Silvia Del Valle
En estos días, existen personas con el interés de que n nuestros hijos, nuestros niños, pierdan inocencia, la capacidad de asombro, la creatividad, la imaginación y sobre todo la capacidad de amar.
Por ello nosotros, como papás, debemos buscar a toda costa defenderlos desde nuestra familia. Aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo.
Primero. Cuida su salud física.
Un niño sano s un niño que le gusta jugar, correr, brincar y hacer actividades, pero cuando los niños no se quieren parar de la cama o no quieren dejar los videojuegos debemos poner atención ya que pueden tener algún problema de salud.
Es necesario que hagan deporte por lo menos tres veces a la semana y que lo practiquen de forma metódica para que tengan también ese compromiso y puedan crecer en virtudes.
Nosotros debemos procurar que nuestros niños tengan espacios para jugar y realizar actividad física así será más fácil que estén sanos.
Otro punto importante es que estemos al pendiente de que no contraigan enfermedades y si llegan a contagiarse, que tengan la atención médica necesaria y los cuidados propios.
Segundo. Cuida su salud emocional y espiritual.
En la actualidad los niños están muy atentos a lo que sucede a su alrededor por lo que viven situaciones que no son tan propias de su edad, por ejemplo, el estrés que provoca la inseguridad, el bullying, la situación económica de la familia, etcétera.
Nuestros niños viven estresados y muy presionados, por eso debemos estar atentos a cualquier síntoma de alguna enfermedad como la ansiedad o la depresión que pueden tener consecuencias graves en la salud integral de los pequeños.
Debemos tener una comunicación muy abierta y directa y que nuestros niños tengan claro que nos pueden contar todo lo que pasa por su cabeza y que nosotros podemos orientarlos y darles nuestra opinión para que su vida sea más plena.
Es importante observarlos para conocerlos y saber si de forma repentina sufren de cambios de carácter o comportamiento ya que esto puede ser un síntoma de alerta.
Debemos también educar a nuestros hijos en la inteligencia emocional para que sepan gestionar sus emociones, ponerles nombre y poder manejarlas adecuadamente.
Tercero. Cuida su inocencia
En la actualidad parece que las modas tratan de que la infancia dure muy poco y aceleran a los niños para que busquen vivir como adultos lo más pronto posible. Esto obedece a intereses económicos y de ideologías que buscan sus propios intereses.
Nosotros podemos evitar esto si cuidamos las amistades de nuestros hijos y estamos atentos a las cosas que escuchan y ven; y si de pronto alguno de sus amigos les platica o enseña cosas que nos son propias de su edad, estar ahí para explicarles de la mejor manera y con mucho amor cómo son las cosas en realidad y tratar de encauzar sus dudas para que se queden con paz en el corazón y no con una curiosidad insana que les genere caer en vicios de los que después será difícil salir.
Si nuestros niños saben que nosotros los apoyamos, ellos sabrán no hacer caso de quienes los molestan.
La mejor forma de lograrlo es con nuestro testimonio, por lo que en casa no se deben ver programas inmorales, escuchar canciones pornográficas o ver películas con contenido sólo para adultos, porque en cualquier momento nuestros hijos pueden tener acceso a eso y sufrir gravemente.
Cuarto. Procurar un ambiente propicio para que se desarrollen bien.
Y no estoy diciendo que se les cree una burbuja que los aísle del mundo, sino que sepan que en casa pueden tener un ambiente de paz, con las cosas que a ellos les gustan e interesan y que nosotros estamos ahí, aunque tengamos que trabajar todo el día, porque estamos presentes en los detalles, les hablamos por teléfono y cuando podemos jugamos y convivimos con ellos.
Que nuestra casa y familia sea su zona segura.
Y quinto. Dales mucho, mucho amor.
El elemento principal para que los niños sean felices es nuestro cariño. A veces pensamos que deben tener el juguete o la ropa de moda y nos matamos y hasta nos endrogamos para comprárselo, sin darnos cuenta que lo que nuestros niños más quieren es nuestra atención y cuidado.
Para ellos es muy importante sentirse cobijados y contenidos por nuestro amor, también es muy importante poder platicarnos sus asuntos…a ellos se les puede ‘estar cayendo el mundo’ y nosotros no darnos cuenta.
Nuestro amor será como un cinturón de seguridad que les permita enfrentar los retos que la vida les va presentando y un escudo para defenderse de lo que los quiere atacar para quitarles la paz.
Y recordemos que solo con un corazón de niño podremos entrar en el Reino de los Cielos, así que busquemos que nuestros pequeños no lo pierdan y, de paso, el nuestro se haga cada vez más como el de ellos.