y religión. La utilización de las narraciones del Evangelio sobre la opción por los pobres en el ámbito político es un valor grande para muchas personas, tanto católicas como evangélicas y protestantes. Son principios básicos en la creencia de un Cristo que vino a Salvarnos.
Las candidatas han visto que esos discursos han ayudado al actual gobierno a tener popularidad y mantener su aceptación. Es obvio que es una nueva forma de oratoria, discursos y actitudes que están utilizando en sus encuentros con el Pueblo de México.
Quedaría un cuestionamiento sobre cómo se juega con la frase “Estado laico”. Y ¿Qué discursos morales o de valores evangélicos serán un mensaje atractivo para las personas de diversas afiliaciones religiosas?
Grupo Intercongregacional Sembrando Hoy, Cosechando Mañana, A.C.